La huelga de los maestros de las escuelas públicas de Chicago ha tenido un efecto desfavorable sobre niños de bajos recursos, en particular sobre las familias latinas.
Casi 27 por ciento de las familias en el vecindario de Pilsen en el sur de Chicago viven por debajo de la línea de la pobreza, de acuerdo con el Censo de Estados Unidos de 2010. Según el Brookings Institute, una huelga de maestros tiene un impacto negativo mayor sobre estudiantes de familias que ya enfrentan dificultades económicas o familias pobres.
“Esto está muy bien documentado” dijo Beth Akers, académica del Centro Brown sobre la Política Educativa del Brookings Institution. “Si considerando el bajo nivel estudios, es debido a que no tienen el apoyo en casa. Los alumnos que vienen de familias más adineradas tienen instalaciones educativas que ellos trasladan al hogar o se les lee en casa. Los estudiantes de familias pobres en cambio no tienen acceso a asistencia académica externa durante tiempos como estos”.
Los latinos conforman 44 por ciento de las escuelas públicas de Chicago, que es el tercer distrito escolar más grande del país. Por lo tanto, la huelga de los maestros ha dejado a más de 348,000 alumnos sin clases.
“Los latinos y afro-americanos se encuentran desproporcionadamente dentro de las familias de escasos recursos”, dijo Akers. “Y es debido a que conforman este grupo de bajos recursos de manera desproporcionada que sabemos que son los más perjudicados. Más que otros, son ellos quienes están pagando el costo de la huelga”.
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Este es el caso de Patricia Rodríguez, madre de dos niñas que asisten a las escuelas públicas de Chicago. Rodríguez trabaja en una lavandería en Pilsen.
“Tengo suerte de que los puedo llevar a mi trabajo conmigo porque pueden sentarse en las sillas”, Rodríguez le dijo a Fox News Latino, “pero conozco a familias que tuvieron que dejar a sus hijos solos en casa el día de hoy o que no fueron al trabajo para estar con ellos y eso no es justo”.
Debido a que la huelga está teniendo un efecto amplio y adverso en aquellos alumnos que de por si están en desventaja, Akers asegura que tener opciones en las escuelas públicas ayudaría a estos alumnos.
“Desafortunadamente, no tienen muchas opciones en este momento”, dijo Aker.. “Ese es el problema con alumnos de kinder hasta 12º grado en este momento y la razón por la que apoyamos la idea de introducir opciones en este mercado. Actualmente, hay un tipo de monopolio debido a que estos maestros forman parte del sindicato y los alumnos no tienen la opción de seleccionar otra escuela”.
Akers asegura que si el financiamiento federal estuviera ligado al alumno en lugar de a la escuela, los alumnos tendrían más opciones sobre donde obtener su educación en tiempos como estos. Con el crecimiento reciente de las escuelas chárter (escuelas autónomas subsidiada por el gobierno), particularmente en Chicago, esto podría ser una de esas opciones.
De acuerdo con un estudio del Center for American Progress (Centro para el Progreso Estadounidense) sobre las “Escuelas Chárter de Próxima Generación”, éstas podrían ayudar a cerrar la brecha que enfrentan los latinos y otras minorías en relación a la educación.
Los alumnos latinos aún están rezagados en comparación con sus contrapartes no latinas en la mayoría de los indicadores de éxito educativo a pesar de una historia enraizada y su presencia creciente en Estados Unidos. El bajo desempeño de alumnos latinos y su tasa de abandono escolar ha impulsado a la comunidad de derechos civiles a tomar acción y respaldar iniciativas exhaustivas y trasformativas. El crecimiento prolífico de escuelas chárter en la comunidad latina es un resultado de esta acción reformativa”.
Y entre más alumnos estén fuera de clases esta semana, las escuelas chárter podrían aumentar los números de inscripción.
“Creo que la huelga está creando mayor conciencia, y despertando el interés de las familias”, dijo Juan Rangel, director ejecutivo de la United Neighborhood Organization (UNO o la Organización de Vecinos Unidos), una red de escuelas chárter en Illinois.
“La mayoría de las familias no saben que es una escuela chárter pero van comenzar a preguntarse la razón por la cual hay 52,000 niños en la escuela y sus hijos no lo están. Creo que eso algo bueno”.
UNO ya ha visto un aumento en la inscripción debido a que algunas familias que tienen hijos que no están en la escuela llegan a inscribirse con la red de escuelas chárter.
Sin embargo, de acuerdo con un estudio reciente del Centro para el Progreso Estadounidense, las escuelas chárter aún son demasiado nuevas para determinar si tienen las misma capacidad para educar que las escuelas públicas, y ‘probarlas’ sobre poblaciones de alumnos ya de por si marginadas, pude llegar a ser contraproducente.
El estudio concluye que las escuelas chárter aún tienen mucho tramo por recorrer antes de que se puedan obtener resultados definitivos, pero en muchas situaciones, sus programas de English Learner Program (Aprendizaje del Idioma Inglés) no son tan rigurosos como los programas de las escuelas públicas, lo que provoca huecos en el aprendizaje del inglés entre las minorías, que tiende a ser el sector demográfico más grande en las escuelas chárter.
“No sé si estoy de acuerdo con el hecho de que estén diciendo que las escuelas chárter no están bien preparadas”, dijo Rangel. “Creo que parte del problema es que las escuelas chárter en el país no han podido atraer a muchos alumnos hispanos y estudiantes del idioma inglés, pero aquí en Chicago hemos hechos exactamente lo opuesto”.
Actualmente UNO conforma más del 50 por ciento de hispanos en la comunidad de las escuelas chárter. Hay 6,500 alumnos en la red UNO, la gran mayoría hispanos. Casi 30 por ciento son estudiantes del idioma inglés y cerca de 93 por ciento están en la línea de pobreza o debajo de ésta .
Rangel admite que las escuelas chárter aún tienen mucho por hacer para atraer a una población hispana grande. El problema principal, no debe sorprender, es el costo. Mientras que la mayoría de las escuelas privadas en distritos en zonas de mayores ingresos tienen edificios adicionales que le pueden otorgar a las escuelas chárter cuando comienzan ya se quedan sin cupo para inscribir a más alumnos, las escuelas públicas en vecindarios de bajos ingresos en donde asiste la mayoría de alumnos hispanos, no tienen edificios adicionales.
“Se vuelve costoso para las escuelas chárter abrir sus puertas en vecindarios hispanos donde no hay edificios disponibles para ellas”, dijo Rangel, “de modo que estamos intentando encontrar la manera de abrir nuevas escuelas en esas zonas. Hemos construido o restaurado viejos edificios en estos vecindarios pero eso tiene un costo prohibitivo. Por la alta demanda, hemos tenido que crear una lista de espera para los alumnos que les gustaría entrar a nuestras escuelas y no estamos construyendo lo suficientemente rápido”.
Rangel cree que esto no debería de haber llegado tan lejos y responsabiliza de la huelga a la agenda política del sindicato, que provocó que los alumnos se queden sin clases. Sin embargo, Rangel espera que la huelga termine pronto, no sólo por el beneficio de los alumnos locales pero también por el bienestar de Estados Unidos como potencia mundial.
“No podemos seguir como si no pasara nada. Lo que está en juego es este país como potencia mundial y no podemos seguir siendo una potencia mundial sin un público educado. La mediocridad no es una opción…siempre nos quejamos de lo mal que están las escuelas y si somos honestos, cambiar nuestras escuelas no va a ser fácil”.
