Bergoglio, testigo en juicio a la dictadura argentina

Bergoglio fue testigo en el juicio contra la dictadura argentina
In this photo provided by the Vatican newspaper L'Osservatore Romano, Pope Francis waves the crowd from the central balcony of St. Peter's Basilica at the Vatican, Wednesday, March 13, 2013. Argentine Cardinal Jorge Mario Bergoglio, who chose the name of Pope Francis, is the 266th pontiff of the Roman Catholic Church. (AP Photo/L'Osservatore Romano)
In this photo provided by the Vatican newspaper L'Osservatore Romano, Pope Francis waves the crowd from the central balcony of St. Peter's Basilica at the Vatican, Wednesday, March 13, 2013. Argentine Cardinal Jorge Mario Bergoglio, who chose the name of Pope Francis, is the 266th pontiff of the Roman Catholic Church. (AP Photo/L'Osservatore Romano)

Ayer, al anunciarse la elección de Jorge Mario Bergoglio como el nuevo Papa Francisco, informamos acerca del caso de dos jesuitas secuestrados y desaparecidos 1976 y durante cinco meses por la dictadura argentina, caso en el que uno de ellos acusó a Bergoglio – entonces su superior en la Compañía de Jesús – de haber propiciado su secuestro.

Pero un segundo caso en el Bergoglio fue citado - como testigo – tiene que ver con el robo de hijos de desaparecidos, alrededor de 500 de los cuales fueron entregados a familias de militares luego de asesinarse a sus padres.

El nuevo Papa - informaba el mexicano La Jornada en diciembre de 2011 - habría sido llamado a declarar como testigo durante el juicio a los exdictadores Videla y Bignone, en relación al robo de los hijos de desaparecidos entre 1976 y 1983.

SI TIENES ALGO QUE DECIR, HAZ CLICK AQUÍ: NOS INTERESA TU COMENTARIO

¿A qué se debió la citación de Bergoglio como testigo en el juicio a los directamente responsables de las masacres de miles de civiles?

No se lo implica en las acciones de los militares, sino que se cuestiona si tenía o no conocimiento de ellas cuando estaban sucediendo. En declaraciones a la BBC, Adolfo Pérez Esquivel, activista por los derechos humanos en aquella época y Premio Nobel de la Paz, dijo que Bergoglio "no tenía vínculo con la dictadura".

"Hubo obispos que fueron cómplices pero Bergoglio no", agregó.

La sociedad argentina estaba entonces profunda e irremediablemente dividida. La división existía también dentro de la Iglesia. Escribe Néstor Fantini, exprisionero de conciencia de Amnistía Internacional y quien estuvo preso a disposición del poder ejecutivo por cuatro años en esos días, a HuffPost Voces:

En la década de 1970, la iglesia argentina estaba profundamente dividida: los que después del histórico Concilio Ecuménico buscaban caminos que acercara a la iglesia al pueblo y, por otro lado, los que directa o solapadamente apoyaban a la dictadura militar. El Santo Padre, lamentablemente, estaba entre estos últimos.

En ese sentido, la iglesia no hablaba con una sola voz. En consecuencia y en el mejor de los casos, no hubo un esfuerzo concentrado por su parte para denunciar las desapariciones.

"Si la Conferencia Episcopal se hubiera unido y hubiesen tenido una sola voz, hubieran tenido una gran fuerza para salvar vidas, pero eso no pasó en Argentina", dijo Esquivel, el Premio Nobel de la Paz 1980, a la BBC.

El pedido de citar al religioso, en 2011, surgió del fiscal en el caso contra Videla y Bignone, Martin Niklison, en relación a declaraciones del hoy Papa Francisco de que él desconocía la desaparición y robo de niños hasta alrededor del año 2000, mientras que sobrevivientes de la época afirmaban lo contrario.

Al ser requerido el testimonio de Bergoglio ante el tribunal, lo dio no en persona - gracias a su fuero eclesiástico - sino respondiendo por escrito a un pliego de preguntas. La organización Abuelas de Plaza de Mayo hizo ahora públicos los documentos relativos al testimonio. En ellos, el entonces cardenal reconoce haber recibido en audiencia al padre de una desaparecida. Sin embargo, afirma no recordar si en aquel entonces – era 1976 – se mencionó en la reunión que la mujer estaba embarazada o que hubiese dado a luz a una hija.

