Michael Crowe, de 23 años, fue ingresado en un hospital de Nebraska el mes pasado con un problema de corazón que amenazaba su vida. Con miocarditis aguda (una inflamación del músculo del corazón), el corazón de Crowe funcionaba sólo al 10 por ciento de su eficiencia, y sus otros órganos estaban comenzando a fallar.
Crowe necesitaba un trasplante de corazón. Pero cuando los doctores encontraron a un donador, el hombre fue diagnosticado con envenenamiento de la sangre, y el trasplante era una opción muy peligrosa, según reportó World-Herald.
Y en ese momento fue cuando ocurrió un "milagro", según los médicos.
Una hora después del devastador diagnóstico, la Dra. Eugenia Raichlin, médico especialista en trasplantes y fallas cardíacas, notó que la presión sanguínea de Crowe había subido –algo que, de acuerdo con Fox News, sería "imposible si [el paciente] sólo estuviera conectado al soporte para su corazón y pulmones, que mantiene la presión sanguínea estable".
Un ultrasonido pronto reveló que el ventrículo izquierdo del corazón de Crowe estaba funcionando normalmente de nuevo. Tan sólo unos días después, comenzó a funcionar por su propia cuenta. Increíblemente, una resonancia magnética no mostró daño permanente alguno ni cicatrices.
De acuerdo con el sitio Caring Bridge, el hombre está fuera del hospital y se recupera en su hogar. Él mismo ha dicho que "está bien" y sintiéndose "un poco más fuerte cada día".
La familia de Crowe dice que los dos más grandes factores para la recuperación de ese corazón fueron el "excepcional cuidado médico que Michael recibió y el impresionante poder de la oración".
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