Con dos tortillas y un vaso de agua con dos cucharadas de pinole, el rarámuri Arnulfo Quimare Qui puede correr 100 kilómetros (62 millas aprox) – entre cañadas y terracería – con la promesa de que si llega en menos de ocho horas y media su vida, por el resto del año, estará resuelta.
Así como Arnulfo, cientos de nativos chihuahuenses esperan a que llegue el Ultramaratón de los Cañones en Guachochi, en donde por ganar se pueden hacer acreedores hasta de 40 mil pesos que intercambian por costales de maíz o frijol. La edición 2013 se realizó el pasado fin de semana en Chihuahua.
“Nacimos pa´correr. No duele, solo está ganar”, dijo a HuffPost Voces Arnulfo quien apenas habla el español y va para todos lados con su traje regional que consta de un blusón, taparrabos y huaraches fabricados por el mismo.
Los tarahumaras o rarámuris son un pueblo nativo de México, asentado en territorio del estado de Chihuahua; su endónimo es rarámuri.
Por tres años consecutivos, Arnulfo de 33 años ha corrido las cuatro horas que separan su comunidad de Guachochi y aunque llega con menos de 12 horas de anticipación, logrado barrer con la categoría de 100 kilómetros y su mejor tiempo fue de 8 horas 16 minutos.
A diferencia de los corredores citadinos, quienes se preparan durante meses y para el evento llevan mochilas con suplementos, barritas, agua y cualquier instrumento que puedan necesitar, corredores como Arnulfo solo llevan amarrado a su cinturón una anforita de agua y algunas veces en el camino agarran una rama que les sirva de soporte para las bajadas.
El primer lugar categoría 63 kms fue para Onorio Tomás Juárez con un tiempo de 6 horas y 54 segundos. En la categoría de 100 kilómetros, el ganador fue Miguel Lara con tiempo de 8 horas 40 minutos
“En el camino, sólo tomo plátanos que me regalan (en los puestos de abastecimiento) y agua con pinole”, reveló Arnulfo, quien este año no tuvo tanta suerte y llegó en décimo lugar.
Al final la diferencia fue abismal, los corredores locales con todo y sus huaraches arrasaron con la competencia, se quedaron con el primer, segundo y tercer sitio. Superaron a los preparados citadinos de procedencia nacional e internacional, que lograron cruzar la meta con más de 15 horas de carrera.
Con otra motivación.
Este año en la prueba de los 63 kilómetros, Catalina Rascón dejó sorprendidos a los asistentes, pues a sus 13 años de edad llegó en segundo lugar.
Catlina, una chica menuda, morena y muy seria, cruzó la meta contenta, pues sabía que el dinero del premio le servirá para seguir estudiando.
“Esta es la primera vez que corro aquí y lo hice porque quiero el dinero para comprar mi uniforme de la secundaria y poder seguir estudiando”, dijo la corredora.
Before You Go
