Son muchas las mujeres que podrían echarse a llorar en tus brazos. Si es tu hermana, tu madre u otra pariente muy cercana, puedes consolarla espontáneamente. Pero bajo otras circunstancias, sigue estos consejos:
1- Cuando una mujer decide llorar sobre ti, déjala llorar. Si no es tu novia y te gusta, esta puede ser tu oportunidad de acercarte a ella. Piensa que si ella se siente confiada desahogando sus emociones sobre tu hombro o tu pecho, tal vez se sienta cómoda cuando la toques en otro momento. No le digas que no llore porque se va a enojar y va a guardar sus lágrimas para luego.
2- El tiempo que lloran sobre ti se te va a alargar un 50%. Generalmente, el hombre no sabe qué hacer ante el llanto de una mujer. Te va a parecer que llora por un ahora, pero muchas mujeres no tienen la energía de llorar por tanto tiempo. De hecho, evitan el llanto al máximo. Pocas mujeres pueden llorar durante 20 o 30 minutos.
3- Si la mujer que está llorando encima de ti no es tu pareja y tu pareja está mirando, no abraces a la persona mientras llora. Dale una torpe palmada en el hombro, pero no des indicación de que sientes alguna emoción aparte de sorpresa, molestia o confusión ante ese gesto inesperado. Si notas que tu pareja está celosa, haz una expresión de pánico y comunícale que no sabes de dónde salió esta mujer o por qué llora sobre ti. Haz un esfuerzo por separar a la persona y si no te da resultado, prepárate para explicarle a tu pareja que tu consuelo fue un acto de caballerosidad.
4- Si la que llora es tu novia, piensa si en los pasados minutos hiciste algo que la hirió. Si lo encuentras, discúlpate inmediatamente y abrázala. Si no recuerdas haber hecho algo negativo, piensa en el día anterior o en la semana pasada. Si aún no encuentras nada, sólo consuélala y espera que te cuente.
Para todas las que lloren encima de ti, usa las siguientes técnicas:
Siempre lleva contigo un pañuelo, pero ofrécelo cuando la dama termine de llorar, a menos que se le esté arruinando el maquillaje. Un pañuelo todavía es el artículo más indicativo de caballerosidad que un hombre puede ofrecerle a una dama en pena.
Si hay algún grado de confianza entre ella y tú, es aceptable que le des palmaditas o le sobes la espalda alta durante su ataque de llanto. Soba entre los hombros; no dejes que la mano se acerque al sostén.
Cuando hay mucha familiaridad, puedes sobar su espalda baja hasta la cintura. No se te ocurra bajar de ahí y menos llegar a las caderas.
Abrázala de acuerdo con la familiaridad: por los hombros o llevándola a tu pecho. Esto ayuda a que deje de llorar o llore las últimas lágrimas.
Cuando deje de llorar, pregúntale por qué lloraba y ofrece tu ayuda para resolver el problema. No le ofrezcas consejos. Si te acepta la ayuda, hazlo de verdad, sobre todo si es tu pareja o aspiras a que lo sea. Si ves que no puedes ayudar, también díselo.
Por último, recuerda esta regla de oro. Cuando un hombre te cuenta un problema, quiere una solución. Cuando una mujer comparte un problema con un hombre, quiere sentirse segura y apoyada. No asumas que quiere que le ayudes a resolver el problema porque te va a contestar que "no es tan simple" y que "no entiendes". Sólo pregunta si hay algo que puedas hacer. Muy probablemente te responda que "no" o "no creo".
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