Hopis y navajos en lucha contra centrales eléctricas activadas por carbón - Parte III

Hopis y navajos en peligro por minas de carbón - Parte III

Tercera de tres partes
Lee aquí la primera parte

Taylor McKinnon, representante del Centro de Diversidad Biológica en Page, Arizona, recibió a HuffPost Voces en el Centro Cultural Hopi de esa ciudad, junto con Danniel Higgings, biólogo de Arizona State University (ASU), Andy Bessler de Sierra Club, Chrus Shuey del Navaja Bierth Cohort Study Southwest Research and Information, Pricilla Sanderson, investigadora principal del Center for American Indian Resilience y Eugenia Quintana de Navajo Nation APA, quienes explicaron paso a paso cómo quedan partículas minúsculas de carbón en el vapor que emite la planta generadora de electricidad y el mercurio que produce ha contaminado lagos, arroyos y ríos.

“El mercurio se acumula en el fondo de los lagos y ríos y esto afecta a la vida animal en su desarrollo. Esto fue confirmado por la Agencia de Protección Ambiental y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, quienes advierten sobre el riesgo de comer pescado contaminado y recomiendan que la población limite o evite el consumo de ciertas especies”, afirmó McKinnon, un biólogo.

“El mercurio crea con el tiempo mutaciones de las especies y las pone en peligro de extinción. El mercurio derivado del proceso es un elemento que puede pasar a través de la cadena alimenticia y dañar al ser humano con alteraciones del sistema nervioso, el cerebro y los riñones. Las mujeres embarazadas pueden trasmitirles el mercurio a los bebés. Por eso es vital proteger a todos contra la exposición al mercurio”, agrega.

El especialista afirma que casi toda la región navajo hopi sufre de este tipo de contaminación, incluyendo a quienes residen alrededor de las minas de Four Corners (donde se unen los estados de Nuevo México, Arizona, Utah y Colorado) ricas en carbón.

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“Son minas que llevan explotando durante más de setenta años y que carecen de sistemas modernos de purificación del carbón. Los habitantes de la zona trabajan en las minas sin imaginar cómo les está cambiando su vida”, afirman los científicos y añaden: “nuestra lucha es porque se cambie todo esto y se utilice energía solar y eólica [del viento], para no seguir contaminando nuestras tierras. Además, se debe limpiar nuestro ambiente. Sabemos que las minas y plantas generadoras crean trabajo, pero hay formas de solucionar este problema que nos afecta no solo a nosotros y a nuestras generaciones sino a todo el mundo, porque el aire vuela, el agua corre y los peces emigran”.

Visita a la estación generadora Navajo

La ley del Proyecto de la Cuenca del Río Colorado autorizó a Estados Unidos a participar en una planta alimentada por carbón para generar energía para el bombeo de agua del proyecto Central de Arizona (CAP), que provee de agua a Phoenix, Tucson, y otras ciudades, y para la estación generadora Navajo (NGS, por sus siglas en inglés) que generó trabajo y desarrollo económico en la región navajo. Hoy, 95 por ciento de la energía que produce NGS proviene de las minas de carbón cerca de Page, Arizona, y esto representa un gran peligro para la fauna y flora y afecta a más de doce parques naturales del área, entre ellos el Gran Cañón, considerado una de las maravillas naturales del mundo.

Paul Osatapuk, gerente de operaciones de NGS nos informó que “Las plantas de energía que funcionan con carbón deben cumplir normas estrictas para evitar la contaminación del agua y del aire. Para NGS, minimizar las emisiones contaminantes de carbón, es una prioridad”.

Agregó Osatapuk que es muy importante tener una fuente exclusiva de carga base de electricidad lo cual proporciona confiabilidad al sistema CAP, para poder surtir las necesidades de los millones de usuarios, generar empleos en la región y obtener todos los beneficios para la región que se derivan de la planta.

“Si se llegara a cerrar la planta, esto afectaría no solo a los 2,000 trabajadores que tenemos sino también a sus familias, al comercio y el turismo. Hay varios problemas asociados con la dependencia que CAP tiene de la estación generadora Navajo, todos relacionados a que la estación funciona a base de carbón. Es importante que la comunidad entienda que no es positivo que se cierre la planta ya que varios estados, incluyendo California, Washington y Maine, han aprobado legislación para limitar o imponer el uso de carbón. Todavía no tenemos una tecnología que reemplace la dependencia de los combustibles fósiles para la generación de electricidad”.

Agregó el funcionario que no se puede pensar en la energía solar porque ésta no resuelve el problema y los costos de la instalación de paneles solares o de energía eólica son muy altos para su limitado rendimiento.

“Si aumenta el costo de la producción de la energía incrementaría el precio del agua y de la electricidad y esto afectaría a los usuarios incluyendo a las comunidades de tribus indígenas a quienes servimos. Estos altos costos potenciales podrían duplicar o triplicar las tarifas del agua de CAP. Peor aún, esto podría hacer que la operación de la estación navajo llegara a ser demasiado cara y forzaría a cerrarla. Eso si sería un desastre económico para los pueblos navajo y hopi. Si se cierra la planta en 2019 el estado de Arizona se vería afectado en el cobro de impuestos por un monto de 18 millones de dólares y se afectaría unos 3,400 empleos anuales”, concluyó el gerente de operaciones de NGS.

