¿Cómo regresar al estado mental que se estaba viviendo, reafirmado parcialmente por las encuestas, que Obama podría ganar las elecciones del 6 de noviembre? ¿Dónde estaba la energía del Presidente? ¿Estaba preparado para el primer debate presidencial en Denver? ¿Mal momento porque era su aniversario de bodas y prefería tener otro plan? Lee aquí el análisis del debate. Reacción republicana.
En este miércoles 3 de octubre en la Universidad de Denver, Colorado al Presidente Barack Obama se le veía tomando notas y persistentemente su ojos casi siempre miraban hacia abajo, buscando sus propios apuntes. Mientras que Romney mantenía una sonrisa, un tanto de burla, en el momento que Obama explicaba, lo que ya gran parte de la nación sabe de sus cuatro años en la Casa Blanca. ¿A la defensiva, inseguro, previsible? La economía es un tema sensible para el país, pero también es tedioso para aquellos que quieren saber cómo tener un cheque seguro cada 15 días para enfrentar sus gastos.
Las mejores respuestas en boca de los demócratas sobre cómo estuvo Obama en su primer debate
Susana Gil, cubanoamericana de 39 años, residente en New Jersey, y la única demócrata en su familia, que emigró de Cuba en 1963, piensa que Obama no estuvo en su mejor momento, pero que no cree que perdió el debate, como aseguran este jueves las encuestas.
"Es muy diferente ser el Presidente de Estados Unidos y estar con las riendas de un país y ser un candidato que no has probado nada a la nación. Romney puede haber sido muy bueno en su estado, pero no olvidemos que viene de una familia rica, todo lo tuvo en bandeja de plata. Obama está lidiando con los problemas del país y a la vez haciendo campaña. Es un ser humano. Estoy segura que estará mejor en los próximos debates", compartió con HuffPost Voces la bióloga.
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Ronald Bilbao, Asociado Legislativo de la Unión de Libertades Civiles Norteamericana (ACLU por sus siglas en inglés), dijo a HuffPost Voces que más que un ganador hay que enfocarse en cómo este primer debate podría cambiar la actitud de los votantes de que sí hay salir a ejercer el derecho al voto el próximo 6 de noviembre.
"Creo que ni Obama ni Romney hablaron de los latinos, eso se vio claramente, pero sí va a influenciar el número de personas que van a salir a votar. Si la gente está entusiasmada van a salir a votar y el proceso electoral se pondrá más complicado [...] El mensaje es que anoche vimos dos posturas muy distintas, dos decisiones muy distintas y ya los votantes tienen que empezar a definirse en caso de aquellos que no lo han hecho".
Jóvenes demócratas boricuas, especialmente en el área de Orlando, Florida, donde hay una importante presencia de esta comunidad, creen que Romney no ganó sino que fue una imagen de expresiones controversiales refiriéndose al 47 por ciento del pueblo norteamericano.
"Cuando analizamos los hechos y la política pública que se discutió vimos a un Mitt Romney con mucho ataque y a un Presidente que mantuvo compostura y habló con datos verídicos [...]. El Presidente no titubeó, por ejemplo en el tema de la creación de empleos fue consistente y ha demostrado que se logra de abajo hacia arriba y Romney fue consistente en expresar de darle más a los que más tienen, darle más a las corporaciones que no necesitan más ayuda para crear empleos", compartió con HuffPost Voces Phillip Arroyo, quien preside el Caucus Hispano de la Juventud Demócrata de Estados Unidos.
Margarita Santaolalla, dueña de una pequeña tienda de ropa infantil en Kissimmee, en el Condado de Osceola, cerca de Orlando, piensa que el Presidente fue certero con su mensaje.
"Mi negocio no le ha ido bien en los dos últimos años, pero tampoco puedo decir que estoy en la quiebra. Obama ha tenido que resolver muchos problemas y si yo he podido seguir vendiendo es porque hay gente de bajos recursos, que aún sin trabajo, reciben ayuda del gobierno [...]. En el debate de anoche, Romney no habló de nosotros los latinos, le importan los ricos, Obama sí quiere crear empleos y apoyar a los que tenemos nuestros pequeños negocitos", reiteró a HuffPost Voces Santaolalla, divorciada y madre de una niña de siete años.