El Salvador: Si ARENA pierde las presidenciales, ¿desaparecerá?

El Salvador: Si ARENA pierde las presidenciales, ¿desaparecerá?
San Salvador mayor Norman Quijano speaks during the XXXI General Assembly of the Republican National Alliance (ARENA) party in San Salvador, on September 30, 2012. Quijano was ratified as the presidential candidate of the right wing party for the presidential elections in 2014. AFP PHOTO/ Jose CABEZAS (Photo credit should read Jose CABEZAS/AFP/GettyImages)
San Salvador mayor Norman Quijano speaks during the XXXI General Assembly of the Republican National Alliance (ARENA) party in San Salvador, on September 30, 2012. Quijano was ratified as the presidential candidate of the right wing party for the presidential elections in 2014. AFP PHOTO/ Jose CABEZAS (Photo credit should read Jose CABEZAS/AFP/GettyImages)

Analistas de derechas prevén futuro incierto para el partido opositor

David Ernesto Pérez / ContraPunto

SAN SALVADOR – El escenario político electoral sobre el que está entarimado ARENA, y su candidato, Norman Quijano, se vuelve más desalentador cada mes que se tensa la cuerda para los comicios del 2014: los defectos de fábrica de la postulación salen a flote y estos repercuten en los que, en un principio fueron números positivos, y ahora estadística a la baja.

En dicho sentido, según diversos analistas, el candidato Quijano tiene en su génesis defectos que, debido al tiempo transcurrido, ya no pueden ser rectificados y podrían llevarlos, en el peor de los panoramas, a perder las elecciones contra el FMLN y su candidato, Salvador Sánchez Cerén, y como consecuencia de la derrota, a convertirse en un partido a punto de extinción.

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De tales gravedades es el juego al que ARENA ha entrado, el cual se resquebraja cada vez más con el proceso eleccionario de Quijano.
La designación del edil capitalino, en vez de unificar a la militancia, compañeros y dirigencias, habría “desunido” el proyecto político que nació en los años 80´s con el ex militar Roberto d´Aubuisson Arrieta.

La dispersión se debería al proceso en sí, el cual, aunque producto de análisis de grupos, encuestas y otras herramientas, arrojo un molde de candidato, el cual no fue llenado con la personas indicada, según los analistas consultados por ContraPunto.
Los expertos sostienen que, Quijano representa a la “vieja escuela” de ARENA, quienes crecieron política e ideológicamente en el periodo de la Guerra Fría y la Guerra Civil, con el discurso anticomunista y bélico. Ahora, ese corte es inactual, y desfasado como oferta para los electores que no son voto duro del partido de derechas.

Lo que sí devendría en vigente para el cuerpo electoral, es la no relación de rostros y discursos que ya gobernaron en décadas atrás, lo que Quijano no representaría.

“Hubo multiplicidad de propuestas para elegir al postulante, se hizo un perfil del candidato, se invirtió mucho trabajo para llegar a un perfil al cual se llega con sentido común: tenía que ser un candidato que tiene gran capacidad de interlocución con la sociedad civil, creo que, aparte de los méritos que pueda tener Quijano como alcalde, no es precisamente lo que él representa”, analizó el ex miembro del FMLN, Paolo Luers.

Aparte de la “poca identificación” que el elector independiente pueda sentir con el alcalde de San Salvador, la división interna en ARENA –surgida entre los precandidatos no electos y las “heridas no cerradas” – y los discursos que, en boca de Quijano puedan resultar “no tan creíbles” hace mella alrededor de las aspiraciones de retornar al poder, después de cuatro años de ausencias del partido que gobernó durante dos décadas El Salvador.

En marzo del año pasado, ARENA se posicionó como la primera fuerza política, ganando varias alcaldías que fueron “bastiones” de su principal oponente político, es decir, el partido oficial.

En ese ambiente de euforias y envalentonamientos, la dirigencia del partido opositor –empujada por el coro de tensiones adelantadas por las presidenciales – puso en la palestra a una serie de figuras que sonaron como cartas posibles para candidatearse en las presidenciales del próximo año.

Fue así que nombres como el de Ángel Quiroz, Ana Vilma de Escobar, Edwin Zamora y el mismo Quijano empezaron a ser sondeados frente a las preferencias de los electores. Entre ellos, Quijano descolló y la dirigencia arenera explotó en júbilo para investir a un hombre que, es considerado el favorito del ex presidente Armando Calderón Sol.

Las primeras mediciones fueron contundentes para la confianza de una ARENA que todavía carga con el fantasma de la derrota del 2009, la expulsión del ex presidente Elías Antonio Saca y la salida de varios de sus miembros, que ahora integran GANA.

