"Estoy convencida que esta llamada la están escuchando; todo lo que estoy hablando lo están grabando, mi teléfono está intervenido", dijo desafiante Ofelia Acevedo, viuda del disidente cubano Oswaldo Payá, desde el oriente de la isla de Cuba, a donde se había trasladado con sus tres hijos, que querían asistir al juicio del español, Ángel Carromero, responsabilizado por el accidente en el que murió Payá junto a otro opositor, Harold Cepero.
Acevedo no le tiene miedo a nada; tiene una necesidad implacable de gritar su verdad, como le confesó a HuffPost Voces en un tono de tristeza, rabia, impotencia. "Se perdió al líder, pero yo perdí al hombre que amaba, al padre de mis hijos, nosotros teníamos algo especial en esta vida".
"Oswaldo y yo hubiéramos cumplido en septiembre 26 años de matrimonio; éramos muy unidos, nos amábamos, nuestra familia era lo más importante, unidos por todo, y unidos también en esa vacación de Oswaldo por el servicio a su país, por su pueblo, por su entrega".
Desde el domingo 22 de julio del 2012, día del accidente en que murió Oswaldo Payá y Harold Cepero, Acevedo aseguró que "tenemos más represión; mi casa está constantemente vigilada, han seguido a mi hijo mientras manejaba el carro de su papá", añadió.
"Mi hija Rosa María y yo viajamos a la casa de la familia de Harold [Ciego de Ávila, en la parte central de Cuba] y en el ómnibus nos dejaron los nombres de nosotras en los asientos que nos correspondían, han llegado a mi casa preguntando e indagando si nosotros vendemos sacarina y eran agentes de la Seguridad del Estado; tenemos una vigilancia, una represión permanente", explicó a HuffPost Voces.
Los disidentes viajaban por carretera desde La Habana hacia el oriente del país acompañados del español Angel Carromero, quien conducía el vehículo, y el político sueco, Jens Aron Modig, quien iba en el asiento del acompañante. Los extranjeros tuvieron lesiones menores, mientras que Payá y Harold fallecieron, éste último en el hospital, y Payá en la escena de los hechos.
NO CREE QUE PAYA MURIÓ AL INSTANTE EN EL ACCIDENTE
"Oswaldo no tenía por qué irse; ésto no tenía por qué haber pasado, ellos se quedaron con el cuerpo de Oswaldo, nunca lo mandaron al hospital, tenían que haberlo mandado directamente [...] No sabemos realmente si murió inmediatamente en el accidente, lo dejan ahí; ellos dicen que ya estaba muerto, pero mi pregunta es ¿por qué no lo mandan al hospital como en cualquier parte del mundo?, ¿quién puede certificar en la carretera que alguien está muerto o no?", aún se pregunta Acevedo.
"Harold sí llegó al hospital y llegó vivo al hospital; nunca lo operaron, ni lo tuvieron en un salón y murió a las seis de la tarde".
El accidente ocurrió alrededor de la 1:50 de la tarde, según la versión de las autoridades cubanas, en una zona llamada La Curva, cerca de la ciudad de Bayamo.
"CARROMERO NO FUE CULPABLE DEL ACCIDENTE"
"Nosotros estamos reclamando que haya una investigación internacional, ajena al gobierno cubano. En Cuba todo tiene que ver con el gobierno; por ejemplo, en un accidente normal Carromero no tendría por qué estar preso, como lo ha estado todo este tiempo; generalmente se espera al juicio, se han violado muchas cosas", insistió Acevedo.
"Carromero no fue el culpable del accidente; no tiene sentido ninguno la versión de la televisión; yo estuve en el lugar de los hechos, yo ví el terraplén, que es una tierra dura y compactada; cuando tú pisas el freno frenas, así de simple, no sigues dando vueltas; es imposible resbalar en ese terreno".
(HIJOS DE OSWALDO PAYA Y OFELIA ACEVEDO NO PUDIERON ENTRAR AL JUICIO DE CARROMERO. VIGILADOS POR LA POLICIA CUBANA)
Ofelia Acevedo no conocía a Ángel Carromero, dirigente del Partido Popular Español. Sólo Rosa María, la hija de Payá, y el disidente tenían relación con el español antes del fatídico día. "Ellos no tenían una gran amistad; Carromero y el sueco viajaron a Cuba para conocer a Oswaldo. Apenas se acababan de conocer, deciden alquilar un carro para facilitarle a Oswaldo ver a personas del movimiento. Tenían ideas afines, admiraban el trabajo de Oswaldo para Cuba, el futuro que él quería y la vía de los cambios pacíficos buscando la democracia".
"Ni Carromero ni el sueco venían para ninguna reunión ni para intervenir en nada, en ninguna clase de injerencia; todo eso que se ha dicho es mentira porque Oswaldo no lo hubiera permitido tampoco".
Funeral Oswaldo Payá
FUTURO DEL MOVIMIENTO CRISTIANO DE LIBERACIÓN (MLC)
Desde Madrid, España, Carlos Alberto Payá, uno de los hermanos del fallecido opositor católico, se mantiene en la organización desde el exterior del Movimiento Cristiano de Liberación (MLC); sin embargo, la viuda confirmó a HuffPost Voces que su marido dejó todo organizado y, que a pesar de la ausencia de su líder, la estructura es sólida.
"Está dirigido por un grupo de coordinadores, que era el mismo en el que trabajaba Oswaldo y Harold, y sigue funcionando. No se ha nombrado a nadie para dirigirlo, está muy claro todo lo que se ha estado haciendo; van a seguir trabajando en ese mismo sentido. Han sacado una publicación nueva que se llama "Somos Liberación", ese era un trabajo de Oswaldo y Harold, hay artículos de ellos, el editorial era de mi marido [...] Oswaldo dejó todo a los coordinadores en los diferentes lugares".
La viuda de Payá no quiso compartir vía telefónica a HuffPost Voces la cantidad de personas que integran el Movimiento Cristiano de Liberación, entre los miembros que residen en Cuba y los que radican en el extranjero.
Acevedo, como católica y como mujer, dijo que tiene algo muy claro en estos momentos. "No tengo resentimiento con Carromero; yo sólo quiero encontrar la verdad, no tengo odio para las personas que sí odiaban tanto a mi esposo. Yo no tengo odio, ni quiero venganza, ni quiero juzgar a nadie", concluyó.
El juicio contra Carromero se celebró este viernes 5 de octubre en Bayamo. Los tres hijos de Oswaldo Payá no pudieron entrar a la sala del tribunal y la viuda prefirió no asistir. La fiscalía cubana ha pedido siete años para el español mientras que la defensa del acusado, una abogada del propio gobierno de Cuba, solicitó absolución por la falta de pruebas. En seis días se conocerá la condena.