¿Desesperada por ser madre?

¿Desesperada por ser madre? 7 consejos

En Estados Unidos, 6.7 millones de mujeres tienen un diagnóstico de infertilidad. Este es el 10.9% de las mujeres entre 15 y 44 años, de acuerdo con estadísticas provistas al CDC (Center for Disease Control) por la National Survey of Family Growth.

Esto no es consuelo para ninguna mujer que intenta tener hijos durante doce meses y no logra concebir, ganándose el posible diagnóstico de infertilidad primaria. Infertilidad secundaria ocurre cuando concibe, pero no logra llevar a término su embarazo. Esterilidad es cuando, por razones físicas que corresponde a un médico determinar, no tiene posibilidad humana alguna de procrear.

Aunque la mujer no es la única que puede ser infértil en la pareja, ella es quien recibe la presión social y emocional de no quedar embarazada. La llegada de la regla mensual se convierte en angustia, decepción y pérdida de esperanza. Las pruebas de embarazo negativas son frustrantes. Las continuas preguntas de los familiares y las amigas, con intención o sin ella, van aislando a quien los ojos de pena de los demás la hacen sentir peor. Cualquier conducta del esposo, si él quiere ser padre, es razón para el llanto. Ver bebés en televisión es triste y ver a las amigas embarazadas, oírles comentar sus historias, asistir a los baby showers o visitarlas cuando nace el bebé es como subir a una montaña rusa de emociones.

Si mes a mes sufres una crisis porque estás desesperada por ser madre, igual que ante cualquier otro problema en tu vida, recoge las emociones a las que tienes derecho y úsalas para impulsar un plan pensado y realista:

  1. Trabaja para eliminar tu ansiedad por quedar embarazada. Cuando estás ansiosa, tanto el cuerpo como la mente operan en contra de tus mejores deseos.
  2. Deja a un lado el miedo a saber y decídete a averiguar las razones médicas de no quedar embarazada. Existen razones sencillas; no todas son complicadas ni tan difíciles de resolver. Algunas se relacionan con el estilo de vida. Yo sé que están de moda los embriones, la fecundación in-vitro, la inseminación artificial y el alquiler de vientres, pero son alternativas a considerarse después de conocer lo que ocurre en tu cuerpo o en el de tu esposo.
  3. Visita primero a tu ginecólogo de confianza, con la disposición y la paciencia de hacerte y de que tu esposo se haga todos los estudios que el médico considere pertinentes. Ese proceso puede tomarte meses. Si te cansas y pierdes el ánimo, enfócate en tu meta como si fuera un proyecto. Sigue manejando tu ansiedad, ocupándote en nuevos pasatiempos o entretenimientos que llenen tu mente.
  4. Evita detallarle el proceso a tus allegados. Limítalo a personas que te animen y no te pregunten demasiado. Sé lo más discreta posible. No escuches voces ni opiniones de quienes nada van a contribuir a que te conviertas en madre.
  5. La mente, el cuerpo y el espíritu forman tu persona. Médicos famosos lo han reconocido y han escrito sobre eso. Medita y visualiza tu futuro como madre, a pesar de cualquier información negativa que te digan. No discutas con el médico; escucha lo que te dice, sigue sus indicaciones, pero no ocupes tu mente con datos adversos excepto para visualizar que cambian. En vez de llorar cuando vayas a una tienda de bebés, empieza a comprar detallitos y guarda. No se los enseñes a las personas que desconocen los procesos de visualización.
  6. Si se determina que tu situación requiere la ayuda de otros métodos, ponte de acuerdo con tu esposo y el médico, y decidan la alternativa correcta.
  7. Abre tu mente a todas las opciones para convertirte en madre, incluyendo la adopción, planificada por un profesional, de acuerdo a tus intereses, tus prioridades y tu sueño de ser madre.

Sustituye la desesperación por tranquilidad y planificación, y disfrutarás el hermoso privilegio de que te llamen, "¡Mamá!"

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