A mediados del 2012, Quijano apareció en el primer lugar de preferencias con casi 50 puntos porcentuales, muy por encima de Sánchez Cerén quien suele tener porcentajes negativos. Desmarcándose de ambos, Saca apareció desde la penumbra con puntos que lo perfilaban con serias aspiraciones, pese a no tener confirmada su participación.

En la otra moneda aparecieron las banderas: ARENA y el FMLN se disputaban el primer lugar con una leve ventaja para el partido opositor. El resto de partidos – GANA, CN, PES y CD – con ínfimos porcentajes para competir con los primeros puestos.
Desde mediados del año anterior la cosa cambió: Quijano descendió casi 24 puntos porcentuales, el FMLN es el partido con mayores índices de preferencia, Saca aumenta y Sánchez Cerén disminuye sus puntos rojos.

¿Cuál es la explicación a la caída de Quijano? Para el analista político y ex ministro de hacienda de Calderón Sol, Manuel Enrique Hinds se trató de una burbuja. La esfera estaba muy hinchada después que Quijano ganó las elecciones y se consagró como máximo líder de ARENA. Ahora que la euforia pasó, lo que queda es un panorama sombrío.

Para explicar el tema, el “padre de la dolarización” compara, en un artículo publicado en un reconocido medio de prensa conservador, que la medición de la imagen de Quijano después de las elecciones municipales fue similar a tomarle el azúcar a un paciente que acaba de comer un tarro de helado: los niveles de azúcar, saldrán altísimos. En el caso del munícipe “la imagen era una burbuja, y como tal reventó”.

“Estos meses han mostrado un parálisis en el candidato que es parte de la explicación de por qué su popularidad ha caído tanto”, expone uno de los ideólogos del neoliberalismo

.

Para sostener su tesis, Hinds teje el siguiente esquema: el aspirante fue nombrado con demasiado tiempo de anticipación y el discurso de ARENA debe adaptarse a los nuevos tiempos, entre otros puntos. De lo contrario, el partido de derechas se enfrenta a “resultados que no serían nada agradables” en los comicios del 2014.

“Aunque la mayoría de la población no es extremista, ARENA ya no puede ganar las elecciones presidenciales con cualquiera candidato y la promesa de detener al comunismo. El electorado exige candidatos que propongan estrategias viables y fáciles de entender para resolver los graves problemas del país, que den un liderato alrededor de las ideas modernas y que demuestren que van a mejorar la manera en la que se hacen las cosas en el país”, argumenta Hinds en su artículo.

Sobre el discurso de la Guerra Fría, el munícipe ha hecho gala de este desde que asumió la casaca de candidato presidencialista, incluso ha desatado enfrentamientos mediáticos con el presidente Mauricio Funes por declaraciones que, según éste último, son “mentiras” nacidas de las ansiedades de la campaña.

Para muestra, Quijano en gira por España, aseguró el 27 de octubre del año pasado al periódico El País, que el gobierno en funciones mentía sobre las estadísticas de homicidios, extorsiones y desaparecidos, además pretendió avivar el llamado “miedo rojo” comparando a los ministros de Funes con “los comunistas”.

Asimismo, en el periódico La Razón, siempre de España, tildó al gobierno de Funes de “Marxista Leninista”; lo embistió diciendo que es “un desastre” según los sondeos de opinión y hasta habló de la infiltración del narcotráfico.

Inmediatamente, el “primer presidente de izquierda” salió, en su programa radial, desmintiendo públicamente al alcalde, incluso señaló que Quijano estaba jugando una campaña negra con fines electorales.

Desde la incursión en la palestra pública de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y un grupo de sectores abanderados en “nuevas formas de hacer democracia”, el discurso de la Guerra Civil, anticomunista o en extremo contrario, resultó llano, aburrido y exasperante para grandes masas de la sociedad que no integran el voto duro de los partidos mayoritarios.

En dicho sentido, “seducir, enamorar” a estas masas es un imperativo para los partidos políticos. Sin embargo, esta tarea se vuelve “muy difícil” para candidatos “de hueso duro” como Quijano o el mismo Sánchez Cerén, no por ser incapaces de adoptar nuevos discursos, sino por la imagen que los liga con el pasado de los institutos políticos que representan.

Para el caso, la trayectoria de Quijano es inocultable con el pasado de ARENA: concejal de Mario Valiente en la Alcaldía de San Salvador y diputado durante cinco periodos (1994 -2009). En los periodos legislativos que fungió, el partido de derechas aprobó normativas tan cuestionadas como La Ley de Integración Monetaria, Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, reparto de instituciones con el Partido de Conciliación Nacional (PCN, ahora Concertación Nacional), entre otros.

