Tus tres ciclos de fertilidad

Tus tres ciclos de fertilidad

Si alguna vez has estado pensando acerca de tu ciclo menstrual, lo más seguro es que piensas que es un sistema que se repite (aproximadamente) cada mes y que resulta en una menstruación o en un embarazo.

Si te pones a pensar en lo que realmente pasa en el cuerpo de una mujer, verás que hay tres ciclos diferentes en juego, todos trabajando en conjunto. Para que sea exitosa la tríada de la ovulación, la fertilización y la implantación, es decir, un embarazo logrado, los ciclos que controlan los ovarios, el útero y el cerebro (las hormonas) tienen que proceder de una manera precisa, predecible, trabajando interrelacionadamente.

  • El ciclo ovárico

Piensa en los ovarios como la parte de tu cuerpo que desencadena el proceso en cuanto reciben la señal hormonal del cerebro.

Su primera misión: prepararse para liberar un óvulo. “Es como si hubiera una llamada a una audición para un espectáculo de Broadway,” dice Katharine O’Connell, doctora, asistente clínica y profesora de ginecología y obstetricia en la Universidad de Colombia, en Nueva York.

“Pequeños folículos múltiples, cada uno de los cuales contiene un óvulo en potencia, responden a la llamada y hacen una audición para el papel principal,” el cual consiste en ser el folículo dominante que soltará un óvulo ese mes. (Sin embargo, hay una excepción a esta regla: a veces dos huevos son liberados, que es la manera en como los gemelos son concebidos).

Dependiendo del cuerpo de cada mujer, las "audiciones" pueden durar de siete hasta 21 días, mientras un folículo sigue creciendo y el resto se queda atrás. “Sólo un folículo consigue el papel y se hace dominante,” confirma la doctora O'Connell. “La 'estrella entonces se prepara para la noche del estreno,” u ovulación -la liberación del óvulo del folículo-. Normalmente, la ovulación sucede 14 días antes de tu próximo período.

Después de que el óvulo es liberado, el tejido que contenía al óvulo se convierte en el corpus luteum (cuerpo lúteo o cuerpo amarillo), que secreta progesterona para que la pared uterina pueda sostener un embrión. “Si no hay ningún embarazo, todo este lío de hormonas se detiene y el cuerpo lúteo es absorbido de nuevo,” explica la doctora O'Connell.

  • El ciclo uterino

Durante el periodo de audiciones, si los folículos han estado haciendo bien su trabajo, la progesterona ayuda al útero a prepararse para recibir un embrión y darle un hogar apropiado durante los próximos nueve meses. “El forro uterino, o endometrio, al principio es delgado, pero comienza a engrosarse para la segunda semana del ciclo femenino”, explica la doctora O'Connell.

Si la fertilización se da, el embrión tiene que acomodarse en el endometrio; con la ayuda del cuerpo lúteo, y más tarde de la placenta, prosperará y crecerá. Pero, añade la doctora O'Connell: “Si no hay ningún embrión, el endometrio comienza a desmoronarse, lo que provoca tu menstruación.” La sangre menstrual es el desprendimiento del endometrio de la pared uterina, ya que no es necesario para alimentar a un embrión.

  • El ciclo hormonal

Todas la acciones en los ovarios y en el útero son provocadas y coordinadas por las hormonas enviadas desde la glándula pituitaria en el cerebro y por los ovarios mismos.

Además de los estrógenos y la progesterona, hay otras dos hormonas clave: la Hormona Estimulante del Folículo (FSH) y la Hormona Luteinizante (LH).

La Hormona Folículo estimulante, como su nombre indica, estimula a los folículos para que crezcan. Mientras, la Hormona Luteinizante “es la que provoca y desencadena la ovulación” dice la doctora O´Connell. “Este despunte de LH es el que se mide en la prueba de orina para saber cuándo se dará la ovulación. La prueba no es en sí de la ovulación, pero sí de la hormona que la causa".

Para que una mujer tenga períodos regulares y las mejores probabilidades de concebir, los tres ciclos tienen que hacer su trabajo, manteniendo un delicado balance de sincronización. Si hay un problema técnico en uno sólo de los ciclos, un embarazo acertado podría verse amenazado.

Por suerte, los especialistas en fertilidad han avanzado mucho en la comprensión del cambio en los niveles hormonales, en qué tan bien están funcionando los ovarios y en detectar si el endometrio está en capacidad para albergar y alimentar un embrión y ofrecen cada vez más opciones para ayudar a vencer los problemas técnicos y mejorar las posibilidades de que tus tres ciclos trabajen conjuntamente de manera correcta y fluida.

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