A un mes de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, los familiares de los niños asesinados por Adam Lanza no encuentran consuelo y reclaman una solución ante el creciente problema de violencia. Los padres de la pequeña Ana Gracia Marquez-Greene -la niña boricua de seis años que murió en el tiroteo- se unieron a la petición.
Visiblemente desconsolada la madre de la pequeña, Nelba Marquez-Greene, habló de la imperiosa necesidad de ambientes más seguros e informó de la creación de un grupo sin fines de lucro llamado 'Sandy Hook Promise' con el fin de que la tragedia que viven las familias que perdieron sus hijos en Newtown no la tengan que vivir otros.
Esta iniciativa fue presentada en una reunión de la localidad, donde asistieron los padres de los 20 niños asesinados por Adam Lanza. Otros seis adultos de la escuela Sandy Hook murieron durante la masacre. El asesino mató previamente a su madre en la casa, que ambos compartían en la misma localidad.
"No es enfocarse en una solución o en otra, no creo que sería tan eficaz como buscar un enfoque integral", dijo el padre de Ana Gracia Marquez-Greene en una entrevista en el programa televisivo Good Morning America.
"Es obvio, que nosotros necesitamos tener nuestras escuelas, nuestras calles, nuestros centros comerciales, nuestros lugares públicos con más seguridad", dijo el padre de la pequeña Ana. "El acceso a los tratamientos mentales es algo que también tiene que ser mejorado", añadió el padre, un músico de jazz que enseñó a Ana a tocar el piano a muy temprana edad.
"Ana estaba llena de vida, de amor", recordó el padre.
La madre, sin poder contener el llanto, expresó: "Ella era dulce, amorosa, inteligente [...] era también una fashionista", dijo Nelba Marquez-Greene, quien llevaba un adorno en el pelo como lo usaba su hija.
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