El consumo excesivo de alcohol en un período corto de tiempo (lo que se conoce en inglés como binge drinking) tiene como protagonistas a las mujeres entre 18 y 34 años con un ingreso de $75,000 o más al año. Mientras más alto es el ingreso, mayor es la incidencia. Se estima que el 66 por ciento de las mujeres con este hábito ocupan posiciones administrativas y profesionales en sus empleos.
Según el Centro de Control de Enfermedades (CDC), 1 de cada 8 mujeres en los Estados Unidos consume 6 unidades consecutivas de alcohol en breve tiempo, un promedio de tres veces al mes. La medida de 6 unidades es lo que en la mujer se considera binge drinking, aunque hay estadísticas de episodios de 10 a 14 tragos. Este tipo de consumo en la mujer duplica la incidencia masculina del mismo hábito. En los años recientes, el Consejo Nacional de Alcoholismo y Abuso de Sustancias ha observado aumentos en ese estilo de consumo especialmente en las mujeres jóvenes, encontrando que una de cada 5 estudiantes lo practica.
Se calcula que 12,000 mujeres mueren anualmente a causa del problema, que acarrea serios riesgos de vida y salud. A corto plazo, estas mujeres están más propensas a tener relaciones sexuales sin su consentimiento o sin protección, ser víctimas de violencia, sufrir accidentes automovilísticos o a morir por intoxicación e insuficiencia respiratoria. En un término de 5 a 10 años, su corteza cerebral, la parte del cerebro que piensa, se deteriora rápidamente y desarrolla dificultad en controlar los impulsos, completar tareas de resolver problemas simples y cumplir compromisos de trabajo.
La mujer, que tiene menos peso, menos líquido y menos recursos corporales que el hombre para combatir los efectos del exceso de alcohol, también puede sufrir pérdida de memoria, daño al corazón, cirrosis y cáncer.
Ya que es en el pico de la edad reproductiva (18-34 años) cuando es más frecuente el consumo excesivo de alcohol, puede perjudicarse la capacidad de concebir y de tener un embarazo y un bebé saludables.
Las causas del binge drinking podrían incluir el escenario social, la presión de otras mujeres y de los asociados de negocios, la depresión, la auto-estima baja y el estrés excesivo causado por un trabajo altamente competitivo frente a las obligaciones del hogar y de los hijos.
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