¡A mano limpia! El beisbol era sin guantes hasta Albert G. Spalding

El beisbol se jugaba ¡A mano limpia!
FILE - In this May 9, 2012, file photo, Detroit Tigers third baseman Miguel Cabrera flips the ball from the glove to his hand after fielding a grounder from Seattle Mariners' Chone Figgins in the fifth inning of a baseball game in Seattle. Cabrera and Mike Trout are the top contenders for the American League Most Valuable Player award, to be announced Thursday, Nov. 15, 2012.(AP Photo/Elaine Thompson, File)
FILE - In this May 9, 2012, file photo, Detroit Tigers third baseman Miguel Cabrera flips the ball from the glove to his hand after fielding a grounder from Seattle Mariners' Chone Figgins in the fifth inning of a baseball game in Seattle. Cabrera and Mike Trout are the top contenders for the American League Most Valuable Player award, to be announced Thursday, Nov. 15, 2012.(AP Photo/Elaine Thompson, File)

** Significaba una vergüenza utilizar algo para protección. Una ofensa al machismo tan propio del beisbol.

** Pero Spalding se hizo millonario al inventar cómo fábricar bates, pelotas y guantes en serie.


CORAL GABLES, Florida.- La discusión fue acerca del beisbol de hace tres o más décadas y el de estos días. Se buscaba la respuesta a la pregunta de ¿cuál fue el mejor?. Desayunaba frente al mar en Miami Beach acompañado por tres bigleaguers de estos días y dos de los años cincuentas. Me pidieron no publicar sus nombres.

“Los peloteros antes teníamos buenas manos, los de ahora, solo tienen buenos guantes” dijo uno de los veteranos.

Por supuesto que no llegamos a ningún acuerdo. Cada quien se fue con su opinión intacta. Siempre he considerado que la pelota de ahora es la mejor en la historia. Si no, habríamos perdido el tiempo y el esfuerzo de más de cinco mil años, desde los ritos de los faraones egipcios.

El caso de los guantes nos ocupó la mayor parte del tiempo durante el desayuno. Lo que expuse fue que deberíamos estar contentos y agradecidos de cómo ha cambiado el beisbol en ese sentido, porque, como es natural, en los comienzos era muy diferente.

Es que los antecesores del beisbol desde Egipto, pasando por el cricket, el stoolball, el rounders y hasta los otros 32 juegos del noreste de Estados Unidos, fueron todos a mano limpia. Es más, se consideraba una falta de machismo, un insulto a la masculinidad, siquiera pensar en usar alguna protección. Por eso el beisbol bajo las Reglas de 1845 estrenadas en 1946, se comenzó a jugar sin guantes.

No solo eso, sino que en la primera Liga Grande, la National Association, se jugó desde 1871 y hasta 1875 cuando desapareció, sin ninguna ayuda para las manos. Y la Liga Nacional que sigue funcionando ahora, también se inauguró con todos los peloteros a mano limpia, en 1876.

Es lógico entonces preguntarse, ¿Cómo hacían los receptores para recibir los lanzamientos?. La respuesta es que no se colocaban como hoy día, exactamente tras el home-plate, sino unos dos pasos más atrás, por lo que la pelota les llegaba al primer bote.

El cricket se sigue jugando sin guantes, solo el catcher, precisamente, usa mascota, careta y rodilleras.

El primer guante que se conoció en el beisbol, lo fabricó un catcher universitario, llamado Charles C. White en 1875. Pero no pasaba de ser un guantín como los que usan los ciclistas, con los dedos al aire. Y lo hizo con una piel del color de la suya, para que la mayoría no se diera cuenta.

Pero no obstante esas previsiones, pronto se le descubrió. Muchos de los jugadores de la Universidad se burlaron de él, y lo llamaron cobarde públicamente.

Además, los bigleaguers de la Liga Nacional lanzaban comentarios como...: “Eso de que alguien se cuide así las manos para jugar al beisbol, no es más que un mal chiste”.

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El beisbol sin guantes

Aturdido por eso, White decidió botar su guantín y seguir de catcher con las manos al aire. Sin embargo, hubo peloteros de diferentes categorías que se interesaron seriamente en el invento. Hablaron con White para que los enseñara como hacerse sus guantines, y decidieron exponerse al ridículo haciendo la prueba de jugar así, con las dos manos semi-cubiertas.

Primero esos pocos a nivel universitario, y más tarde algunos más, demostraron que, con los guantines el beisbol era mejor, que había más eficiencia en la defensiva. Por eso cada día fueron más los jugadores enguantados, aun cuando a todos les costaba días de entrenamientos para acostumbrarse a tal protección.

Nada impidió que a diario mejoraran el artefacto, haciéndolo cada vez más grande y con más rellenos.

Es decir, cada día los guantes fueron tomados más y más en serio. Tanto, que, ¡por fin!, hubo quienes los usaron en el mundo super-machista de las Grandes Ligas.

Día tras día aumentó el favoritismo por el uso de los guantes, por supuesto, todos hechos en casa, porque a nadie se le había ocurrido industrializarlos.

Pero un lanzador de los Chicago Whitey Stockings, llamado Albert Goodwill (Al) Spalding, apareció de pronto, a fines de la temporada 1876, con un guante negro muy bien hecho.

No fue Spalding el primero en usar un guante en las Mayores, pero sí el primero que soñó con poner una fábrica de guantes. Mostró el suyo a cuanto bigleaguer pudo, y hasta lo prestó para que disfrutaran de lo que llamaba “la manera más segura y menos dolorosa de jugar al beisbol”.

Al Spalding, de 26 años de edad entonces, ganó 47 juegos ese año 1876, y en las últimas cinco temporadas había logrado anualmente 36 ó más victorias, incluídas 52 en 1874, y 56 en 1875.

Pero Spalding, quien cobraba dos mil 200 dólares por campaña, trataba de encontrar una fórmula para que el beisbol le fuera más productivo. Era un hombre de gran creatividad. Hasta organizó giras de equipos a Egipto e Inglaterra.

Finalmente concluyó en que, en vez de jugar, mejor negocio que ganar 50 ó más juegos por año, era fabricar artículos para jugar al beisbol.

Fue como nació la primera industria dedicada a producir pelotas, bates y guantes.

Con el equipo de Boston primero, y el de Chicago después, Albert Goodwill (Al) Spalding, ganó 252 juegos en seis temporadas, entre 1871 y 1876. Eso es igual a promedio de 42 victorias por año.

Sin embargo, Al Spalding no estaba satisfecho con esos dos mil 200 dólares que le pagaban por temporada. Así que decidió crear alrededor del beisbol las industrias que hacían falta.

Junto con Henry Chadwick, inició la publicación de órganos anuales como la Guía del Beisbol, Baseball Register y el Libro de Records, los cuales siguen publicándose. Ésto habla de la importancia de tales libros y de la visión periodística, comercial y futurista que tuvieron a fines del siglo XIX Spalding y Chadwick.

Pero el negocio que hizo rico a Spalding fue el de las pelotas, los bates y los guantes para beisbol.

Supo elaborar productos apropiados, realmente de calidad para la acción. Y al mismo tiempo, creó un efectivo sistema de publicidad que le resultó muy efectivo. Porque no solo tenía que anunciar las virtudes de su industria, sino también, como era algo absolutamete nuevo, sin antecedente alguno, debía convencer a todos de la conveniencia de usar lo que ponía en el mercado.

O sea, finalmente se hizo multimillonario en el beisbol, pero no jugándolo.

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