Respuesta a un lector: cosas por las que no damos gracias

Respuesta a un lector: cosas por las que no damos gracias

Acaba de pasar una semana en que se nos fueron hombres muy queridos como el periodista Ernesto McCausland y el tres veces campeón mundial Héctor "Macho" Camacho. Recibí un par de mensajes críticos donde señalaban que era fácil escribir tonterías para hacer reír a la gente y hacerla olvidar de lo relamente importante, que si era comunista o capitalista demócrata, que si eso era periodismo. Creo que merecen una respuesta.

Difícilmente alguien quiere hablar o escribir en una semana donde se celebra el Día de Acción de Gracias de lo que nos tiene cansados. Pero a petición popular...

Cada día hay más padres diciéndoles a sus hijos en nuestra Latinoamérica y el Caribe cuando deciden partir a buscar un mejor futuro en otro lado lo siguiente:

“Lo único que te puedo decir, hijo, es que no sé a ciencia cierta cómo se pueden solucionar los problemas de este país, porque ya lo hubiera hecho en vez de hablar, pero lo que sí te puedo decir es cómo no se hace un país. No se hace ni con violencia, ni con indiferencia y mucho menos yéndose, pero si te tienes que ir, vete. Pero lleva a tu país adentro, llévalo como un sueño lleno de ideales, pero no de ideologías, esas se compran y se vende al mejor postor o pasan de moda…".

El hombre quiere los ideales de PAZ, TRABAJO y LIBERTAD, pero quiere los tres al mismo tiempo, por eso se acabó el comunismo, porque nunca tuvieron en cuenta la libertad individual y un ser sin libertad para hablar fuerte frente al gobierno de turno, o para votar, o para salir de su territorio, es una desgracia aunque le den de comer todos los días.

Pero también vive una desgracia el otro ciudadano, el que vive en sociedades aparentemente libres donde todo se puede comprar y criticar, pero después se entera que él y cientos de miles de sus amigos quedaron fueran del sistema y se mueren porque no pueden pagar un trasplante, o una operación, o porque sencillamente no les alcanza para pagar un carísimo seguro de salud. Por estas cosas no damos gracias los hombres.

Por defender un sistema o el otro, hubo miles de muertos; uno te daba toda la educación, toda la salud, te mantenían pero no te dejaban ni opinar del clima. En el otro sistema te decía "puedes hacer lo que quieras" pero si por algún motivo quedas fuera del sistema, terminarás viviendo en la calle, o loco, o borracho o enfermo en algún basurero.

Colapsó el comunismo y entonces cuando todos pensábamos que el capitalismo se iba a afianzar en lo mejor que tiene que es en la libertad y la posibilidad de elección, sucede que el capitalismo se afirmó en lo peor que tiene, que es convertir todo en un bien de mercado. Es una realidad vergonzosa de la cual no damos gracias. La salud no puede ser un bien del Estado, no es por comunismo ni capitalismo, es por una simple razón de humanidad.

Pero hay esperanza, porque el ser humano todos los días esta dando ejemplos del milagro del amor, del afecto, de la comprensión, de la única posibilidad que tenemos. Hay personas que se ha cansado de pedir que la gente cambie y cambian ellos. Es lindo leer noticias como la de una maestra, pobre, soltera del centro del país que adopta a un bebé con SIDA…

¿Cómo se llama eso si no es creer en el amor y en los ideales? Eso es no tener prejuicios, esa mujer le va a dar a ese bebé lo único que tiene, su amor. Ese chico ahora tiene alguien que lo quiera y esa es la mejor vacuna y a lo mejor en ese habitat el nene tal vez resista unos 7 u 8 años más viviendo sin que ese virus se desarrolle. Si en ese lapso de tiempo se inventa una cura, ese muchacho tendrá que darle las gracias primero a esa mujer, pobre, soltera y desinteresada que como miles más nos dan un ejemplo a diario de a lo que sí debemos dar gracias, al amor… por existir en la mayoría, sino hace rato se hubiera acabado la humanidad.

Desde la madre Teresa de Calcuta que le da de comer al hambriento y cuida al enfermo sin importarles más que su vida, que es lo mismo que decía Gandhi, quien tenía otra religión, o Martin Luther King quien tenía otro color de piel, entonces no hay religión, no hay color de piel, no hay doctrina que pueda separar a los hombres de lo único que estamos hechos, que es del amor y la sensibilidad humana.

Al final, como decía McCausland, lo único que va a quedar es lo que hiciste por amor, lo único que va a quedar es tu parte de artista, poeta o periodista, porque cuando te crees en ciertos momentos de tu vida alguna de estas tres, te verás como un loco creativo, un soñador libre, que sacara de lo peor de nuestra realidad algo bueno para devolvérselo a tu sociedad divirtiéndola, haciéndola pensar, reír o reflexionar. Tu trabajo no es más que dar amor, por eso el periodismo es llamado el mejor oficio del mundo.

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