Madre mexicana con dos hijos enfermos sobrevive calvario de deportación

Madre mexicana con dos hijos enfermos, sobrevive calvario de deportación

A Erika Silva Domínguez le sucedió una especie de milagro y empezó una tregua del calvario de deportación que ha vivido en los últimos 8 años como indocumentada en Estados Unidos.

A pesar de que dos de sus tres hijos están enfermos con males congénitos que sólo los adelantos médicos y la atención hospitalaria de este país mantienen con vida, su batalla más ardua ha sido contra el sistema migratorio y la oficina en Dallas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas del inglés).

Por meses, se enfrentó al rechazo. Las autoridades migratorias locales objetaron incluso la alta pila de documentos médicos oficiales que probaban la gravedad de los padecimientos de sus hijos y su necesidad de permanecer en Estados Unidos. Le colocaron un grillete electrónico en su tobillo y lo portó por 9 meses. Se le ordenó salir del país de inmediato.

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“Mis opciones se agotaban, pero tenía que luchar por quedarme por mis hijos”, comentó Erika. Buscó ayuda en el Centro Isenberg de Empoderamiento en Inmigración (ICIE, del inglés) y el abogado Arturo Rodríguez III pidió nuevamente su estadía y se le negó en octubre pasado por un delito menor en su récord.

“Ha sido la estupidez más grande que he hecho en mi vida”, dijo apenada de la acusación de robo en marzo del 2010, cuando sustrajo ropa para sus hijos de la tienda Macy’s con un valor de 60 dólares. La ofensa fue clasificada como un delito menor clase B, por ser mayor de 50 dólares y menor de 500. Cumplió con 24 meses de libertad condicional y eso eliminó la condena; sin embargo, la diferencia de10 dólares del valor del robo bastaría para que sea contado como delito menor de clase C que no afectaría la petición de un perdón migratorio.

“Los agentes de ICE en Dallas la hostigaron, la amenazaron con deportarla y arrestarla como fugitiva de la ley en cualquier momento, ya que no había cumplido con una orden final de deportación”, señaló el abogado Rodríguez III a HuffPost Voces.

Lejos de su natal Acapulco, la joven que quiso ser periodista y cursó cuatro semestres de esa carrera en la Universidad Autónoma de Guerrero, ahora sólo piensa en salvar la vida de sus hijos Ramsés de 4 años de edad que sufre un defecto congénito en su corazón y una malformación en la laringe que le impide digerir alimentos sólidos. El pequeño Axel, de 2 años, nació con una anomalía llamada síndrome Dandy Walker que le hace acumular agua en el cerebro y debe ser constantemente revisado.

Una de las cartas de un pediatra del Hospital Infantil de Dallas advirtió que la miocarditis que padece Ramsés podría causarle hasta una muerte súbita, si no recibiera el tratamiento médico actual que le ha salvado su vida desde que nació. Para Axel, el panorama es similar, ya que es sometido a constantes exámenes.

Así que los médicos consideran que llevar a los pequeños a México, sería una sentencia de muerte. Los exámenes y tratamientos a sus hijos hicieron que Erika haya pasado meses dentro de hospitales en los últimos cuatro años.

Actualmente, su esposo Eberardo, originario de Guanajuato, sostiene a la familia con dos empleos. La salud de los niños y su cuidado riguroso se han vuelto los asuntos centrales en su casa. La hija mayor, Ashly de 8 años de edad, se ha dado cuenta de la batalla que libra su madre por la vida de sus hermanos y para evitar ser deportada del país.

“Este sería un caso extremo de separación familiar, en el que se arriesga la vida de dos niños que son ciudadanos estadounidenses a los que el gobierno de este país y el estado de Texas están obligados a proteger”, señaló el fundador de ICIE, Ralph Isenberg.

Esta madre ha pasado por un infierno y está traumatizada por las autoridades migratorias, agregó.

Dijo que si ICE está dispuesto a pagar no sólo por el traslado de Erika y sus hijos a México y además depositar una suma suficiente para cubrir una atención médica en el hospital privado mexicano que ofrezca un tratamiento semejante al que reciben en Dallas, deben de estar dispuestos a asegurarlo para mantener a estos niños con vida.

Isenberg denunció varios casos de emergencias médicas de vida o muerte entre familias inmigrantes indocumentadas, ante los cuales la oficina de ICE en Dallas actúa con la mayor crueldad e insensibilidad, comentó.

“En nuestro centro hay varios ejemplos. Rosy Nava que es madre de un pequeño con parálisis cerebral confinado a una silla de ruedas y requiere su cuidado permanente, enfrenta peligro de deportación. Mayra Fuentes que intentaron remover mientras libraba una fuerte infección. Carol de Nigeria que después de una cirugía mayor pretendían deportarla y a inmigrantes con AIDS o cáncer”, precisó.

Isenberg señaló que un intento de deportación para Erika, sería prácticamente enviar a sus hijos a morir y entonces sería un caso legal plenamente justificado de intento de homicidio involuntario de los agentes de ICE.

Finalmente, en estos días, la madre mexicana de Ramsés y Axel recibió la información de la suspensión de su deportación por un año.

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