Kristi Funk fue la especialista en la que Angelina Jolie depositó su confianza para la doble mastectomía que concluyó este pasado 27 de abril. La doctora reveló que como parte de la cirugía reconstructiva se le colaron implantes en "forma de lágrima con capas de tejido de cadáver para darle un mayor soporte al seno y que tuviera una apariencia más natural", explicó en entrevista con AP.
En un blog, la doctora Funk, quien atendió a Angelina Jolie en el prestigioso centro Pink Lotus Breast Cancer, en Beverly Hills, detalló los pasos a los que se sometió la actriz después que las pruebas genéticas comprobaron que era portadora de un gen "defectuoso", que potencialmente podía llevarla a desarrollar cáncer de seno y de ovario.
La madre de Angelina Jolie murió a los 56 años después de enfrentar cáncer de mama y de ovario. Falleció a consecuencia de este último. La abuela también batalló contra el mal, por lo que la actriz tenía todos los antecedentes familiares para repetir la historia.
Funk explica que BRCA (que significa Breast Cancer) es un gen que ayuda a combatir el mal cuando ya está en el cuerpo, pero que algunas familias hacen mutaciones del gen, que pasa de generación en generación y es lo que hace que de un 5 a un 10 por ciento desarrollen cáncer de seno y un 14 por ciento de ovario en caso de existir mutaciones genéticas del BRCA1 y del BRCA2.
Aunque la prueba genética no la cubren muchos seguros médicos, el hecho de un historial familiar de cáncer sí está permitiendo que aseguradoras privadas enfrenten los costos de laboratorios, que representan alrededor de 3.000 dólares.
La doctora Funk aclara en su blog que cada mujer es diferente y que este tipo de cirugía (mastectomía) no necesariamente es una alternativa para todo el mundo.
Aunque no se especificó cuándo Angelina Jolie se enteró que tenía el gen, la actriz se sometió al proceso que se inició por la preservación de los pezones el pasado 2 de febrero, conocido como "nipple delay" . El 16 de febrero se le extirparon los pechos y se procedió a otros exámenes para determinar si había presencia de tejido maligno o no.
La propia doctora Funk llamó a la actriz y le dio la buena noticia que las pruebas arrojaron que todo lo removido era benigno.
Un paso extra al que se sometió Jolie fue determinar si podía haber existido expansión de fluido de sus pechos hacia los ganglios linfáticos en los brazos y que potencialmente fuera un riesgo adicional.
