En la segunda parte de la entrevista exclusiva que Adamari lópez le concedió a HuffPost Voces, la querida actriz nos abre su corazón una vez más. Nos cuenta lo difícil que fue para ella desnudar su intimidad en su primer libro, "Viviendo" y nos confiesa que a su mamá le faltó leer un capítulo antes de morir y que fue parte muy importante recordándole detalles y momentos vividos.
"Dejar saber tantas intimidades no fue cosa fácil, sobre todo cuando uno se las quiere ocultar... Tomar la decisión de escribir el libro fue como lo más difícil", nos confiesa Adamari y dice que una vez que comenzó le fue mucho más simple.
Feliz porque el libro ya se ha convertido en el número uno en ventas en Estados Unidos, Adamari siente que eso le afirma aún más que lo que hizo está bien hecho: "He ido por el camino correcto, he dejado salir toda esa angustia que había sobre mi enfermedad y mi vida personal, lo he podido hablar con respeto, con cariño para seguir adelante", dice.
"Necesitaba sacar ese peso de encima para poder continuar adelante, me hubiese gustado superar esas cosas mucho tiempo atrás y que no me hubiese pegado tan duro, pero no puedo obligar a mi corazón o a mi razón. Si puedo hablar ahora es que he podido sanar y liberar todo eso que no me dejaba respirar y que de alguna manera estaba yo respetándome y perdonándome a mi misma", agrega.
En su libro, cuenta como para ella fue difícil compartir con su familia y sus amigos la crisis que estaba atravesando su matrimonio con Luis Fonsi y eso tiene esta explicación: "En un momento sentí que había esperanzas... La vida da muchas vueltas y uno no sabe si todo lo que conté dónde queda. Si nadie sabía todos perdonábamos y nadie le agarraba coraje".
Su mami, Doña Vidalina falleció unos días antes que Adamari lanzara su libro, sin embargo la guapa actriz tiene un gran recuerdo de lo que compartieron en este proceso de elaboración, tanto para escribirlo como de sanación interna: "No lo leyó en su totalidad palabra por palabra, yo tenía el manuscrito y cada vez que venía leíamos del libro y llegamos a leer de los 14, 13 capítulos. Ella también me ayudó en detallitos, cositas que ella quería decir".
Uno de los recuerdos que atesora en el libro, es un sofá donde se refugiaba cada vez que regresaba de realizarse una quimioterapia. Un lugar que le daba paz y en el que se sentía cobijada, junto a un peluche que le había regalado Luis Fonsi, sin embargo, aunque le hubiera gustado conservarlo no le fue posible y ella misma lo explica con el humor que la caracteriza: "Ese sofá no era de mi administración y quedó en la otra administración".
