Accesorios falsos inducen a hacer trampa

ESTUDIO: Accesorios falsos inducen a hacer trampa

Los artículos falsificados de diseñadores componen del 5 al 7 por ciento del comercio mundial; es una industria de más de $600 mil millones. En su mayoría son réplicas baratas de lentes de sol, carteras, corbatas y otros accesorios que se compran para aparentar ante los demás porque engañan a muchos que creen que son piezas auténticas… Quienes las compran llegan a sentirse que esas prendas lucen como "de verdad".

No falta un científico que quiera investigar las consecuencias de lo que sea. Una investigación demuestra que el uso de accesorios falsificados también las tiene. Se unieron tres científicos: Francesca Gino de University of North Carolina at Chapel Hill; Michael Norton de Harvard Business School; y Dan Ariely de Duke University. Decidieron estudiar el poder y los costos psicológicos de los accesorios falsificados en las acciones y actitudes de las consumidoras.

Primero reclutaron un grupo de mujeres jóvenes y les dieron a usar unos lentes de sol Chloé auténticos. A la mitad de ellas, escogidas al azar para descartar cualquier otra variable, les dijeron que los lentes eran falsos. Los investigadores querían saber si usar lentes falsos, un estilo de deshonestidad, podía hacer a las mujeres actuar deshonestamente. Les asignaron varias tareas que les daban la oportunidad de mentir y hacer trampas. En una de ellas se les pidió que se adjudicaran su puntuación en un sistema de honor y que tomaran dinero de un cofre por la puntuación correcta.

Los científicos estaban monitoreando las tareas y la puntuación. Las mujeres que pensaban que estaban usando los lentes falsos hicieron considerablemente más trampa. Inflaron su puntuación un 70 por ciento pensando que nadie se daba cuenta y robaron dinero del cofre. Solo el 30 por ciento de las que pensaban que usaban los lentes auténticos hicieron trampa.

Para corroborar resultados, les asignaron otra tarea para que dijeran dónde veían más puntos azules: en el lado izquierdo o en el derecho de una pantalla. Se les advirtió que por los puntos de la derecha recibirían más dinero. Las usuarias de lentes falsos informaron ver más puntos en el lado derecho que en el izquierdo aunque no era cierto, y obtuvieron más dinero.

Luego se les pidió que catalogaran a un grupo de gente conocida para ellas. El propósito era saber si tenían una visión positiva o cínica de sus conocidos. Aquellas a quienes se les dijo que estaban usando lentes falsos describieron a la otra gente como deshonesta, no confiables y anti-éticas.

La conclusión fue esta: usar artículos falsificados no solo falla en levantar el ego y la auto-imagen, sino reduce el sentido de autenticidad. Fingir nos hace sentir falsos y tramposos por dentro y nos lleva a hacer trampa en el mundo real. ¿Será cierto? OPINA AQUÍ

DEBEN SER AUTÉNTICAS...

Eva Longoria en el US Open, 7 de septiembre de 2012

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