El Presidente Barack Obama compartió que él y su esposa decidieron que si sus hijas Malia y Sasha deciden tatuarse entonces "mami y yo" harán lo mismo en el mismo sitio de sus cuerpos y lo exhibirán en YouTube, indicó la agencia AP.
Durante una entrevista difundida en el programa "Today", de NBC, Obama explicó que al tomar esa decisión de tatuarse, podría como considerarse como un proyecto común, un "tatuaje familiar".
Tanto Michelle como el Presidente han considerado este plan "para desalentar que sus hijas se rebelen", destacó AP.
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Expertos de la clínica Mayo creen que es importante que en esta etapa de la adolescencia, los padres dejen a sus hijos expresarse con libertad, pero que a la vez entiendan que tatuarse o perforarse implica riesgos.
"Si su hijo manifiesta interés en hacerse algún tipo de trabajo de arte en el cuerpo, asegúrese que ella o él entiendan las consecuencias que puede derivar para su salud como infecciones en la piel, reacciones alérgicas, hepatitis B o C y acerca del potencial de insatisfacción que puede tener en un futuro si decide removerse el tatuaje", destacan los investigadores.
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Ricardo Zeledón vive en Miami y tiene cuatro hijos. Su hija mayor desde pequeña tenía fascinación por las pegatinas que se colocaban en la piel y simulaban un tatuaje. A los 15 años le pidió permiso para hacerse una mariposa en el brazo y Zeledón lo consideró y no estuvo de acuerdo.
"Ese era el regalo de quinceañera que me pidió y yo le dije que en mi familia nadie se había tatuado y que me parecía de muy mal gusto [...] Que cuando cumpliera la mayoría de edad lo podía hacer si tenía la independencia económica para hacerlo y que eso significaba que no viviría bajo mi techo", explicó Zeledón de origen nicaraguense.
A los 21 años, Natalia se hizo el tatuaje. Cambió la idea de una mariposa a una serpiente, y tres años después se siente arrepentida, explica el padre, especialmente porque conoció a quien es su actual pareja, a quien tampoco le simpatizan los tatuajes.
"Hoy está ahorrando dinero para removerse el tatuaje, pero no quedó por mí en decirle lo que pensaba [...] A los hijos hay que disciplinarlos pero sin cortarle las alas", dijo Zeledón a HuffPost Voces.
En el 2010, un estudio de Pew Research Center demostró que alrededor del 40 por ciento de los jóvenes, entre las edades de 18 y 29 años, se harán un tatuaje y que la mitad de ellos tendrán hasta cinco en ese período de vida.
El sitio de Internet Cafemom.com reveló que un 15 por ciento de las madres están de acuerdo en que sus hijos adolescentes se tatúen mientras que un 30 por ciento están indecisas o al menos "abiertas a la idea dependiendo del tipo de trabajo que se practiquen los jóvenes".
