Con un nocaut efectivo en tres rounds sobre el inglés Mathew Macklin, el campeón mundial kazajo Genady Golovkin pidió la oportunidad para enfrentar al monarca argentino Sergio Martínez.
GGG confirmó la calidad de estrella en desarrollo al fulminar en menos de ocho minutos a un peleador que fuera retador por título mundial, mantener la corona mundial Media de la Asociación Mundial de Boxeo y de paso mantener la calidad de invicto en 27 contiendas.
"Esta pelea no la hice por buscar oportunidad ante otros peleadores, fue para mi gente... pero sin duda una pelea ante (Sergio) Martínez sería no sólo una gran contienda sino un muy buen negocio", dijo el kazajo al terminar el duelo.
Al campanazo inicial, Golovkin a base de golpes de poder, tanto curvos como rectos, impuso sus reglas sobre el ring y aunque Macklin intentó sobrevivir desde el primer episodio con amarres la fortaleza de GGG lo minó.
En el segundo episodio, Macklin cambió de estrategia - ya que el boxeo a distancia no le estaba dando frutos - y decidió jugarse todo descuidando la guardia y enviando golpes de poder que pudieran lastimar, pero el kazajo no dio acuse de recibo.
Para el tercer y último round, Golovkin salió dispuesto a acorralar a su contrincante en las cuerdas y cuando vio oportunidad metió un preciso gancho al hígado que mandó a Macklin desmadejado a la lona.
Este es el tercer descalabro en cinco salidas de Macklin, quien aseguró que de todos los rivales a los que ha enfrentado, incluido el Maravilla Martínez, Golovkin es el más duro.
"Jamás me habían pegado así, es un golpeador muy exacto", dijo Macklin, quien mostraba grandes signos de la batalla en el rostro y tardó varios minutos en poder incorporarse de la lona.
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