La histerectomía ¿es para ti?

Estados Unidos ostenta la más alta tasa de histerectomías entre los países industrializados. La histerectomía es el segundo procedimiento quirúrgico (el primero es la cesárea) más frecuente en las mujeres. En toda la nación, se llevan a cabo cerca de 600,000 histerectomías al año y alrededor de 20 millones de mujeres aquí han sufrido una histerectomía.

Estudios señalan que del 10 al 90% de estas cirugías no son médicamente necesarias y que el 90% son cirugías electivas. Según la National Women’s Health Network, la histerectomía se considera médicamente necesaria cuando hay cáncer invasivo del útero, cuello, trompas de Falopio y/u ovarios; una infección que no puede manejarse; sangrados incontenibles y continuos; o serias complicaciones durante el parto, como rotura del útero.

Esa fue la preocupación de Holly Bridges, periodista y autora del libro “Unhysterectomy”, a quien le recomendaron una histerectomía debido a sus continuos sangrados uterinos. Madre de dos hijas a sus 47 años, necesitaba trabajar y se le hacía imposible pasar seis semanas recuperándose de una cirugía. Entonces decidió convertir su problema en una investigación periodística y buscar alternativas que no la dejaran tanto tiempo sin trabajar. Además de una extensa investigación donde entrevistó médicos y pacientes, entre muchas fuentes de información, cambió de ginecólogo a uno que le ofreció otra alternativa. El Dr. Sony S. Singh luego se convirtió en editor médico de su libro.

La histerectomía a menudo se toma a la ligera porque se ha generalizado, pero aunque no tuviera complicaciones durante ni después del procedimiento, altera el sistema endocrino, las secreciones hormonales, la vida sexual, la vejiga el tracto urinario y otras funciones femeninas directa o indirectamente.

Hay muchas mujeres a quienes no les preocupa hacerse una histerectomía porque piensan, como comenta Bridges que, después de tener hijos, sus órganos reproductores no les sirven y no les importa que se los remuevan. “Esa es una de las causas del exceso de histerectomías que se hacen”, dice ella. Otras causas que enumera en su libro son la falta de diagnóstico y tratamiento tempranos y apropiados; falta de consciencia entre los médicos; falta de interés en referir; falta de recursos en hospitales que necesitan dinero; falta de educación y empoderamiento de las pacientes; falta de información sobre leyes y procedimientos alternos; falta de entrenamiento médico; falta de incentivos financieros; y falta de consciencia entre los que crean las políticas sobre la salud.

Hay diferentes tipos de histerectomía:

1. Parcial- se remueve el útero, pero se deja el cuello
2. Total o Simple- se remueven el útero y el cuello
3. Bilateral - se remueven el útero, el cuello, los ovarios y las trompas de Falopio
4. Radical- se remueven útero, cuello, ovarios, trompas de Falopio y posiblemente porciones superiores de la vagina y glándulas linfáticas si están afectadas

Ante la posibilidad de una histerectomía, es importante asesorarse bien con su ginecólogo, atreverse a hacerle preguntas e indagar tratamientos alternos. Si no estás satisfecha, obtén una segunda opinión médica.

Dependiendo de las causas para las que se recomienda una histerectomía, hay varias alternativas:

1. Espera en observación de síntomas
2. Si se trata de fibromas, estos se pueden encoger o remover sin remover los órganos reproductores, usando diversos procedimientos.
3. Otros problemas pueden tratarse con laparoscopía, dilatación y curetaje, laser, criocirugía y otros procedimientos mínimamente invasivos.

Cuando la histerectomía es definitivamente necesaria, el médico recomendará el procedimiento adecuado. La histerectomía puede ser vaginal, laparoscópica, abdominal o una combinación de abdominal con laparoscópica. Cada cual tiene un tiempo diferente de recuperación. Hace unos años se inició la histerectomía robótica, que se alega reduce el tiempo de recuperación y el dolor, pero su uso no se ha generalizado.