AUSTIN, Texas (AP).- Fue rápido, implacable, preciso. Haciendo uso de su mayoría absoluta en ambas cámaras de la Legislatura, los republicanos de Texas aprobaron una nueva ley que limita el derecho de la mujer al aborto, y que el gobernador - también republicano - Rick Perry prometió rubricar y autorizar con su firma.
El voto final podría tener lugar el viernes en el Senado, en donde los oponentes de la medida habían logrado impedir que se aprobase a tiempo durante la primera sesión especial mantenida para tal efecto. La cámara baja lo aprobó este miércoles, sellando una legislación de neto corte republicano, y con los votos divididos por partido.
Todos los intentos de presentar enmiendas a la ley fueron bloqueados por la mayoría. Luego de muchos días de protestas en las salas de deliberaciones, éstas y los pasillos estuvieron prácticamente desiertos.
La propuesta requiere que para poder llevar a cabo abortos, los médicos deben tener "privilegios de admisión" en hospitales cercanos, lo cual dificulta el acceso al aborto en áreas rurales remotas. Los abortos se permitirán solamente en centros de cirugía y serán prohibicods totalmente después de 20 semanas de embarazo.
Activistas de los derechos reproductivos de la mujer, junto con aliados demócratas, protestaron la moción durante semanas. La propuesta fracasó durante la sesión regular de la legislatura y el gobernador llamó a una sesión extraordinaria de 30 días para que pase, pero allí también fracasó gracias a que la senadora estatal demócrata Wendy Davis impidió la votación dando un discurso que duró 13 horas. Inmediatamente, el gobernador Perry convocó a una segunda sesión extraordinaria para pasar la legislación.
La única esperanza de los demócratas ahora sería esperar una demanda federal una vez que la propuesta se convierta en ley.