Se trataba de la hija y la nieta de Alicia Zubasnabar de la Cuadra – la primera presidenta de la Abuelas de Plaza de Mayo, fallecida en 2008. La familia De la Cuadra afirma que Roberto Luis De la Cuadra - esposo de Alicia - pidió ayuda a Bergoglio en la búsqueda de la hija y nieta desaparecida, Elena y Ana de la Cuadra respectivamente.

En ese entonces Bergoglio recibió al padre de Elena en dos oportunidades, derivándolo al Arzobispo de La Plata, Mario Picchi. Éste le confirmó que Elena había dado a luz a una niña a la que llamó Ana Libertad y que estaba en manos de una familia: "A la nena la cría una familia bien, lo de Elena es irreversible", le explicó. Ana Libertad continúa desaparecida.

En los documentos, se puede encontrar en su totalidad la declaración del hoy Papa, como testigo. El documento, accesible a todos, está fechado el 23 de septiembre de 2011.

En las respuestas, Bergoglio reconoce que en una conversación con el Padre Pedro Arrupe, superior general de la Compañía de Jesús, en Roma, en 1977, éste le habló del caso de la familia argentina De la Cuadra. Posteriormente y a instancias de Arrupe, Bergoglio reconoce haber recibido en audiencia a Roberto Luis de la Cuadra, de quien “sí, recuerdo que el señor estaba preocupado por la desaparición en la Provincia de Buenos Aires, de una hija suya” – refiriéndose, agrega luego, a la ciudad de La Plata - y que “me comentó que tenía una hija secuestrada”, aunque no recordaba si le había dicho que aquella estaba embarazada.

Bergoglio agrega que su gestión consistió en “alertar a autoridades eclesiásticas de la zona donde aparentemente se habría producido el secuestro” - en este caso, Mario Ricci - para pedir su ayuda, ya que eso era lo acostumbrado hacer en aquellos años.

El cardenal niega en otra respuesta haber sabido del embarazo o del nacimiento de la niña en cautiverio, hasta pasados muchos años después, a través de los medios de comunicación.

A la pregunta de si efectuó alguna gestión ante autoridades militares, policial o política con motivo de la desaparición de Elena de la Cuadra, Bergoglio responde simplemente “No, no lo hice”.

Asimismo, figura en el fajo de documentos la fotocopia de una carta que envió Bergoglio a 'Monseñor Mario Richi', arzobispo de La Plata, a quien De la Cuadra acudió como se dijo para tratar de hallar a su hija, pidiéndole que lo ayude.

Sabemos hoy que todas las gestiones de la jerarquía religiosa, si las hubo, fueron infructuosas.

El documento no es concluyente. Bergoglio no afirmó desconocer personalmente los casos de desaparecidos – era común para familiares desesperados en aquellos días terribles tratar de buscar ayuda en la Iglesia – sino los de bebés robados, y lo reafirma en su testimonio.

Asimismo, los seguidores del hoy Papa recalcan su "clara apuesta por la labor pastoral en zonas desfavorecidas" y recuerdan que repetidamente "ayudó a muchos durante el régimen de facto", incluyendo visitas que hizo al mismo Videla intercediendo por los dos jesuitas secuestrados.

La elección de Francisco, como escribe Fantini hoy en su blog en Huffington Post Voces "Las dos caras de Bergoglio", parece reabrir las heridas de quienes vivieron aquellos años en el sufrimiento y el terror. Cabe la pregunta de si restañar esas heridas estará en la agenda del nuevo papa.

Francisco tiene mucho por hacer. En una entrevista de hoy mismo, 14 de marzo, Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, declara que: [Bergoglio] "...nos olvidó un poco, no lo escuchamos nunca hablar de nuestros nietos, ni de los desaparecidos... No vino a estrecharnos las manos ni a ofrecer desde la iglesia el apoyo necesario, que todo católico como somos, esperábamos".

Before You Go

Popular in the Community

Close

What's Hot