Cuando las primeras damas influyen en las elecciones

Las primeras damas pueden decidir las elecciones

En una carrera tan reñida por la presidencia de Estados Unidos, todo es posible que suceda, hasta que las primeras damas, las dos mujeres que se han mantenido en el frente de batalla junto a sus maridos, tengan un peso decisivo en la decisión de los votantes de quién estará en la Casa Blanca en los próximos cuatro años.

El contraste entre la Primera Dama, Michelle Obama, y Ann Romney, la esposa del exgobernador republicano, es marcado. Son más las diferencias que las similitudes entre ambas, lo mismo en su imagen como en el mensaje que proyectan.

Una es la mujer de 48 años, madre de dos niñas pequeñas, que presume sus torneados brazos y su estilo de vida saludable. La otra es una abuela de 19 nietos, madre de cinco hijos y quien ha batallado en los últimos años contra la esclerosis múltiple y un tipo de cáncer de seno, que logró vencer en 2008.

Una viene de cuna rica, es rubia, con un matrimonio que proclama cercano a la perfección y fue ama de casa al cuidado de cinco niños hasta que discretamente comenzó a vincularse con la vida política en 1994, cuando su esposo se postulaba para un cargo en el Senado representando a Massachusetts y los medios de prensa identificaban a Ann Romney como la "Stephord Wife", basado en la película "The Stepford Wives" (1975), que representaba a la esposa perfecta, bella, sumisa y complaciente.

Michelle Obama es tataranieta de esclavos en las plantaciones de Carolina del Sur, descendiente de los Gullah, comunidad afroamericana establecida en el sur de Estados Unidos y caracterizada por conservar tradiciones del continente africano.

Michelle y su hermano Craig lograron ir a la universidad gracias a becas estudiantiles que obtuvieron. La familia vivía en un modesto apartamento en Chicago y fue criada, como bien diría la Primera Dama, en "una familia convencional con la madre en casa, el padre trabajando, cenando todos alrededor de la mesa, jugando Monopoly y leyendo".

Ann fue a escuelas privadas desde pequeña, estudió una carrera universitaria, pero desde que formalizó su noviazgo con Mitt Romney y ya se veía boda en el camino, decidió que su mejor papel sería el de esposa y mantenerse como una buena ama de casa, papel que, ella misma aclaró, eran igual o más trabajo que el de una oficina o una mujer enfocada en su carrera profesional.

Ambas tienen en común que, en algún momento de sus vidas, no estuvieron dispuestas a seguirle el paso a sus maridos en sus aspiraciones políticas.

Michelle trató de frenar los ímpetus políticos de Barack Obama cuando ambos trabajaban como abogados; A Ann, por su parte, le tomó tiempo participar activamente con su marido en la vida política y hasta existe un video en que afirma que "lo que está haciendo ahora no lo volvería a hacer" [en relación con el apoyo a la campaña presidencial].

Otra similitud entre Michelle y Ann es el interés por causas sociales. Si la Sra. Romney se convierte en Primera Dama no dudará en apoyar programas de ayuda a las enfermedades que ella misma ha sufrido y a la prevención del embarazo en edades tempranas. Michelle Obama en cuatro años en la Casa Blanca ha impulsado iniciativas para detener la obesidad en niños y adolescentes, estimular buenos hábitos alimenticios y otros programas a favor de las mujeres, los veteranos de guerra y familias de bajos recursos.

En medio de una elección tan reñida y de votantes indecisos, el voto femenino podría ser crucial en aquellos estados donde se lucha diente a diente. Michelle Obama y Ann Romney, con el apoyo a sus maridos, han dejado un mensaje a la nación y ahora queda ver cuán importante ha sido éste.

Más de un experto pronostica que Michelle Obama tiene intereses políticos y que en un futuro podría sorprender. Por el momento, las encuestas, como la última realizada por The Washington Post, indican un margen muy cerrado en el voto femenino. Un 50 por ciento favorece a Obama y un 48 por ciento a Romney.

No cabe duda, según los analistas, que Ann Romney ha crecido políticamente y ha ayudado a la imagen de su marido. Michelle, con el carisma, sigue conquistando el voto de las afroamericanas y las latinas.

Michelle Obama, Jack Nicholson

Fotos de Michelle Obama

Mitt Romney

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