Muchas veces las grandes expectativas de la previa no son satisfechas luego cuando efectivamente se produce lo esperado. Pues bien, la gente de Sony multiplicó por mil esta ingrata sensación.
Se suponía que el universo de gamers iba a conocer a la nueva PlayStation 4, la que cambiaría el paradigma de los juegos. Lamentablemente, ninguna de las personas que subió al escenario tenía consigo una consola para mostrar. Sólo hablaron de ella, como viene sucediendo desde hace un año.
Lo que se sabe es que a partir de ahora la PS4 tendrá un procesador x86 de AMD con 8 núcleos. Lo importante de entender aquí es que ya no tendrá un "cerebro" exclusivo, sino que se trata de algo muy similar a lo que trae una PC.
También se comentó que el procesador gráfico trabaja unos 1.8 teraflops (billones de instrucciones de punto flotante por segundo) y permite modelos con 30,000 polígonos en pantalla. De nuevo, lo que hay que entender aquí es que su capacidad gráfica duplicaría a la PS3.
Esos podrían ser los "anuncios" positivos. La gran mala noticia de la noche es que ningún juego anterior de la PS1, PS2 o PS3 será compatible. Sí, se comentó (no se mostró) que muchos de ellos se podrán usar con la PS Vita. La consola portátil funcionaría como una pantalla secundaria "soporte" al estilo de los celulares y tabletas. Entre los títulos anunciados están Knack, Killzone: Shadow Fall, Infamous: Second Son, Diablo 3 y otros.
A partir de ahora, los usuarios de PS4 tendrían la posibilidad de jugar vía streaming (el juego se aloja en un servidor online), sin necesidad de descargarlo en la PS4. Habrá que ver si las conexiones de Internet permiten disfrutar de una experiencia acorde.
Es imprescindible insistir: fueron todas palabras. No se conoció la forma de la consola, ni su precio, ni su fecha de salida. Lo único que sí se pareció a una presentación de verdad fue el famoso Joystick DualShock4, pero este tal vez merezca un capítulo aparte.
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