Por: Vito García
Las sospechas en torno al caso de la muerte de Oscar Pistorius son cada vez más claras y apuntan a que el corredor sudafricano realizó el acto de forma premeditada. Las declaraciones de testigos cercanos a la pareja afirmó que hubo gritos y antes de que ocurriera el homicidio. Lo que parecía ser un trágico accidente en San Valentín , está tomando el rumbo de una violenta escena que exhibe a un hombre que fue un ejemplo de superación para muchos.
Un perfil que el New York Times le hizo a Pistorius en enero pasado, devela aún más claves que pueden indicar indicios de un asesinato premeditado de Pistorius. Una retrospectiva de este perfil deja en clara evidencia a un aspecto del hombre que no se conocía y que menos se imaginaba que podía ser realidad.
En el artículo, Pistorius habla de manera entusiasta sobre el hecho de poseer un arma. Le comentó al reportero Michael Sokolove acerca de un indicente la noche previa a la entrevista, donde tomó su arma y bajó por las escaleras con mucho cuidado al creer que su casa estaba siendo robada. Para la realización del mismo reportaje, llevó a Sokolove a un campo de tiro y le contó que ahí es a donde va cuando no puede dormir.
“Tenemos que ir al campo de tiro”, le dijo Pistorius al reportero. El corredor subió por una pistola de 9 milímetros y dos cajas de municiones. Pistorius mismo se encargó de instruir a Sokolove en la forma en cómo se debe disparar el arma. ”Deberíamos de hacer esto más seguido”, le dijo el atleta. “Si practicaras podrías ser más letal”.
No hay nada criminal en las palabras ni en los actos de Pistorius, pero sí deja en claro que sabía cómo utilizar un arma a la perfección y que estaba listo para utilizarla ante cualquier situación que se presentara.
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