Cuando Rubén Cerros se presentó como concursante del reality de Telemundo "Yo me llamo" cantando exactamente igual que Paquita la del Barrio, nadie imaginó la historia que venía detrás de este mecánico mexicano al que una familia, su esposa y tres hijas, esperaba y echaba porras desde México. Con nueve deportaciones en su historial y una gran esperanza de cumplir su sueño americano para darle una mejor vida a los suyos, fue perseverante y terminó siendo el ganador de los 100,000 dólares este domingo en la gran final.
La historia de Rubén es muy parecida a la de muchos latinos que encuentran en cruzar la frontera la solución a sus problemas. Para ser protagonista de una mejor calidad de vida, en el caso del imitador de Paquita la del Barrio, ningún obstáculo lo dio por vencido, ni las nueve deportaciones, ni comenzar a ganar dinero vestido de mujer, de la intérprete de "Rata de dos patas" de noche, mientras de día laboraba en un taller mecánico.
Su incentivo siempre fue sacar adelante a su esposa Raquel Flores, y sus tres hijas Andrea, Alejandra y Diana Paola que viven en un pueblito pequeño de Jalisco. Esa misma motivación lo llevó a anotarse en el programa "Yo me llamo" y nuevamente logró clasificarse. Finalmente, su perseverancia, disciplina, talento, pero por sobre todas las cosas, sus ganas de salir adelante lo llevaron a ser el gran ganador del concurso y de los 100,000 dólares con lo que piensa pagar deudas, arreglar el piso de su casa en México que es de tierra para que su hija asmática no siga sufriendo. Esto quiere: sacarle la visa a su familia y pasar, después de ocho años, las Navidades junto a los suyos.
En exclusiva HuffPost Voces habló con Rubén Cerros, quien nos comparte su sufrimiento, los golpes de la vida, pero por sobre todas las cosas, un ejemplo del que quiere puede y quien en verdad persigue sus sueños y lucha por ellos, es muy posible que los alcance.
¿Por qué Paquita la del Barrio?
Mi mamá es fanática de Paquita la del Barrio y desde hace tiempo yo la doblaba y cantaba. Donde vivo, en el área de Los Angeles, hay muchos restaurantes con karaoke y me iba de concurso. Me vestía de Paquita la del Barrio, nadie se lo esperaba, pero yo ganaba. Un chaval me dijo una vez que me daba 150 dólares si me iba a trabajar con ellos. Para mi fue maravilloso ganar todo ese dinero. Me compré una peluca y un vestido y no le gustó y se quedaron con otro que era travesti y que no imitaba, solo doblaba las canciones. No me di por vencido, en el taller donde trabajo fui a cantarles gratis caracterizado y comencé a repartir mis tarjetas .
¿Qué sentiste el momento en que escuchaste tu nombre como el ganador?
Cerré los ojos y los primero que pensé fue en mis hijas, mi esposa. Me estallaba la cabeza de la emoción. Le estaba dando gracias a Dios por el logro y lo que se venía trabajando y todo lo que tiene que trabajar uno para cumplir un sueño.
¿Qué es lo que te llevas de este concurso?
Aparte de lo económico, me llevo todo lo bueno. Cuando yo llegué a este concurso, llegué caracterizado y no me dio pena y desde la primer semana la gente me respetó. Me llevo a todo el equipo en mi corazón.
¿Qué siente el ganador que fue sacado de Estados Unidos nueve veces?
En el momento que uno deja la familia para cruzar no sabes si vas a llegar a la frontera y no sabes si vas a regresar al pueblo. Sueñas con hacerte del algún negocito, una casa, pero yo me aferré a esto porque no había otra salida, no me alcanzaba en lo económico para pagar. Me dediqué a la imitación y mire dónde estoy ahorita.
¿Cuándo decidiste que querías cumplir el sueño americano y cruzar la frontera de indocumentado?
De joven venía y regresaba. Estaba año y medio y me volvía para estar con mi papá unos meses. Cuando estuve con mi esposa nos cruzamos los dos de indocumentados, en el 98 nació mi hija, tuve un accidente, nos quitaron el apartamento y con el dinero que me dieron de la aseguranza por el problema en la espalda nos regresamos para México y compramos un terrenito. Empezamos a edificar y no lo terminamos. Me quedé como nueve meses con mi familia. Hasta que se me enfermó una niña y ya no pude aguantar verla sufrir, me vine para acá de indocumentado.
¿Cómo eran esas deportaciones?
Fue difícil porque cada vez que venía y estaba año o año y medio era difícil la comunicación con la familia para no perder lo que se tiene. Gracias a Dios me tocó una mujer linda y una familia maravillosa de la que estoy bien agradecido. Como siete años ando viniendo desde México y cruzando fronteras.
Tuviste nueve deportaciones, ¿qué te hacía seguir regresando?
Me hacía regresar la situación económica. Una de las veces mi hija tuvo un accidente. Tuvimos que sacarle una radiografía que valía 5,000 pesos, me los prestaron. En esa ocasión no teníamos para pagarlo y no hubo otra forma que regresarme de indocumentado a Estados Unidos, y esa vez Dios fue grandísimo conmigo porque duré casi un mes en la frontera. Después me agarraron a los siete, nueve meses y andaba yo ya deshidratado. Me aventaron para México, el gobierno de México me repatrió. Descansé una semana para tomar fuerza y de vuelta me pasé la frontera. Esa vez tuve suerte, fue la última vez que pasé por indocumentado hasta que logré mi estatus.
¿Qué ha significado para ti vivir lejos de tu familia y con tanto sacrificio?
Yo siempre digo que la vida es para vivirla, hay que tener sueños y luchar por algo, hay personas que no tienen familia y luchan por un sueño, yo tengo familia y lucho por el mío. Para mi es difícil porque en los últimos dos años nada más los vi una vez, que fue cuando me llevaron de sorpresa a conocer a la verdadera Paquita la del Barrio aquí en este show. Es difícil porque tienes que tener una gran mujer a tu lado dándote fuerza, sino no tiene sentido la vida. Doy gracias a Dios en ser como soy, en no pensar en vicios o cosas malas sino enfocado en mi familia y en lo que yo quiero.
¿Qué es lo primero que vas a hacer con este dinero que te ganaste?
Primero le voy a pagar a mis amigos, tengo como dos o tres años pagando con intereses y no puedo salir del bache. Tratar de arreglar la situación migratoria de mi familia, sacarles una visa para no pasar tanto tiempo distanciado. Y la tercera es irme a México a pasar las navidades. De las últimas ocho, solo he pasado una con mi familia.
MIRA LA FINAL DE 'YO ME LLAMO' EN FOTOS:
