Supresión del voto latino: una lucha por cada voto

Supresión del voto latino: una lucha por cada voto

La contienda electoral del 2012 será recordada -aparte de los detalles de color de videos clandestinos de los candidatos- por el fenómeno de la "supresión del voto de las minorías".

Unos lo ven como la necesidad de implementar medidas más estrictas para evitar votos fraudulentos; otros, como un plan, muy bien orquestado de los republicanos, de impedir la participación de muchos latinos y afroamericanos, quienes suelen inclinarse por los demócratas.

La lucha de grupos hispanos contra las leyes de registro e identificación de votantes ha sido una tarea permanente desde que comenzó la batalla entre Romney y Obama por la Casa Blanca. A punto de concluir el plazo de inscripción de votantes, no cesa el esfuerzo por tratar de llevar a las urnas a quienes han encontrado obstáculos para ejercer su derecho este 6 de noviembre.

Desde 2011, en 17 estados del país se implementaron leyes que han cambiado la forma de inscribir a los votantes: Florida con su legislación HB1355, que hace que los votantes tengan que presentar un sinnúmero de evidencias para el registro y que personas con antecedentes penales tengan que pasar por una serie de pruebas para restaurar su derechos al voto; Alabama con la HB56 y HB19 que obliga a presentar prueba de ciudadanía para inscribirse e identificación con foto para votar, esto último también en Texas con la SB14.

Unos estados tienen más restricciones que otros; pero el denominador común son las trabas que podrían impedir que casi un "10 por ciento de los votantes latinos puedan ir a las urnas, resultado de las complicaciones a la hora de registrarse", como han indicado activistas de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA), que agrupa a 31 organizaciones hispanas en el país.

Para Clarissa Martínez-De-Castro, Directora de Inmigración y Compromiso Cívico del Concilio Nacional de la Raza (NCLR), con sede en Washington D.C., el último bastión que queda, a menos de un mes de las elecciones, es la educación de los votantes.

“En estos momentos estamos concluyendo el empadronamiento de votantes y pasando a la etapa de educación, hablando puerta en puerta con las personas para que estén pendientes de los requisitos que necesitan para poder votar”, explicó a HuffPost Voces.

Este año, NCLR se volcó en un esfuerzo titánico para empadronar a aquellas latinos en estados claves que ni siquiera sabían qué era el registro, herramienta indispensable para ejercer el voto.

"Llevamos haciendo este trabajo de empadronamiento desde el 2002 y llegamos a esta elección con conocimiento y práctica. En este año hemos logrado empadronar a 90,000 personas, la mayoría latinos, e incluso a miembros de otras minorías con quien también hemos tenido contactos".

Ronald Bilbao, Asociado Legislativo de La Unión de Libertades Civiles (ACLU) y quien en varias entrevistas fustigó al gobernador de Florida, Rick Scott explicó:

"Todo nuestro trabajo se ha centrado en que los votantes pudieran registrarse antes del 9 de octubre, de demostrar que si todos vamos a las urnas vamos a ser más escuchados, simplemente nos van a tener en cuenta".

Bilbao reconoció a HuffPost Voces que las polémicas medidas del gobernador Rick Scott afectaron, de manera dramática a los latinos. "En una lista de casi 3 mil personas, el 61 por ciento era de origen hispano", indicó.

La ACLU, creada en 1965, impulsó la campaña a nivel nacional "Déjame votar", a través de la cual se distribuyó información sobre el registro de votantes y cómo funcionaba el proceso de votación".

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Pero para la congresista republicana de Florida Ileana Ros-Lehtinen, la polémica ni siquiera debería de existir.

"Yo como ciudadana naturalizada porque no nací aquí, nací en Cuba, y me hice ciudadana porque quería votar y participar, a mí no me insulta nada lo que le pidan a todas las personas para votar [...] No me molesta que me pidan identificación para poder votar porque yo considero que mi voto es sagrado y no quiero que manipulen ese sistema. En Florida tenemos esa ley que antes de votar tiene que mostrar tu identificación. Decir que al pedir una identificación es discriminación o tratar de disminuir el voto de una minoría es totalmente absurdo. El voto es sagrado y hay que proteger el voto", reconoció Ros-Lehtinen a HuffPost Voces.

