Nuestra herencia hispana para los demás

Nuestra herencia hispana para los demás

Es tanta la herencia hispana que nos han legado nuestros antepasados como la que ya aportamos, y seguiremos aportando a esta generación y la próxima.

En el año 2003 los hispanos sobrepasamos a los afroamericanos como el grupo minoritario más numeroso de los Estados Unidos. Ya en el 2010 éramos 50 millones, un 18 por ciento de la población, el grupo étnico más grande y de mayor crecimiento. El 60 por ciento del aumento fue producto de hijos nacidos a familias hispanas y no necesariamente de la inmigración. La tasa de fertilidad de la mujer hispana es de 3, comparada con la de la mujer blanca no hispana, que es de 1.8. Se reconoce a los hispanos como el grupo poblacional de mayor fertilidad. En el 2025 se proyecta que seremos más de un 25 por ciento de la población, no necesariamente por inmigración. Los que van a nacer nos garantizan una creciente mayoría.

Hace años que vivo de cerca y veo nuestro legado a esta nación, donde poco a poco hemos hecho lo que yo llamo un takeover. En mi microcosmos hay una nieta cuyo físico es sin duda alguna anglosajón, hasta que habla y se mueve; entonces se transforma en una hispana de las más típicas. En el macrocosmos, nos hemos convertido en un factor fuerte de cambios y lo confirmé cuando conocí a Cristina Benítez, experta en mercadeo y autora del fabuloso libro "Latinization: How Latino culture is transforming the US" (Latinización: cómo la cultura latina está transformando a los Estados Unidos).

¿Cuál es la herencia que estamos dejando los hispanos de hoy? La lista es infinita, pero te presento algunas:

  • Un estilo de vida variado, expresivo, lleno de color con antiguas bases generacionales de valores que incluyen la lealtad, la familia, el romance, trabajo duro, la emoción extrema, la pasión y el drama (que no les gusta a muchos, pero te aseguro que les entretiene; a la mayoría les encanta).
  • Enriquecimiento cultural e interés de conocer nuestras raíces, que datan de más de 500 años de historia y ha integrado a tanta diversidad de pueblos.
  • El lenguaje corporal: hablamos con la cara, los ojos, las manos, las caderas… a veces la gente sabe lo que vamos a decir antes de que lo digamos.
  • Profesionales internacionales de gran envergadura en todas las áreas de la vida: deportes, canto, música, industrias, negocios, política, literatura, arte, educación, ciencias... desde peloteros, cantantes populares, cantantes de ópera, actrices hasta astronautas.
  • Una cultura intensa, vibrante, expresiva, viva, valiente y determinada.
  • Un pueblo hispano que compra de todo, a pesar de la situación económica. Los estudios de mercado a menudo presentan a la mujer hispana como consumidora frecuente, especialmente en artículos para la familia. En algunas ciudades se diseña la publicidad de los productos de acuerdo a los sectores demográficos específicos que predominan. Esa es la fuerza del consumidor.
  • La difusión del idioma español, no solamente promoviendo el bilingüismo entre los nuestros, sino prácticamente obligando a los americanos a ser bilingües por razones comerciales.
  • Una cantidad cada vez mayor de matrimonios entre hispanas (os) y americanos, propiciando el intercambio de costumbres, idioma y la crianza de hijos bilingües desde temprana edad. Este factor es más importante de lo que parece porque significa un cambio social de uno a la vez en la misma base de la sociedad, que es la familia.
  • El desarrollo de diversidad étnica en las empresas, ampliando las posibilidades de negocios en el inmenso mercado hispano dentro y fuera de los Estados Unidos.
  • Nuestros conceptos de respeto, honor, dignidad, fe, compasión y sentido del humor.
  • La sensación de libertad en la expresión del amor hacia amigos y familiares, como abrazos, besos y otras demostraciones emotivas.
  • Espíritu de celebración: todo lo bueno lo celebramos, lo aplaudimos y sí, todo lo queremos celebrar con comida… y si se puede, con bebida, baile y música. Somos culturas muy sociales, y cualquier buena noticia sirve de excusa para reunirse y celebrar. Muchas fiestas son tradiciones con una carga emocional fuerte como los bautizos, cumpleaños, bodas, el quinceañero de la niña y celebraciones de graduaciones.
  • Nuestras comidas son muy notables en las cocinas de los chefs, los restaurantes y los hogares aunque no sean hispanos.
  • Nuestra influencia en la moda se ha sentido a través de diseñadores hispanos reconocidos en el mundo entero.
  • Riqueza genética - Antes se pensaba que la pureza genética se garantizaba más si la gente de la misma raza se casaba entre sí. Hace unos años, algunos geneticistas afirmaron que mientras más se mezcla una raza, más se depura de enfermedades y trastornos genéticos. La raza hispana, producto de más de 500 años de historia, donde las razas india, negra y española se mezclaron con otras razas debido a las guerras y los intentos de colonización, se considera una de las de mayor pureza genética.

Y sí, a veces somos gritones, llorones, impulsivos, ¡pero qué mucho disfrutan esa vitalidad, que es parte de nuestra herencia hispana!

¿QUÉ OPINAS DE NUESTRA CULTURA? ¿CÓMO LA DESCRIBIRÍAS?

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