Si algo ha logrado Jodi Arias ha sido conquistar la atención del mundo. La mujer de origen mexicano tiene una capacidad especial para seguir siendo la protagonista - con ciertos matices de víctim a- hasta después de declararla culpable de asesinato en primer grado. Ahora se teme que Jodi Arias pueda suicidarse y la atención sigue concentrada en ella.
A partir de la entrevista que dio minutos después del veredicto a la televisora KSAZ de Phoenix , las autoridades se movilizaron en torno a la protección física de la acusada pues para ella "la muerte finalmente va a ser la libertad". Ante esta tranquila afirmación que dio ante las cámaras, Arias fue trasladada de la cárcel a un hospital psiquiátrico, de otro centro penitenciario, donde es vigilada durante las 24 horas del día, según la oficina del sheriff de Arizona
Jodi Arias es constantemente supervisada allí por un equipo de psiquiatras y médicos que evalúa su condición mental con el fin de que no desencadene en un atentado para la vida.
Es tal la vigilancia que pesa sobre la mujer de 32 años, que Sandra Arias, la madre, no pudo entrar a ver a su hija en la noche de este jueves.
Ayer debía comenzar la fase de evaluación del juicio en que los fiscales sopesar si la forma en que murió el exnovio Travis Alexander fue cruel y que esto determinaría si Jodi Arias merece cadena perpetua o la pena de muerte.
Arias no tendrá contacto con familiar alguno y la nueva fase del juicio que estaba previsto para iniciar este jueves fue pospuesta hasta el próximo miércoles, de forma inesperada, ante el hecho de que podría ser otro estímulo para las ideas de suicidio de la acusada.
De acuerdo con los expertos, los prisioneros o pacientes bajo el protocolo de intento de suicidio se mantienen aislados, en este caso, en celdas con mínimo o ningun acceso a cualquier potencial medio que sea utilizado como arma de suicidio. En algunos casos permanece en la celda una persona especializada y si hay que suministrar medicamentos no se los deja en manos de la posible víctima.
La propia madre de Arias dijo que las autoridades "no le permitieron visitar a su hija en el hospital psiquiátrico porque está bajo vigilancia permanente".
Jodi Arias testificó por 18 días por la muerte de su exnovio Travis Alexander, quien fue encontrado por unos amigos en el baño de su casa, cinco días después del crimen, con un tiro en la cara, 27 puñaladas y la garganta cortada de lado a lado.
A partir del miércoles, los jurados tendrán que trabajar sobre las pruebas que se presenten para decidir si se aplica la pena de muerte o la cadena perpetua. El testimonio del médico forense será clave para dilucidar si Alexander murió de manera cruel, con sufrimiento extremo.
En Arizona hay 125 personas condenadas a muerte, de recibir la pena capital, Jodi Arias sería la cuarta mujer en el corredor de la muerte en ese estado, indicó el New York Times.
El juicio de Jodi Arias se convirtió en uno de los más publicitados en Estados Unidos y atrajo la atención nacional por todos los detalles que implicó el asesinato de Travis Alexander el 4 de junio del 2008 y que tuvo en Arias como la principal y única sospechosa.
