'Habemus Papam': Jorge Mario Bergoglio de 77 años, es Francisco

'Habemus Papam': Jorge Mario Bergoglio de 77 años, es Francisco
White smoke rises from the chimney on the roof of the Sistine Chapel meaning that cardinals elected a new pope on the second day of their secret conclave on March 13, 2013 at the Vatican. AFP PHOTO / ALBERTO PIZZOLI (Photo credit should read ALBERTO PIZZOLI/AFP/Getty Images)
White smoke rises from the chimney on the roof of the Sistine Chapel meaning that cardinals elected a new pope on the second day of their secret conclave on March 13, 2013 at the Vatican. AFP PHOTO / ALBERTO PIZZOLI (Photo credit should read ALBERTO PIZZOLI/AFP/Getty Images)

El nuevo papa es latino, es argentino, es Jorge Mario Bergoglio de 76 años de edad. Es el primer papa latino y el primer jesuíta que alcanza el título como el máximo jefe de la iglesia católica. Lleva el nombre de Francisco. Francisco a secas, no Francisco I, como aclaró el Vaticano horas después del anuncio.

El nuevo Papa pronunció un breve discurso a la multitud que se congregó vitoreándolo en la Plaza San Pedro, para saludar y bendecir a los fieles. Pero antes, pidió que ellos lo bendiciesen a él en su arduo camino. Y luego, hizo un silencio, esperando las bendiciones.

El mundo tenía las miradas en la chimenea del Vaticano. Ya hay nuevo papa. A las 7:08 hora local de Roma, salió el esperado humo blanco. Después de dos días se eligió al sucesor de Benedicto XVI. Es el papa número 266.

Papa Francisco

Las campanas repicaban y repicaban en la noche de Roma, no pararon de sonar por casi 10 minutos y bajo la lluvia, los fieles, la mayoría viviendo un momento histórico, rendían su tributo a la elección del nuevo papa. Todos esperaban escuchar la mágica frase: "Habemus Papam" desde el balcón de la logia central de la basílica.

Jorge Mario Bergoglio, ya fue candidato a papa en la elección pasada, cuando consiguió según informes 40 votos, casi un 30 por ciento de lo ncesario. Pero Joseph Ratzinger, quien fue luego Benedicto XVI, tuvo más apoyo. Esta es su nota biográfica en el sitio de Panorama Católico Internacional:

Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936; ordenado sacerdote en la Compañía de Jesús el 13 de diciembre de 1969 por monseñor Ramón José Castellano, arzobispo emérito de Córdoba; elegido obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires, el 20 de mayo de 1992 por Juan Pablo II; ordenado obispo el 27 de junio de 1992, en la catedral de Buenos Aires por el cardenal Antonio Quarracino, arzobispo de Buenos Aires (co-consagrantes: Mons. Mario José Serra, obispo auxiliar de Buenos Aires y monseñor Eduardo Vicente Mirás, arzobispo de Rosario); promovido a arzobispo coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997, inició su ministerio pastoral como undécimo arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998; designado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la Argentina y que no cuentan con ordinario de su propio rito el 6 de noviembre de 1998. Creado cardenal del título de San Roberto Belarmino por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001. Moderador del Tribunal Eclesiástico Nacional de segunda instancia. En la Santa Sede es miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para el Clero y para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; es miembro del Comité de la Presidencia del Pontificio Consejo para la Familia y del Consejo Post Sinodal; consejero de la Pontificia Comisión para América Latina. En la Conferencia Episcopal es el presidente de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión para la Universidad Católica Argentina. Lema episcopal: “miserando atque eligendo”.

Miles de fieles en la plaza de San Pedro y millones de católicos y observadores en todo el mundo esperaron impacientemente escuchar el nombre del nuevo Papa y ver su figura aparecer como es tradición en el balcón. Y así fue con la comparecencia de Francisco, quien hablo a la multitud en latín y a continuación en italiano, en ambos casos con un notable acento argentino.

Contrariamente a lo que señalaban muchos analistas, el cónclave llevó muy poco tiempo - menos de dos jornadas completas - en elegir al sucesor de Benedicto XVI. Ya en el segundo día se logró la mayoría requerida de dos tercios.

El lunes la jornada había terminado sin que los 115 cardenales electores, reunidos en la opulenta Capilla Sixtina, lograran las dos terceras partes del voto para decidir quién sería el elegido. De acuerdo con la norma del vaticano, en este caso se requerían, como mínimo, 77 votos.

Humo blanco

Este martes, hubo 4 votaciones en secreto, salió humo dos veces: el primero negro y finalmente llegó el humo blanco y las campanas repicaron y repicaron en señal de celebración, de victoria papal.

Tradicionalmente, la votación ha llegado de tres a ocho días, siendo la que más votaciones produjo - alrededor de una treintena - la que llevó en última instancia a la elección de quien luego fue Juan XXIII.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, y los portavoces en inglés y español, Thomas Rosica y Jose María Gil Tamayo, respectivamente, dijeron a la prensa reunida en Roma, que las fumatas negras no son indicativo de divisiones entre los cardenales, sino que forma parte del proceso normal del cónclave.

Por otra parte el cardenal Timothy Cardinal Dolan, Arzobispo de Nueva York, había indicado a través de su cuenta de Twitter, antes de entrar a la votación secreta en la Capilla Sixtina, que podría haber nuevo papa para este jueves 14 de marzo. Se equivocó. Fue el miércoles 13.

Por su parte, Benedicto XVI fue electo después de cuatro rondas de votaciones, sin embargo, esta vez, se esperaba que saliera bastante humo negro hasta que finalmente se vitoreara el blanco.

La decisión del Benedicto XVI de retirarse a vivir en el Vaticano, a que lo llamen "papa emérito" y "Su Santidad" y de vestir la sotana blanca asociada con el papado, ha profundizado las preocupaciones sobre la sombra que pudiera proyectar sobre el próximo papa, sin embargo, en su mensaje de despedida aclaró que tendría absoluta obediencia por el nuevo líder de la iglesia católica.

De hecho, una de las primeras acciones de Francisco como Sumo Pontífice fue la de llamar por teléfono a Benedicto para saludarle a propósito de las buenas nuevas.

El padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, dijo que el humo negro emitido el martes y el miércoles —color que indica que aún no se elige a un pontífice— fue creado al agregar cartuchos que contienen perclorato de potasio, antraceno (un componente del alquitrán mineral) y azufre a las boletas quemadas, indicó la agencia AP.


El humo blanco indica cuando ya se ha elegido a un papa se produce con clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo.

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