La estrella de Belén, ¿un fenómeno astrológico o un milagro?

La estrella de Belén, ¿un fenómeno astrológico o un milagro?
The Three Wise Men follow the Star of Bethlehem on their journey to the birth of Christ
The Three Wise Men follow the Star of Bethlehem on their journey to the birth of Christ

¿Una leyenda?, ¿un fenómeno astrológico?, ¿un evento histórico? o ¿acaso un milagro?

La tradición cuenta que los Reyes Magos pudieron acudir a la adoración del Divino Niño gracias a la luz de una brillante estrella que guió sus pasos. Durante siglos, se creyó que esto era un mito, pero documentos encontrados en épocas posteriores, y cálculos más precisos realizados durante el último siglo, dan cuenta que una configuración planetaria extraordinaria tuvo lugar durante el nacimiento de Cristo.

Entérate más sobre esta historia:

Corbis
Gracias a la astrología moderna, se realizaron estudios sobre las configuraciones planetarias reinantes en esos días, y es que, conocer la ubicación de los planetas hace 2000 años atrás se reduce, simplemente, a cálculos matemáticos. A partir de esos cálculos, pudo saberse que cinco de los siete planetas conocidos coincidieron en el signo Piscis, dando lugar a una gran conjunción o “Stellium”.
Alamy
Mateo 2:1-12, (según las Escrituras), relata que unos hombres sabios (magi) llegaron de Persia a Jerusalén, diciendo “Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle”. Herodes convocó a los principales sacerdotes y escribas del pueblo, y les preguntó dónde habría de nacer el Cristo y ellos le dijeron “En Belén de Judea, porque está escrito por el profeta”.
Getty Images
Herodes el Grande llamó en secreto a los magos y les dijo “Id allá y averiguad acerca del niño, y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.” Y los envió a Belén. La estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre donde estaba el Niño. Los Reyes Magos le adoraron, le ofrecieron como presentes oro, incienso y mirra, pero recibieron una revelación en sueños: que no volviesen a Herodes, y así lo hicieron y regresaron a sus tierras por otro camino.
AP
El Sol, la Luna, Venus, Júpiter y Saturno se conjugaron en Piscis, el día 1 de marzo del año 7 a.C., mientras que muy cerca se hallaba Mercurio, ascendiendo en el firmamento. Un brillante Mercurio, iluminando el camino para los sabios persas, una Estrella sobre Belén. Este acontecimiento, astrológicamente comprobado, nos lleva entonces a otro interrogante. ¿Nació Jesús en la fecha en que todos creemos?
Shutterstock
La historia moderna indica que la muerte de Herodes se produjo en el año 4 antes de nuestra era, y su orden de matar a los niños, que obligó a José y María a desplazarse hasta Belén, fue impartida por medio de un edicto en el año 8 a.C. Siendo el Imperio Romano tan vasto, los edictos se difundían durante doce meses hasta llegar a ser conocidos por toda la población.
Getty Images
De acuerdo a estas fechas, nos situaríamos entonces en el año 7 a.C., justamente cuando se produjo la gran conjunción astral.Al margen de las disputas científicas, religiosas, y cualquier consideración astronómica o histórica, no podemos negarla magia, la belleza y el mensajedetrás de la Estrella de Belén, que en medio delos cielos, señala un lugar de nacimiento, de vida y de esperanza para la humanidad.

Before You Go

Corbis
Por Diana, la astrólogaEn la antigüedad, los ciclos de las estaciones determinaban el estilo de la vida de las personas. La vida se asociaba a la primavera, mientras que la muerte era asociada al invierno. En el hemisferio norte, el 25 de diciembre tiene lugar el solsticio de invierno; es el día más corto y la noche más larga, pero, a continuación el Sol comienza a ganar la batalla contra el frío y las sombras, hasta que llega la Primavera. Para los antiguos, la permanencia de los árboles simbolizaba la vida.
Corbis
No hay ninguna cultura antigua que no haya considerado a un árbol como símbolo de la vida y de sabiduría.Las primeras noticias que tenemos sobre ello vienen del lejano Egipto, donde los sacerdotes consagraban árboles siempre verdes al dios Osiris, creyendo que la condición de permanecer frescos y verdes durante todo el año, era símbolo de inmortalidad y fertilidad. Aún en la Biblia se mencionan estas costumbres paganas. También los griegos veneraban al Pino, que estaba consagrado a Dionisio; la piña cerrada era para los griegos símbolo de virginidad, y no es casual que también forme parte de la decoración navideña.
Getty
Miles de años antes de Cristo, una gran variedad de pueblos indoeuropeos tenían a los árboles como expresión de las fuerzas fecundantes de la Madre Naturaleza, por lo que les rendían culto. Pero la costumbre de engalanarlo parece provenir de los celtas, para quienes el Roble era sagrado: en invierno, al perder sus hojas, era adornado para atraer el espíritu de la Naturaleza que lo había abandonado.
Getty
Esta tradición, heredada a través de los siglos, ha servido de inspiración para nuestro actual arbolito de Navidad, ese que colocamos en nuestros hogares todos los años, adornado con guirnaldas y luces.
Alamy
Desde un punto de vista religioso, también para la Cabala (Kabbalah, que significa "tradición", en hebreo), es en el Árbol de la Vida que residen los valores de la sabiduría y el poder. Y es que ese árbol de la vida, hermoso a la vista y generoso en sus frutos, les hubiese otorgado a Adán y Eva la vida eterna. En cambio Eva, mujer al fin, desoyó la prohibición de comer sus frutos, y no solo comió, sino que convidó generosamente a Adán del árbol del conocimiento. La historia que sigue es conocida, ambos fueron expulsados del Paraíso y condenados, ellos, y sus hijos, y los hijos de los hijos, por siempre a morir.
Getty
Muchos aseguran entonces, que el Árbol de Navidad, no es otra cosa que una representación de aquel Árbol de la Vida de la Creación, con sus lustrosas y rojas manzanas, fruta del pecado original, que hoy se convierten en brillantes adornos navideños.
Corbis
Tantas culturas, ¡tantas historias! Lo importante hoy, es recordar el nacimiento de ese niño de Belén, en aquella primera Navidad. El Cristo de los Cielos y Rey de reyes, ese amor divino expresado en su Sagrado Corazón, cuyo resplandor ilumina nuestras vidas con una luz brillante de puro amor.
Close

What's Hot