Soluciones

La Coalición de Black Mesa afirma que tiene todas las pruebas y argumentos de que la empresa Peabody no ha cumplido con las regulaciones sobre el medio ambiente.
“La OSM, Office of Surface Mining, los protege y les permite que sigan sus funciones, en vez de buscar soluciones que ayuden al medio ambiente y a la salud”, afirma Marshall Johnson.
“Nuestra tierra ya fue utilizada y el único uso que le pudiéramos dar es instalar una fuente de energía solar o eólica. Pero las empresas se resisten a hacerlo con el argumento que es demasiado caro. Anteponen el dinero a la vida de los seres humanos. El desarrollo energético actual amenaza las tierras de los indígenas cuando pudiéramos buscar soluciones de energía limpia y sustentable que convengan a ambas partes” dice.

Johnson sostiene que las minas de carbón, tanto subterráneas como superficiales, que están abandonadas y las instalaciones viejas de manejo de carbón, liberan metano, un gas invisible e inodoro con efecto de invernadero que contribuye al cambio climático y que representa 81 por ciento de las emisiones de gas con efecto de invernadero y que contribuyen al cambio climático.
Afirma que Estados Unidos debe empezar a reinstituir y reconocer los tratados con los pueblos indígenas, tomando en cuenta respetar los términos y condiciones de los indígenas. Además, afirma, “el gobierno tiene que detener los desarrollos económicos que afecten nuestras tierras sagradas y solamente deberán permitir aquellos que sean aprobados por los pueblos indígenas. EU deberá buscar la manera inmediata de indemnizar por todo los daños causados por los desarrollos del pasado, como el de la explotación de uranio y ahora de carbón. El país tiene que aceptar la responsabilidad de sus malas políticas, de sus compañías transnacionales que han violado y siguen violando los derechos de los pueblos indígenas. Urge que el Congreso de Estados Unidos autorice la revisión del Plan de Mejoramiento de Salud Indígena, y que tome en cuenta las necesidades de los nativos y tengan un plan de salud igual a la mayoría de los ciudadanos.

“Un estudio realizado en por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) en 2012 demuestra que a pesar de lo que se ha invertido en disminuir el grado de contaminación en la Planta Generadora Navajo todavía se puede hacer mucho más”, afirmaron nuestros anfitriones.
“El costo sería el aumento del 1 por ciento al recibo de luz actual, además de que la medida significaría implementar nuevos métodos para el control de la contaminación ambiental, empleos para la comunidad navajo y hopi y capacitación en operación y mantenimiento. Se comprobó en los años 90 cuando se realizó un programa de limpieza de contaminación, que el costo fue mucho menor de lo que lo que la empresa generadora de electricidad había estimado”.
“Arizona es rica en energía solar y de viento que son consideradas limpias, sustentables y suficientes para abastecer a más del 40 por ciento de la población del estado”, destacan.

La información que ofrece la Minera Peabody

Después de varios intentos por contactar al Departamento de Prensa y Relaciones Públicas de la minera de carbón Peabody, los resultados no fueron positivos, por lo que a continuación citamos el contenido público de su sitio de internet acerca de sus actividades mineras en la región de los navajos y los hopis, en Arizona.

“La mina de Peabody de Kayenta está ubicada en las tierras altas de la meseta llamada Black Mesa en el Noreste de Arizona. Opera mediante un acuerdo celebrado con las tribus navajo y hopi y aporta aproximadamente 7.8 millones de toneladas anuales de carbón con un contenido de bajo sulfuro térmico a la estación Generadora de Electricidad Navajo, que opera en la cercanía de Page, Arizona, bajo un contrato a largo plazo.

La mina de carbón en Kayenta opera bajo condiciones geológicas de extrema complejidad. Extrae el mineral de puntos que tienen un grosor de 3 a 15 pies de profundidad. El carbón se pulveriza y se transporta vía convoy de ferrocarril a silos cerrados que están aproximadamente a 17 millas de la mina para ser transportado posteriormente 80 millas a la estación generadora de electricidad navajo quien produce aproximadamente 2,250 mega watts de energía eléctrica confiable para su uso en industrias y hogares en el sudeste de los Estados Unidos.

Las operaciones mineras de Peabody en Arizona han inyectado aproximadamente 3 billones de dólares en beneficios económicos para la comunidad tribal. Por ejemplo, más del noventa por ciento de la fuerza laboral de la mina de Kayenta, más de 425 personas, son habitantes locales. Las operaciones en la mina cercana de Black Mesa han sido suspendidas y Peabody actualmente persigue objetivos, relacionados con el carbón, para que ambas tribus logren desarrollar nuevos mercados y crear empleos con salarios altos así como desarrollo económico para sus comunidades.

Las operaciones de Peabody han recibido numerosos premios por sus esfuerzos para rehabilitar tierras mineras de maneras que preserven sus formas culturales. En Black Mesa la tecnología de punta que utiliza Peabody hace que las tierras sean veinte veces más productivas que en su forma nativa. Más de 15 mil acres han sido restaurados para devolverles su forma natural, para la vida silvestre y para la explotación de ganado y agricultura. Peabody recibió el reconocimiento ‘Silver Good Neighbor and National Reclamation Excellence’ del Departamento del Interior de Estados Unidos en 2005 y el ‘Gold Good Neighbor Award and Director's Award in 2003’.

Peabody también recibió reconocimiento internacional por ubicarse en el 2 por ciento más destacado, entre 700 participantes, en el ‘2006 Energy World Awards’, por la creación de un modelo global de sustentabilidad en el área de Black Mesa”.

Las comunidades navajo y hopi consideran que el futuro no solo de la reservación depende de las más de 300 empresas de energía solar asentadas en el estado y de que la ciudadanía apoye la propuesta de desarrollo y energía limpia de los indígenas. Sostienen que la explotación de carbón y de agua de la región navajo está causando la aniquilación de un pueblo y que eso debe de parar de inmediato. Es preciso –reclaman- que el gobierno y los empresarios dejen de anteponer sus intereses económicos a la vida del ser humano.

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