Un milagro navideño para Rebeca

Un milagro navideño para Rebeca

A sus 6 años, Rebeca recibió el único regalo de navidad que pidió. La libertad de su padre, Benjamín Román Moreno, de un centro de detención migratorio. Para la niña fue un milagro mayor que su propia sobrevivencia contra la leucemia.

Durante casi un mes, ella se debilitó físicamente debido a la ausencia de su padre y, a su vez, Benjamín en su encierro, también temió por la salud de su hija y el destino de la familia sin el sostén de su salario como trabajador de la construcción en Fort Worth.

Desde su nacimiento, Rebeca ha padecido problemas de salud, la han sometido a varias cirugías de la boca y el paladar, un trasplante de médula e innumerables transfusiones y sesiones de quimioterapia en su lucha contra el cáncer.

En su pecho tiene una incisión cerca de su corazón, por donde se conectan tres líneas de catéteres para recibir o extraer por ahí sangre o administrar medicamentos. A pesar de ello, las infecciones y las hospitalizaciones son cada vez más frecuentes.

“Sólo pensaba en mis hijos, sobre todo en Rebeca, cómo sobrevivirían si yo soy el único sostén en la familia”, dijo Benjamín, quien llegó a Estados Unidos hace 17 años y después se trajo a su esposa Benita de su pueblo en Saín Alto, Zacatecas.

El mexicano fue detenido cuando rebasó a una patrulla de la policía el 23 de noviembre y luego se le entregó al Servicio de inmigración y control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Dallas para iniciar su proceso de deportación.

Se le encontraron dos cargos de conducción bajo los efectos del alcohol en su récord criminal. Ambos delitos se agregaron a su historial hace 14 y 7 años en situaciones muy dudosas sobre su culpabilidad e identidad.

El abogado Arturo Rodríguez III del Centro de Empoderamiento en Inmigración Isenberg (ICIE, del inglés) se abocará a investigar la naturaleza de ambos cargos. Se introdujo una petición de liberación para que estuviera con su familia y su hija enferma Rebeca en las fiestas navideñas y aparentemente por razones humanitarias se concedió la solicitud.

Incluso, días antes las autoridades de la oficina de la defensoría pública de ICE en Washington, D.C. habían negado una solución para el caso de Román Moreno.

La libertad de Benjamín fue sorpresiva. Salió por disposiciones de la directora de reforzamiento y deportaciones (ERO) del ICE en Dallas, Simona Flores, a raíz de los trámites del Centro ICIE.

La llegada a su casa fue también sorpresiva para su hija Rebeca, quien lloró de felicidad cuando lo vio en la puerta de su casa e inmediatamente le pidió comida y también la búsqueda de una forma de celebración para la llegada de su papá. La pequeña le dijo a su madre Benita que le gustaría celebrarlo con una danza de matachines mexicanos.

“Fue una promesa que se cumplió a Rebeca, lo que ella pidió para esta Navidad”, señaló el fundador de ICIE, Ralph Isenberg. Para la niña, también fue cuestión de un milagro.

En Estados Unidos, se deportaron en la primera mitad del 2011 a más de 46,000 padres de niños nacidos en este país, según cifras de ICE y la organización “We belong together” consideró que actualmente hay 5,000 niños en hogares temporales debido a las deportaciones de sus padres.

Before You Go

La deportación de inmigrantes

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