Andy Murray lo consiguió finalmente: luego de 77 años de que Gran Bretaña no tuviera un campeón de Wimbledon, el escocés derrotó a Novak Djokovic (6-4, 7-5, 6-4) para alzarse con el título del tercer Grand Slam del año.
En las gradas estaban Wayne Rooney, Victoria Beckham, Bradley Cooper y otros famosos, mientras que miles de personas que no consiguieron boleto para disfrutar del juego desde la cancha central se reunieron en los jardines del All England Club para ver el partido desde las pantallas gigantes.
La expectativa por este duelo entre el número 1 y el número 2 del mundo era muy grande. Djokovic se había alzado con la corona de este torneo en 2011 al derrotar al español Rafael Nadal, mientras que Andy Murray venía de perder la final de 2012 ante el suizo Roger Federer.
El primer golpe lo dio el local, quien supo capitalizar mejor sus oportunidades de quebrar el servicio de su rival y se llevó el primer set. Djokovic había jugado el viernes una larga semifinal ante el argentino Juan Martín del Potro y quizá eso pesó un poco en su estado físico.
A pesar de un par de caídas, Nole comenzó a verse más sólido en su juego y en la primera oportunidad de quiebre que se le presentó en el segundo set, sacó ventaja. Pero justo cuando el británico parecía caer en la desesperación, Djokovic cometió su sexta doble falta del partido para ceder su saque.
A partir de ahí, todo fue cuesta arriba para Murray, quien presionó al serbio y lo hizo perder nuevamente su servicio cuando el marcador estaba 5-5. Después, con un gran juego de saque, Andy cerró el set a su favor con un ace.
El tercer set empezó mal para el número 1 del mundo, pues de inmediato Murray le quebró el saque. Pero la historia de los sets previos se repetía, porque la recuperación de Djokovic fue casi inmediata. Aunque el momento anímico le pertenecía al británico, Novak parecía empezar a sacar fuerzas para levantarse de la importante desventaja que tenía.
Por momentos Murray parecía perder el rumbo del juego, pero alentado por el público y siempre concentrado, el escocés quebró por séptima ocasión el servicio de su rival. Con esto, quedó en una posición inmejorable, pues venía a sacar para llevarse el partido. A pesar de que Djokovic sacó su mejor tenis y tuvo varias oportunidades de quebrar en este game, Andy mantuvo la calma y a base de buen tenis y garra se llevó finalmente el partido.
Con 26 años, Murray conquistó hoy el segundo título de Grand Slam de su carrera y se convirtió en el primer británico desde Fred Perry en 1936 en ganar Wimbledon.
"¿Qué se siente tener el trofeo en tus manos?", le preguntaron a Andy al término del partido. "Se siente un poco diferente al año pasado", dijo con gran alivio y buen sentido del humor Murray, quien el año pasado había perdido la final ante Federer.
El 26 de agosto comienza el US Open, en donde el escocés intentará defender su título.
El día previo a este partido la francesa Marion Bartoli se había alzado con el título femenil de Wimbledon 2013.
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