El 15 de julio de 2009, fue asesinada Natalia Esterminova, una activista chechena que defendía los derechos humanos a través de la ONG Memorial. El crimen se produjo 24 horas después de su secuestro.
Si las autoridades hubiesen tenido un alerta, la habrían salvado. Al menos eso creen en la organización Civil Rights Defenders. Y esa convicción ha sido el motor para poner en marcha Natalia Project. Se trata de un brazalete que, en caso de alarma, puede enviar una alarma y una ubicación GPS a través de Facebook y Twitter. Entonces, miles de personas estarían avisadas de la situación de peligro que vive la persona.
El dispositivo se puede activar manualmente o de modo automático si se desprende del brazo del usuario.
Robert Hårdh, director ejecutivo de Civil Rights Defenders, afirma que con Natalia "cualquiera puede contribuir a la defensa de los derechos humanos, ya sea gracias a donativos o mediante el simple apoyo en redes sociales". La primera etapa del proyecto pretende equipar a 55 activistas en 18 meses. Si alguna de esas personas llega a estar en peligro, millones de personas podrían ayudar a crear un anillo virtual de protección.
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