Controversia sobre secuestro de jesuitas en 1976 podría perseguir a Francisco

Controversia sobre secuestro de jesuitas en 1976 podría perseguir a Francisco
Buenos Aires, ARGENTINA: Photograph taken in Chile in 1978 of Chilean dictator (1973-90) general Augusto Pinochet (L) and his Argentine counterpart general Jorge Videla. The arrogance of both dictators almost triggered a war between Chile and Argentina, that was stopped by the diplomatic skills of cardinal Antonio Samore, pope John Paul II's peace envoy. The Argentine government submitted on November 2000 an extradition request for Pinochet in connection with the 30 September, 1974's car-bomb assassination of Chilean general Carlos Prats and his wife Sofia Cuthbert in the Palermo neighborhood in Buenos Aires. The assassination is considered the beginning of the 'Operation Condor,' a coordinated repressive operation conducted in the 1970s and 1980s by the dictators of the Southern Cone against their opponents. AFP PHOTO/FILES (Photo credit should read STR/AFP/Getty Images)
Buenos Aires, ARGENTINA: Photograph taken in Chile in 1978 of Chilean dictator (1973-90) general Augusto Pinochet (L) and his Argentine counterpart general Jorge Videla. The arrogance of both dictators almost triggered a war between Chile and Argentina, that was stopped by the diplomatic skills of cardinal Antonio Samore, pope John Paul II's peace envoy. The Argentine government submitted on November 2000 an extradition request for Pinochet in connection with the 30 September, 1974's car-bomb assassination of Chilean general Carlos Prats and his wife Sofia Cuthbert in the Palermo neighborhood in Buenos Aires. The assassination is considered the beginning of the 'Operation Condor,' a coordinated repressive operation conducted in the 1970s and 1980s by the dictators of the Southern Cone against their opponents. AFP PHOTO/FILES (Photo credit should read STR/AFP/Getty Images)

La elección del Papa Francisco, hasta hoy el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, resució una controversia antigua referente al secuestro de dos curas jesuitas.

Bergoglio era un alto funcionario, jesuita, encargado de la Sociedad de Jesús en la Argentina cuando el golpe de la última junta militar usurpó el poder en 1976. De acuerdo con un informe del Los Angeles Times, en una nota de abril de 2005, , los curas Orlando Yorio y Francisco Jalics fueron secuestrados en mayo de ese año por efectivos de la Armada y posteriormente desaparecieron, aparentemente llevados al siniestro centro de torturas de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) en Buenos Aires. Sin embargo, "reaparecieron cinco meses después, drogados y semidesnudos, en un campo".

Una demanda de 2005 - poco antes del cónclave donde Bergoglio fue candidato papal - se presentó ante la justicia una demanda en la que se acusaba a Bergoglio de participación en los secuestros, después de que, según Reuters, "el gobierno militar encarceló secretamente [a Yorio y Jalics] por su trabajo en barrios pobres".

En la ocasión, un portavoz de Bergoglio consideró los reclamos como "viejas calumnias".

La misma nota de Reuters agrega:

De acuerdo con "El silencio", un libro escrito por el periodista Horacio Verbitsky, Bergoglio retiró la protección conferida por su orden a los dos jesuitas después de que ambos se negaron a dejar de visitar las villas miseria, lo cual llegó finalmente a su captura. El libro de Verbitsky se basa en declaraciones de Orlando Yorio, uno de los dos jesuitas secuestrados, antes de su muerte por causas naturales en el año 2000.
'La historia lo condena. Lo muestra opuesto a cualquier innovación dentro de la Iglesia y sobre todo, muestra que durante la dictadura estaba en buenas relaciones con los militares', dijo Fortunato Mallimacci, exdecano de la facultad de ciencias sociales en la Universidad de Buenos Aires.

Quienes defienden a Bergoglio dicen que no hay evidencia detrás de esos reclamos y que por el contrario, él mismo ayudó a muchos disidentes a huir del país durante el gobierno de la junta militar.

Según la agencia AP, "Yorio acusó a Bergoglio de haberlos entregado de hecho a los escuadrones de la muerte cuando se negó a decirle al régimen que él apoyaba su labor. Jalics se negó a hablar del tema después de irse a vivir a un monasterio en Alemania". Bergoglio habló del incidente con Sergio Rubin, su biógrafo autorizado.

Agrega el texto de AP que "ambos hombres fueron puestos en libertad, después de que Bergoglio hizo un esfuerzo fuera de lo común y detrás de las bambalinas para liberarlos, incluyendo convencer al cura de la familia del dictador Jorge Videla a que se declare enfermo para que él mismo pueda decir misa en la casa del líder de la junta militar, en donde apeló de manera privada por las vidas de los jesuitas. Su intervención seguramente salvó sus vidas, pero Bergoglio nunca compartió los detalles del caso hasta que Rubin lo entrevistó al respecto en 2010 para su biografía".

Bergoglio presentó un testimonio al respecto en 2010 después de haberse negado, dos veces, compareceer en corte, pero según la abogada de derechos humanos Miriam Bergman, sus respuestas fueron "evasivas".

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