México tiene estadios modernos de béisbol: Culiacán, Hermosillo y Monterrey

Los buenos estadios de béisbol mexicanos

** Con la Serie del Caribe 2013 inauguran el de Sonora, y el de Sinaloa a fines de año.

** Donde primero se bateaba y se corría fue en los jardines de los palacios monárquicos.

** El Elysian Field de Hoboken, New Jersey, primer escenario de beisbol bajo las Reglas.

CORAL GABLES, Florida (VIP-WIRE).- Ahora, con la Serie del Caribe en Hermosillo, se ha inaugurado en esa alegre y bullanguera capital sonorense, uno de los estadios para beisbol más modernos de Latinoamérica. Y México tiene, hace décadas, el mejor parque de nuestro Continente, en Monterrey, casa de los Sultanes.

Además, cuando comience el campeonato 2013-2014 de la Liga del Pacífico, también abrirá sus puertas el muy moderno nuevo estadio de los Tomateros, en Culiacán.

En cambio, los ritos religiosos que fueron tatarabuelos del beisbol, y eran practicados por los faraones egipcios, tenían como escenario simplemente los jardines de los palacios monárquicos.

Después se jugó cricket y se jugó rounders (rondá o rondada), antes de que aparecieran más de 32 pasatiempos callejeros en el noreste de Estados Unidos, los cuales se jugaban en cualquier espacio rural que permitiera batear y correr.

Hasta que los alegres caballeros de los Nickerbockers de Nueva York, descubrieron el Elysian Field de Hoboken, New Jersey. No solo era una inmensa sabana, de la cual sobraba espacio, sino que había también facilidades para bañarse, un bar-restaurant con cerveza siempre helada y comida sazonada de manera exquisita.

Allá, en Hoboken, se celebró el primer juego de beisbol bajo las Reglas, el 19 de junio de 1846. No obstante, se había jugado durante siglos a lanzar, a batear, a fildear y a correr, pero sin condiciones escritas.

Más tarde surgió el Union Grounds de Brooklyn, primer estadio delimitado por vallas o cercas.

Apenas 14 años después de aquel juego inicial bajo las Reglas, o sea, en 1860, una multitud plenaba el Húntinton Avenue Grounds, de Boston. Acudía tanta gente, que millares de espectadores se unicaban de pie en el terreno, a poca distancia de las líneas de fair. Aún no lo prohibían las Reglas.

Un viejo escenario de polo en Manhattan, fue convertido en el Polo Grounds, casa de los Gigantes.

Y con el siglo XX aparecieron notables parques para las Grandes Ligas, con bases de hierro y madera, como el Shibe Park, de Philadelphia; el Forbes Field, de Pittsburgh; el Fenway Park, de Boston; el Wrigley Field de Chicago, el Tiger Stadium, de Detroit; el Yankee Stadium de Nueva York y algunos más.

Ha habido unos 80 estadios notables en la pelota mayor, y para los de ahora se venden boletos hasta por cien y más dólares por juego. El primero a quien se le ocurrió cobrar por dejar ver un juego de beisbol fue a William Cammeyer, quien recibía 25 o 50 centavos por persona.

Otro cambio notable...: A fines del siglo XIX fueron numerosos los locales del beisbol consumidos por el fuego, porque eran de madera. Por eso surgió el hierro en esas constrcciones, y más tarde el concreto.

Los estadios que se pueden calificar de modernos, comenzaron a levantarse en 1960. Y en cada oportunidad posible, se les ha agregado algo en busca de la comodidad de los espectadores y de mejores negocios.

Por ejemplo, por una necesidad se inventó el techo para el Astrodome de Houston. Trataban de brindar mejor clima a los fanáticos. Y por la cúpula que cerraba esa construcción, tuvieron que crear la grama artificial, ya que la natural, sin sol, moría.

Pero ya no se usa la grama artificial en Grandes Ligas ni en las menores, porque causa muchas lesiones en tobillos y rodillas, además, su mantenimiento es muy costoso, y sube el calor en cinco o más grados.

Por eso, andan algunos vivianes por Latinoamérica, tratando de embaucar a incautos, vendiéndoles las sobras que nadie quiere en Estados Unidos.

El nuevo Yankee Stadium y Citi Field, ambos de Nueva York, costaron tres mil millones de dólares, y ni siquiera pensaron en ponerles la innecesaria y nociva grama sintética.

Desde 2002, cuando inauguraron Camden Yards en Báltimore para los Orioles, vivimos una era de locales de numerosas comodidades y de facilidades técnicas del último momento. Se han construído siete estadios en centros de ciudades para darles valor a los terrenos del área y mejorarla socialmente también.

Hoy día, las pantallas gigantes, las pizarras muti-informativas, los sistemas de sonido de varias dimensiones, la inmensa variedad de bares, restaurantes y sitios de comida rápida, más las comodidades de estacionamiento, son atractivos adicionales al de la acción en el terreno.

El beisbol ya es mucho más que aquellos parsimoniosos ritos religiosos de los faraones egipcios, oficiados hace cinco mil años.

Jbeisbol5@aol.com

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