Chef Ingrid Hoffmann: 'Soy adicta a la comida' (RECETAS)

Chef Ingrid Hoffmann: 'Soy adicta a la comida' (RECETAS)

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Ingrid Hoffmann es claro ejemplo de que algunos chefs, por más que adoren cocinar, reconocen que tienen que cuidar su figura y su salud. Hoffmann dice ser adicta a la comida, que de vez en cuando se da sus atracones, y que como muchas mujeres, también ha caído en trampas de dietas sin resultados.

En su nuevo libro y "Latin D'Lite", la chef comparte con sus lectores la manera en que ella misma cocina y se mantiene.

"Es mi bebé, cuatro años haciéndose y acaba de nacer. Es un proyecto muy cercano a mi corazón. Es realmente como yo como en mi casa, es como yo me mantengo, un sistema que yo me he inventado para mí misma, que me funciona", explica la chef colombiana.

"Debo confesar que soy adicta a la comida, soy una comelona y 'Latin D'Lite' presenta un sistema creado después de hablar con terapistas y nutricionistas y haber hecho cada dieta que existe en el planeta", le cuenta Hoffmann a HuffPost Voces.

Hoffmann se describe como una mujer coqueta y vanidosa, por lo que siempre estuvo pendiente de las tendencias en cuanto a dietas, leyendo o escuchando lo que le decían, pero dice que poco a poco con tanta información "uno va enloqueciendo".

"Cada vez que hacía una dieta era saber que la iba a romper, cuánto iba a durar, y al romperla uno se siente culpable, porque no tiene fuerza de voluntad. Es esa relación obsesiva con la comida que es algo de lo cual nadie habla, porque la gente piensa que la anorexia y la bulimia son los problemas más grandes que hay, pero el problema más grande que hay en Estados Unidos es binging [atracarse de comida], y creo que eso viene a consecuencia de todas esas dietas que se inventan, los extremos", opina la chef.

¿Cuál es tu comida favorita?

"Depende del día o la época del mes. Yo admito que como mujer, durante el PMS (síndrome premenstrual), es puro carbohidrato lo que quiero. Uno es humano, ¿me entiendes? La gente me pregunta como chef, pero uno es humano, uno es mujer, tiene hormonas… hay una semana del mes donde te lo juro que lo que quiero es carbohidrato, ¡es horrible! Ahí es donde de verdad me tengo que cuidar del azúcar y de la harina porque el cuerpo me lo pide más.

Y de mis comidas favoritas, me encanta el arroz. Trato de comerlo menos que antes y ahora lo intercambio con quinoa. Hay dos días a la semana que me doy mi arroz blanco, otro me lo como integral. Me doy mi gustito de vez en cuando porque no estoy de acuerdo con los extremos porque me desestabilizan".

¿Pero no te gusta la comida de un país particular?

"Me gustan todas, ¡ese es mi problema! Yo como de todo. Tú me das a mí sesos de tal cosa y me los como. Yo diría que la comida favorita es la que me como cuando estoy en compañía de los seres que quiero, sea lo que me pongan. Así esté malo, ese momento será mi comida favorita".

¿Algún plato de tu creación del que te hayas sentido muy orgullosa?

"Cada vez que te puedo hacer una comida que sepa deliciosa y que sea bastante limpia. Por ejemplo, mis camarones en tomatillo me encantan porque es una salsa de cuatro ingredientes completamente a base de vegetal y cero grasa, pero con una cantidad de sabor… también mi albondigón con toques mexicanos que es mitad pavo y mitad carne. Es una comida muy gratificante, pero al mismo tiempo muy liviana. Y así son la mayoría de las recetas en este libro".

Hoffmann explica que es posible consumir alimentos llenos de sabor con menos calorías:

"Cada vez que uno puede acortar calorías sin sacrificar sabor e ir haciendo cambios pequeños. [En el libro] no solo te digo haz cambios, sino que te voy mostrando en cada receta cómo darle sabor a la comida de forma diferente tratando de que sepa a comida de verdad, comida que sale de la tierra. Nuestros cuerpos no fueron hechos para todos los químicos que estamos ingiriendo en la comida… comida altamente procesada y refinada".

El libro también incluye una sección para que nos demos el gustito: "Yo me cuido 5 días a la semana, pero creo que parte de poder mantenerte saludable es que uno se dé sus gustos, que se los dé de una forma controlada… Es una estrategia sin extremos para poder vivir una vida saludable".

Entonces, cuán fácil es convertir una receta deliciosa y con gran sabor latino en una más liviana?

"Nuestra cocina latina ha evolucionado, pero tenemos muchas recetas de la abuelas, que son formas más antiguas de comer, pero al traerlas a este país, les cambiamos todo [los ingredientes] a procesado. Podemos intercambiar esos ingredientes", explica.

Hoffmann dice que no hay excusa para llegar a casa y no tener qué comer.

"En el libro te doy lo que siempre debes tener en la alacena, y lo que debes tener en el congelador para que no llegues a tu casa y tengas la excusa de que no tienes qué comer.

Puedes tener la alacena abastecida con productos envasados en aceite, que es un preservante natural, o en vinagre. En el congelador puedes tener todo tipo de verdura congelada. Te voy dando estos truquitos en el libro".

Desayuno veloz y saludable:

"Te puedes hacer un desayuno veloz en tres minutos, con claras de huevo y vegetales. Agarras espinaca congelada, la echas en la taza, ponle tres claras de huevo, y pimentones de los que ya vienen envasados. Lo mezclas y lo pones en microondas por tres minutos.

Lo ideal es que no estemos cocinando todo el tiempo en el microondas, pero si te doy esta opción fácil, a un 50 por ciento de personas les voy a quitar la excusa de que no pueden hacer un desayuno saludable y rápido antes de irse de su casa al trabajo".

Otras versiones de ese mismo desayuno se pueden convertir en una cena, explica Ingrid Hoffmann. "Llegaste del trabajo en la noche, muerta del cansancio y no sabes qué comer. Solucionas en tres minutos. Mejor eso que parar en un drive-thru [autoservicio de restaurante de comida rápida]."

Puedes comunicarte directamente con Ingrid Hoffman a través de su cuenta de Twitter: @simplyingrid

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