La cónsul de Guatemala en McAllen, Alba Cáceres, reveló que Marco Antonio Castro y José Leonardo Coj Cumar fueron los dos indocumentados guatemaltecos muertos por los disparos de un francotirador desde un helicóptero en vuelo del departamento de seguridad pública de Texas en La Joya, en la frontera sur del estado la semana pasada..
“Me mataron a dos personas que no traían armas ni drogas”, dijo a HuffPost Voces la diplomática, quien manifestó su rechazo e indignación por el hecho y reiteró su exigencia de que se realice una investigación a fondo sobre el incidente.
El vehículo tipo pick-up traía un total de nueve personas en la caja trasera, todas de origen guatemalteco. La tragedia cobró dos vidas y un herido entre los siete sobrevivientes, quienes fueron recluidos en un centro de detención migratorio. La mayoría de ellos se dirigían a Houston, New York y New Jersey.
“Aún no entiendo qué circunstancias hicieron disparar a un oficial desde un helicóptero a un vehículo en marcha, en el que las personas que iban en la parte trasera quedaron expuestas porque se les había volado la manta que los cubría,” señaló Cáceres.
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El incidente es el primero de este tipo en la frontera México-Estados Unidos que involucra un tiroteo desde una transportación aérea oficial hacia un automóvil con inmigrantes.
El hecho se suscitó cuando guardabosques texanos intentaron detener al vehículo sospechando que cargaba droga, pero el chofer no se detuvo y éstos pidieron ayuda al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, del inglés), el cual envió un helicóptero que persiguió al auto por un camino desértico en La Joya, disparándole desde el aire. El oficial que abrió fuego, un francotirador perteneciente a los Texas Rangers, recibió una suspensión administrativa.
“El problema mayor es que si dejamos que esto pase y continúe con inmigrantes de cualquier nacionalidad, ¿estaremos aceptando que esto es algo normal en la frontera?, cuando no debe volver a suceder”, se cuestionó la funcionaria guatemalteca.
“Es mucho lo que está pasando en la frontera texana, ya han sido varias las volcaduras y las pérdidas de vidas de inmigrantes, sobre todo porque el flujo migratorio por esta región está mostrando que el 75 por ciento de los indocumentados detenidos en Texas son centroamericanos”, precisó la cónsul Cáceres a HuffPost Voces.
Mientras, el gobierno de Guatemala, a través de sus funcionarios consulares se coordina con autoridades de Texas para indagar el hecho, el consulado guatemalteco en McAllen continúa entrevistando a los sobrevivientes sobre los detalles de la tragedia, siguen supervisando su atención médica adecuada y comunicándose con sus familias que están desconsoladas, dijo la funcionaria.
Uno de los fallecidos, José Leonardo Coj Cumar, quien cumpliría 34 años de edad el próximo 6 de noviembre, decidió dejar su pueblo San Martín Jilotepeque en Guatemala a principios de octubre y emprendió su viaje rumbo a Estados Unidos sólo por ganar los dólares necesarios para pagar una cirugía que requería su hijo mayor de 11 años.
Coj Cumar también dejó huérfanos a otros dos hijos de siete y dos años de edad y viuda a su esposa, quienes ya vivían en la extrema pobreza en el poblado ubicado a una hora de la capital guatemalteca.
Los cuerpos de ambos guatemaltecos fallecidos serán expatriados a sus lugares de origen y sus familias recibirán ayuda oficial, externó la cónsul en McAllen.
La cancillería de Guatemala solicitó al gobierno de Estados Unidos una explicación oficial de lo acontecido e instruyó a los consulados de Houston y McAllen en Texas para que continúen apoyando a las autoridades locales, a fin de agilizar el proceso de investigación respectivo, señalaron en un comunicado público.
El DPS de Texas indicó que durante la persecución, el vehículo parecía tener cubierto un cargamento de droga en la parte trasera y que al disparar desde el helicóptero se intentó deshabilitar el automóvil para detenerlo.
Al respecto, Steve McCraw, el director de DPS, había justificado a principios de este año el uso de francotiradores en los helicópteros que patrullan la frontera de Texas con México, a fin de asegurar la aplicación de la ley y argumentando que así protegen a Texas y a sus ciudadanos. La dependencia estatal cuenta con una flota de 16 helicópteros y seis aviones.
La Unión Americana de Libertades Civiles de Texas (ACLU, por sus siglas del inglés) urgió una investigación a fondo del incidente.
“Si los primeros reportes son acertados, el DPS ha comenzado a ejecutar personas de las que sospechan que cometieron la ofensa civil de entrar ilegalmente a Estados Unidos”, dijo en un comunicado su directora, Terri Burke.
Agregó que esperan los detalles de este caso y respuestas a preguntas inquietantes como “¿Por qué un guardabosques estatal está envuelto en el cumplimiento de una ley federal de migración? ¿Por qué guardabosques persiguen a gente sospechosa de cometer una ofensa civil? ¿Y dónde está la seguridad pública cuando un guardia estatal en un helicóptero dispara a personas desarmadas en una vía pública?”, expuso.
En Guatemala, el diario “La Prensa” publicó este lunes en su editorial titulado “Inmigración y asesinatos” que “es un evidente exceso que un agente estadounidense de la autoridad dispare contra un vehículo que tiene en su interior a personas sin documentos. El resultado de esta ligereza provocó la muerte de dos guatemaltecos que no por carecer de papeles se les debe tratar como criminales de cualquier calaña.”
Sobre las autoridades de Texas señaló el editorial que “no es posible aceptar como válida la explicación de que el policía consideró que eran narcotraficantes. Se trata de un homicidio culposo, que sólo puede ser explicado porque las autoridades fronterizas encargadas de controlar el ingreso de los indocumentados tienen de alguna manera la aceptación tácita, o simplemente ponen a vigilar las fronteras a agentes que carecen de sensibilidad y por ello disparan antes de averiguar.”
También enfatizó que los países centroamericanos y México “deben tomar verdaderamente en serio el problema de las vejaciones contra los inmigrantes dentro del territorio estadounidense, pero sin olvidar que en territorio mexicano igualmente ocurren situaciones similares que muchas veces parecen sacadas de alguna película de terror.”
Los dos inmigrantes fallecidos incrementaron a 55 el número de víctimas de operativos contra el tráfico de drogas en Estados Unidos este año. En la frontera de Texas, el 22 de julio pasado, 14 guatemaltecos murieron y cinco quedaron heridos en un accidente y uno más murió en Goliad en otra volcadura vehicular.
Un total de 33 mil 503 guatemaltecos indocumentados han sido deportados por Estados Unidos, una cifra récord que superó en 9% al total del 2011, según la Dirección General de Migración de Guatemala.
