** Cuenta cómo fue que logró su juego perfecto, frente a uno de los pitchers más difíciles del momento.
** Hubo dos estelares a los cuales no podía hacer outs, y otros dos que fueron sus outs seguros.
CORAL GABLES, Florida (VIP-WIRE).- La vida del nicaragüense Dennis Martínez, quien acaba de celebrar sus 58 años de edad, es un constante casi-casi.
Casi llegó a los cuatro mil innings lanzados, le faltó hacer un out más, porque fueron 3,999.2.
Casi ganó igual número de juegos que el dominicano Juan Marichal, a quien superó por dos, 245-243. Acerca de ese record dijo Dennis recientemente...: “Estoy muy orgulloso por eso. Y muy agradecido del beisbol y de los compañeros de equipos que tuve”.
Casi vio terminada su carrera de bigleaguer prematuramente, debido una lesión en el hombro y al alcoholismo. Sufrió 83 arrestos por manejar ebrio. Pero en 1986 tuvo una fuerza de voluntad admirable y triunfal, se sometió un tratamiento en el hombro y a otro sicológico por los Alcohólicos Anónimos. Y tuvo después sus mejores 13 temporadas. En total, lanzó en las Mayores entre 1976 y 1998.
Casi llegó a 20 victorias en cuatro temporadas, pero nunca pudo pasar de las 16.
Casi resultó elegido para el Hall de la Fama, ya que Marichal lo fue. Pero no, los votos que recibió Dennis no fueron suficientes.
Casi fue estrella del cine, ya que tuvo éxito como actor en el papel de guerrillero en un largo-metraje. Pero sus obligaciones en las Mayores no le dejaban tiempo para más nada.
Casi se entregó a la política, cuando le propusieron ser candidato presidencial en Nicaragua. Rechazó la idea porque no le agradó el estilo que descubrió en los polititiqueros.
Lo que sí llegó más allá del casi, fue su juego perfecto, del domingo 28 de julio de 1991, uniformado con los Expos de Montreal y en el Chavez Revine, de los Dodgers. El perfecto número 13 en la historia de las Grandes Ligas, el cual terminó con pizarra de 2-0.
Lo que dice Dennis de esa histórica tarde...: “Me sentía muy bien. Pero, desde luego, ignoraba que iba a tirar un juego de ese calibre. Cuando calentaba en el bullpén, pensé que podía esperar un día muy difícil, porqué me enfrentaba a Mike Morgan, contra quien también había lanzado cinco días antes en Montreal, cuando le gané una por cero en 10 innings.
Pues, entonces en domingo y a todo sol caiforniano, los dos teníamos juegos perfectos hasta el sexto inning. Tuve la suerte de mantener mi concentración para poner la pelota donde lo requería. Y también pude mezclar muy bien los lanzamientos. Por ejemplo, hubo numerosas ocasiones cuando me esperaban rectas, y les tiré cambio. En cuentas que creían me oblgarían a utilizar el cambio o la recta, les solté la curva. Me sentía como si podía leer sus mentes. Así es la situación a veces. Es que los bateadores tratan de acertar en la espera de cada pitcheo, y uno tiene de engañarlos. Uno aprende cómo leer los swings. No fui el lanzador más inteligente, pero lo que sabía era suficiente”.
Después de su retiro, tras la campaña de 1998, Dennis Martínez se dedicó a ayudar a personas con problemas de alcoholismo, especialmente jovencitas y jovencitos. Fue coach de pitcheo por las menores de los Orioles, y después de los Cardenales. Ahora es coach del bullpén del equipo grande de los Astros, y celebró sus 58 años el 14 de mayo.
Más de una vez he oído al Presidente hablar de los bateadores que fueron implacables frente a él.
“Tan difíciles me resultaron siempre, que no importaba lo que les lanzara, de todas maneras me conectaban muy bien. Fueron Carl Yastrzemski y George Brett. Estuve lanzándoles bien abajo y afuera, pero de todas maneras, hasta con lanzamientos fuera del home, hacía buen contacto y me bateaban extra bases con gran facilidad. La única manera que logré de aliviar tal desastre, fue concentrándome en hacer outs a los bateadores anteriores a ellos, de manera que me batearan sin gente en base.
“Por supuesto, Yaz y Brett fueron tremendos bateadores. Creo que batearon bien ante todos, pero a ninguno tan fácilmente como a mí. Al contrario, fui afortunado ante otros dos estelares, Gary Carter y Mike Schmidt. Frente a ellos todo ocurrió muy distinto. A veces por accidente, les tiraba algún lanzamiento muy fácil, pero no le aban bien y de todas maneras los hacía out... Así es el pitcheo, una serie de inexplicables”.
Ahora de consejero de relevistas y receptores de los Astros, Dennis Martínez se dice siempre a la orden de quienes necesiten una ayuda para combatir el alcoholismo o la drogadicción. Linda labor.
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