NUEVA YORK.- Un grupo de líderes cívicos y funcionarios elegidos exhortaron a los neoyorquinos a entregar sus armas a cambio de dinero y juguetes, como una demostración de sensibilidad ante la masacre de Newtown, Connecticut en la que murieron 27 personas, 20 de ellos niños estudiantes de la escuela Sandy Hook, donde se perpetró el ataque.
Mientras continúa creciendo en el país la presión para exigir a la clase política acciones concretas y urgentes sobre el control de las armas de fuego, Nueva York ha empezado a liderar una cruzada nacional contra las armas. Después de todo, Newtown está localizado a sólo 50 millas de la Gran Manzana y el estado de Connecticut, junto a Nueva Jersey integran el área metropolitana neoyorquina.
"La pasada semana vimos en la escuela elemental Sandy Hook, cuán dañinas pueden resultar las armas para las comunidades, familias y nuestro país en general", dijo el concejal Ydanis Rodríguez. "Como padre, me sentí devastado personalmente por las noticias y hoy estoy nuevamente comprometido en tomar acción ante un tema de vital importancia".
Los líderes cívicos y funcionarios neoyorquinos elegidos presentaron este martes la iniciativa de recuperación de armas a nivel de toda la ciudad. Las armas deben ser entregadas en los cuarteles del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) bajo condición de que quienes las entreguen, no serán interrogados. A cambio, recibirán 100 dólares en efectivo.
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Adicionalmente, los líderes neoyorquinos anunciaron la implementación del programa "Juguetes por Armas" en combinación con el empresario Fernando Mateo una iniciativa mediante la cual los padres o los abuelos pueden entregar un arma y recibir a cambio, un juguete o cupón para sus niños.
El alcalde de Nueva York Michael Bloomberg nuevamente arremetió este martes contra los líderes del Congreso de Estados Unidos exigiéndoles una regulación urgente a las leyes de uso de armas de la nación.
Bloomberg preside una coalición de unos 700 alcaldes que desde 2006 han venido urgiendo los cambios en atención a la escalada de violencia producida por las armas de fuego.
Los representantes cívicos se pronunciaron además en favor del Acta de Prevención del Tráfico de Armas de la senadora federal por Nueva York Kirsten Gillibrand quien junto a la también senadora de Estados Unidos Dianne Feinstein, prometieron presentar una legislación ante el Senado para prohibir las armas de asalto y cargadores de más de 10 disparos.
La propuesta de la senadora Gillibrand reprimiría el tráfico ilegal de armas, un tema crucial en Nueva York, donde el 85 por ciento de las armas mortíferas provienen de fuera del estado.
Seis de cada 10 personas apoyan prohibir los cargadores de alta capacidad, reveló una encuesta divulgada por la cadena ABC y el diario The Washington Post, generada a raíz de los trágicos sucesos en la escuela de Newton.
La misma encuesta estableció que el 54 por ciento de los estadounidenses respalda un incremento de las restricciones sobre las armas y la mayoría cree que el tiroteo en la escuela Sandy Hook obedece a "problemas más amplios de la sociedad estadounidense".
"La devastación en producida en la escuela Sandy Hook resulta incomprensible, y nuestros corazones están con los familiares de los que han muerto", dijo de su parte la presidenta del Concejo de Nueva York Christine Quinn.
Quinn exhortó al congreso y a los cuerpos legislativos locales en todo el país a tomar acción directa contra las armas. “Esto debe incluir la aprobación inmediata de la prohibición de armas de asalto", insistió.
"Más de 30,000 muertes se dieron a causa de la violencia por las armas en Estados Unidos durante el pasado año. Existe una verdadera necesidad de limitar la cantidad de armas ilegales en nuestras calles. Estas armas se adquieren con demasiada facilidad y con frecuencia caen en las manos equivocadas, poniendo en riesgo las vidas de nuestros niños", sostuvieron los líderes neoyorquinos en una declaración escrita entregada a HuffPost Voces.
Bill De Blasio, Defensor Público de Nueva York subrayó la necesidad de aprovechar el momento mediante iniciativas como la compra de armas, "para sacar las armas mortíferas y frecuentemente ilegales de nuestra comunidad".
"No escatimaremos en herramienta alguna a fin de proteger a nuestras familias y nuestros hijos", dijo De Blasio.
"Debemos unirnos, como nación, y sostener una conversación seria sobre la violencia de las armas. Me uno a los funcionarios electos para llamar a todos los neoyorquinos para que entreguen sus armas, de manera que podamos evitar más tragedias como la ocurrida en la escuela de Newtown", expresó Julie Menin, presidenta de la Junta Comunitaria 1 del Alto Manhattan.
"Luego del terrorífico tiroteo en Newtown, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance, para garantizar la seguridad de nuestros hijos y familias", dijo en su oportunidad el senador estatal Adriano Espaillat.
Espaillat habló de restaurar la seguridad para todos mediante la unidad en el propósito de eliminar las armas de los vecindarios y promover mayores restricciones sobre la venta de las mismas.
La asambleísta electa Gabriela Rosa advirtió que es el momento de actuar para garantizar la implementación de medidas de sentido común a nivel local y nacional, para prevenir que tragedias sin sentido se repitan.
"Todos somos vulnerables ante la amenaza de la violencia de las armas", agregó Rosa.
Cifras de las organizaciones que a nivel nacional promueven no sólo mayores restricciones sobre las armas de fuego sino su eliminación total en manos de la población civil, citan que desde 1968, más de 400 mil personas han sido asesinadas a tiros en Estados Unidos. Entre las víctimas principales se incluyen a jóvenes y niños.
La coalición de alcaldes que preside Bloomberg fue más allá esta semana cuando, al llamar a los estadounidenses a firmar una petición online a favor del control de armas, afirmó que, de continuar el ritmo de muertes por violencia armada, "habrá 48.000 muertos más al final del mandato del presidente Obama".
