Timothy Bradley buscará este fin de semana dejar atrás la victoria que tuvo ante Manny Pacquiao para poder seguir con su carrera, cómo si nada hubiera pasado.
El afroamericano - quien sorprendiera al mundo al vencer al filipino por decisión dividida en junio pasado - tuvo unos complicados nueve meses, pues en lugar de obtener mejores rivales y acceder a bolsas más jugosas experimentó el olvido de los fanáticos.
“Aprendí mucho del pasado, lo que me pasó el pasado junio me ayudó para tener un carácter más fuerte. En este tiempo, tal vez no se me ha dado crédito por el estilo inteligente que tengo y lo que he logrado en el ring, pero déjenme decirles esto: Voy a conseguir el respeto de todo el mundo”, dijo el peleador, quien encarará al ruso Ruslan Provodnikov en el Home Depot Center de Carson, California, para defender por primera ocasión la corona Welter de la Organización Mundial de Boxeo.
La 'Tormenta del Desierto' aseguró que ante Provodnikov arriesgará su futuro como profesional, pues sabe que una derrota o una victoria carente de espectacularidad le restaría aún más dividendos.
“Ruslan Provodnikov es un fuerte oponente. Muchos dicen que es fuerte pero no muy conocido. Será un duro reto el que enfrentaré el sábado. Entrené como ningún otro, este fue uno de mis mejores campamentos, incluso mejor del que hice para Pacquiao. Me siento fuerte, rápido, listo para enfrentar a cualquiera”, dijo el motivado estadounidense que mantiene un récord sin mancha de 29 triunfos con 12 nocauts.
Bradley, quien cambió de entrenador para esta nueva etapa en su carrera, aseguró que se verá a una nueva versión de su persona y que sobre el ring no habrá más que peleas emocionantes.
“Esta será una pelea para recordar. Frente a frente, sea lo que tenga que durar. Haré el trabajo. Es lo que yo hago. Yo gano. Hay una sola que se puede escribir sobre mi: éste chico es invicto, puede pelear y ganar”.
Provodnikov, pupilo del entrenador estadounidense Freddie Roach, aseguró que una victoria sobre Bradley conseguirá la revancha que merece su compañero de gimnasio, Manny Pacquiao. Ruslan también aspira a darle un poco de alegría a Roach, quien vivió en el 2012 una de las rachas más deplorables, pues todos sus peleadores perdieron peleas clave.
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