Incluso, se institucionalizaron los llamados “madrugones legislativos”.

A la par, los sectores opositores al entonces gobernante ARENA criticaron el dominio, desde la Asamblea y el Ejecutivo, de la Corte Suprema, la Fiscalía General, Corte de Cuentas, entre otras instituciones claves para el “blindaje político”.

No obstante, es imposible comprobar la participación directa de Quijano en el comportamiento del partido que lo promueve, también es insoluble que el candidato se ve salpicado por el pasado; aunque para protegerse, ha reiterado en varias ocasiones que no puede ser juzgado por lo que los líderes de ARENA “hicieron en su momento”.

En el cambio de discurso, Quijano avanza a posiciones que expresan apertura a “organizaciones de la sociedad civil”, tratando de mostrar cercanía a movimientos ciudadanos que pugnan por la reforma electoral o la llamada “defensa de la institucionalidad”.

Por esto, en los recientes spots televisivos, Quijano distancia su imagen del partido que lo conduce por la senda electoral, y se acerca a estos sectores que se consideran “a-partidarios y apolíticos”.
Según Paolo Luers, desde la ruptura del 2009 y la posterior fuga de diputados, el partido de oposición tuvo la tarea de renovarse y mostrar una nueva imagen ante los electores, lo que hasta la fecha no ha hecho.

“Quijano ha entendido y está apostando correctamente hacia donde hay que apuntar, ahora no sé si le va a salir; ha entendido que tiene que adoptar un discurso de apertura a la sociedad (…) qué hable de gobierno ciudadano es correcto, ahora, no sé si a él se la van a creer”, expresó Luers.

Las opiniones de los analistas de derechas no causaron preocupaciones en los diputados de ARENA Roberto d´Aubuisson y Ana Vilma de Escobar. El primero observa que, en vez de la caída de puntos de Quijano, hay un “crecimiento menguado”, mientras la parlamentaria prefiere dar tiempo a que el partido “active su maquinaria”.

Para contra – argumentar, el hijo del fundador del partido opositor dijo que el país todavía no está en elecciones, y que por lo tanto no está en los electores el tema, no obstante los nombramientos de candidatos y los sondeos de opinión pública que colocan la temática en la agenda diaria.

A la vez, el diputado alegó que el edil capitalino continúa en el primer lugar de popularidad y ARENA “es la primera fuerza política”. d´Aubuisson tampoco perdió la oportunidad para desdeñar el razonamiento de quien no considera versado en los azares de la política partidaria.

“La experiencia en contiendas políticas de él (Hinds) es bien exigua, bien pequeña, creo que nunca ha corrido como candidato a nada, nunca ha sido miembro de ningún equipo de campaña, por lo tanto no podría decir qué tanta experiencia tenga”, reaccionó el asambleísta.
Mientras tanto, Ana Vilma de Escobar – quien compitió en la precandidatura junto a Quijano – defendió la designación del edil, señalando que “tenía los números” para correr en la contienda electoral.

Para de Escobar, superar “el estancamiento” en la popularidad de Quijano pasa por que el partido “active” la maquinaria propagandística.

“Es opinión que respeto (de Hinds) pero en este caso no tengo duda que, una vez el partido se active, una vez el motor se eche a andar, eso también es un vehículo muy importante y vamos a ver el cambio”, respondió la ex vicepresidenta en la gestión de Elías Antonio Saca.
Ambos, en conclusión, exaltaron la posición de Quijano en las encuestas, el dinero que el FMLN “invierte en campañas de ataque contra nuestro candidato” y cerraron sus valoraciones respetando pero no compartiendo los cálculos de ideólogo neoliberal.

Los analistas citados en este artículo ensayaron escenarios posibles para las presidenciales del 2014 en las que ARENA, si no corrige el rumbo que lleva, deberá enfrentar.

Manuel Enrique Hinds coloca los resultados de los comicios, en caso ARENA “rehúse enfrentar la realidad”, realizando un viaje al pasado: “eso fue lo que hizo en el año anterior a las elecciones del 2009”. Los resultados fueron la derrota electoral frente al FMLN.

Paolo Luers mira más allá de un desastre electoral dentro de un año, prevé, si Quijano sucumbe ante sus adversarios, a una oposición entrando en la brecha de la agonía:

“Si vuelven a perder no creo que se levanten. Echaron a la m… al culpable del desastre del 2009 que era Tony Saca… ¡Aja! ¿A quién van a echar a la m… esta vez? ¿A los ex presidentes que han decidido poner a Norman Quijano? ¿Qué queda? ¡Se están jugando todo!”, concluyó.

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