El obispo mexicano Oscar Sánchez estuvo presente durante la renuncia pública del Papa Benedicto XVI. "Dijo con grandísima sencillez 'yo renuncio'… Nos quedamos impresionados", contó el religioso que había sido convocado para anuncia la canonización de la mexicana Lupita García Zavala, ceremonia que finalmente ocurrirá hasta el próximo mes de mayo.
Tras el sorprendente anuncio del Pontífice la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ofreció una conferencia de prensa en donde Eugenio Lira Rugarcia, secretario de esta institución, mencionó que existen dos cardenales mexicanos con la posibilidad de ser elegidos como el sucesor del Papa: José Francisco Robles, cardenal de Guadalajara y presidente actual de la CEM, y el cardenal Norberto Rivera.
Independientemente de sus posibilidades de ocupar el máximo mando de la Iglesia Católica, los dos religiosos mexicanos participarán en la elección del nuevo Papa, según reportó el diario mexicano El Universal. Además, según indica este medio el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez todavía podría formar parte del cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI.
La renuncia del Pontífice hizo sonar las alarmas sobre una posible crisis en el Vaticano y en la Iglesia Católica alrededor del mundo, pero Eugenio Lira dice que la decisión de Benedicto XVI sólo fortaleció la fe de los creyentes, al tiempo que convocó a los católicos de México a recibir la decisión del papa Benedicto XVI "con oración", según publica el diario Milenio.
Por su parte, en entrevista con El Universal, Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primaria de México, reconoció que sin duda este anuncio causó "una gran conmoción y desconcierto", pero que confía en que cosas buenas vengan a partir de esto.
En otra entrevista concedida al noticiario mexicano Primero Noticias, Valdemar mencionó lo siguiente: "Es una gran sorpresa, no esperábamos por supuesto la renuncia, no había signos, no había señales de que el Papa fuera a renunciar, sin embargo, cabe señalar que está en su derecho y las justificaciones que da son totalmente aceptables, lo cual también hay que reconocer en lo que es la valía del Papa Benedicto".
Pero entender y respetar no evita que la noticia provoque tristeza en el episcopado mexicano. "Pues ciertamente por un lado nos entristece, ya que el papa es una persona muy admirada por su carrera intelectual, nos conmociona con la noticia y nos admira al tomar una decisión tan fuerte", dijo Valdemar al periodista Carlos Loret de Mola, titular de Primero Noticias.
Sobre la posibilidad real de que se elija a un Papa mexicano, el vocero de la Arquidiócesis le dijo a este noticiario que no se puede especular sobre el tema y descartó esa probabilidad al tiempo que aseveró que hay temas más profundos sobre los cuáles discutir en lo que concierne a las cualidades del nuevo Papa.
Pero no fue únicamente la Iglesia la que se manifestó tras el anuncio de la dimisión del Papa, también lo hizo así el gobierno de México.
En su cuenta de Twitter, el presidente Enrique Peña Nieto envió un mensaje en el que expresó su solidaridad y respeto ante la renuncia del Pontífice. En otro tuit, el mandatario acotó que la relación entre el Papa y México siempre fue estrecha y apreciada:
El Papa Benedicto XVI siempre ha sido amigo de México y portador de mensajes de paz y reconciliación.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 11 de febrero de 2013
La Secretaría de Relaciones Exteriores también abordó el tema y destacó que el gobierno de México "recuerda con agrado la visita pastoral realizada por el Jefe del Estado Vaticano" a este país en marzo de 2012.
De acuerdo con información de la agencia de noticias Reuters, muchos fieles lamentaron la renuncia de Benedicto XVI, y algunos otros mostraron su indignación ante el hecho.
"No se vale renunciar, el mandato para el que fue elegido tuvo que haberlo concluido como fuera, la muerte es la única que puede terminar este mandato. Así vimos a Juan Pablo, hasta un atentado tuvo y siguió", dijo a Reuters Graciela Ortiz, un ama de casa de 78 años mientras salía de una iglesia en la Ciudad de México.