La congresista rechazó la noción de que la supresión del voto es una estrategia del Partido Republicano para impedir el voto de las minorías hacia los demócratas.

"No puedo negar que nuestra mayoría abrumadora apoya al Presidente Obama, pero creo que el trabajo nuestro debe centrarse en decir el record desastroso para la economía en su mandato y cómo ha impactado duramente a la comunidad latina. Nuestra comunidad tiene el más alto índice de desempleo, son cifras alarmantes [...] Ahora necesitamos enfocarnos que la democracia como sistema de gobierno requiere que vayan todos a votar, no digo que voten por Romney, pero hay que votar, el voto latino es el decisivo en esta elección", enfatizó Ileana Ros-Lehtinen.

Pero Phillip Arroyo, presidente del Caucus Hispano de la Juventud Demócrata de Estados Unidos, aseguró a HuffPost Voces que la "parte conservadora republicana hizo y hará todo lo posible por evitar la avalancha de latinos y afroamericanos que prefieren votar por los demócratas".

"A estas alturas lo único que nos queda es todos los votos se cuenten, que no se le impida a nadie el derecho a votar [...] El Partido Republicano no es más el de Abraham Lincoln, es un partido extremista, que ha sido tomado de rehén por el Tea Party y que muchos de sus candidatos, como Marco Rubio, llegaron al poder gracias al Tea Party [...] Han demostrado más que nunca en esta contienda que responden a los intereses extremistas, antihispanos y antiminorías".

Arroyo compartió que, casualmente, la supresión de voto ha impactado a estados con fuerte presencia de votantes puertorriqueños.

"En Florida y Pennsylvania los puertorriqueños se han visto muy afectados, por ejemplo, Angel Cruz, el único legislador hispano en Pennsylvania, me ha compartido que siente una gran frustración porque ve los movimientos desesperados de supresión del voto y lo vamos a seguir viendo porque es una acción desesperada de los republicanos de manipular el proceso para salir victoriosos".

Las minorías representan 114.1 millones de personas, que se traduce en 36.6 por ciento del total de la población estadounidense, de acuerdo con el censo del 2010, en que se evidenció un aumento en el número de hispanos.

De acuerdo con los más recientes sondeos de Latino Decisions y America's Voice Education Fund, que produce un mapa dinámico de cómo se comporta el voto latino a nivel nacional , tres estados como Colorado, Nevada y Florida son decisivos en los resultados del 6 de noviembre.

De acuerdo con este mapa (www.latinovotemap.org) si el voto latino baja en estos tres estados, Barack Obama podría perder su ventaja frente a Mitt Romney y si el candidato republicano logra entre 10 y 15 puntos entre los votantes latinos podría salir victorioso en estos tres campos de batalla.

El mismo estudio indica que en Virgina, Iowa y North Carolina los latinos tienen una considerable influencia en la contienda presidencial. Aunque el electorado latino es más pequeño allí, se ha visto un crecimiento considerable en los últimos cuatro años.

En Iowa, Obama lidera actualmente en 1 punto porcentual y los latinos son el 2.4 por ciento del electorado; en Carolina del Norte, Romney lidera en 1 punto porcentual y los latinos son el 2.9 por ciento del electorado; y en Virginia, Obama tiene una ventaja de 3 puntos y los latinos representan el 2.3 por ciento del electorado. Obama necesitará el mayor número de votantes latinos para conseguir a estos tres estados en disputa, así como la combinación de los 34 votos del colegio electoral que representan entre los tres. Para ganar la presidencia un candidato requiere 272 votos de electores.

Los últimos lugares donde los votantes latinos pueden influir en la elección presidencial son Arizona, New Mexico y Connecticut. En Arizona, el electorado latino se estima en 18.4 por ciento en 2012 frente a 14.1 por ciento en 2008. Su tendencia es hacia los demócratas. En New Mexico, Obama lidera por 11 puntos porcentuales, mientras que en Connecticut los demócratas aventajan en 8 puntos y los latinos son el 7.3 por ciento del electorado.

Nevada

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