A Gustavo Bolívar lo consideran uno de los más prominentes escritores en Colombia. Es el autor del best seller "Sin tetas no hay paraíso", y está enfrascado en su nuevo libro "El Capo' (segunda parte), que verá la luz a finales de este año, y que ya se transmite como serie televisiva por MundoFox desde agosto.
Bolívar es un hombre polémico por naturaleza, a quien no le interesa exportar una imagen endulzada de Colombia en el extranjero y que habla sin pelos en la lengua del daño social que ha hecho el narcotráfico al país.
Bolívar no claudica en su lucha de convencer a las autoridades colombianas de la "inmediatez de legalizar la droga para erradicar el negocio".
En plena grabación en Miami de la serie "El Capo" (segunda parte), Gustavo Bolívar habló con HuffPost Voces de un tema que le sigue doliendo: el papel de la mujer colombiana en el narcotráfico.
"Es esta especie de herencia maldita de enriquecernos rápido", explica el autor. "Cuando empecé la investigación de "Sin tetas no hay paraíso" me percaté cómo el narcotráfico ha afectado a la psicología femenina. Ellos [los narcotraficantes] llegan con un modelo rápido de enriquecimiento y las convencen cómo con la estética femenina pueden conquistar el mundo".
"Buscan generalmente mujeres pobres, quienes tienen que ser protuberantes, bonitas, maquilladas como las niñas de la televisión, que son sus modelos de éxito, y claro, una niña pobre de un barrio piensa que ese es el modelo para seguir y, de repente, alguien les manda a la casa una moto, un reloj de marca y ellas caen [...] enloquecen, ese es el gran mal que ha hecho a nuestras mujeres, nos va a costar décadas superar ésto".
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'Ellos fabrican a sus mujeres'
Bolívar profundiza en cómo la mujer colombiana puede llegar a vivir el papel de la doble moral, en un debate entre los profundos valores familiares y de respeto que suelen tener la mayoría, pero a la vez, involucrarse en el mercado ilícito.
"Es un fenómeno que tiene que ser visto de doble manera. Tenemos una desgracia, e imagínate que lo digo de esa forma, de que las mujeres colombianas son muy bonitas, y eso, a la vez, juega en contra de la moral, es de esa belleza que se han aprovechado los narcotraficantes".
"Le preguntaba a los narcotraficantes, ¿cuál es la mujer en que ustedes se inspiraron? y me decían 'Pamela Anderson' por lo de la serie 'Baywatch' [...] desde ahí que las quieren operadas, con el busto grande, la mujer para el narcotraficante es como una especie de trofeo, algo para exhibir, no pueden salir con una mujer que no sea linda, ellos fabrican a las mujeres", puntualiza Bolívar a HuffPost Voces.
Legalizar la droga
Gustavo Bolívar tiene pasión por la política, por las problemáticas sociales. Cuando conoció a Enrique Parejo González - un exministro de justicia que fue asesinado por narcotraficantes en Budapest, Hungría, y para quien Bolívar trabajó por ochos años en la lucha contra el narcotráfico - comprendió que tenía otros deberes además de la pluma.
Hoy, Gustavo Bolívar se sienta con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y trata de concientizar que legalizar la droga es la única forma de acabar con el negocio.
"No es tan deliberadamente como parece. Es un proceso controlado, se necesita un programa piloto [...] mi propuesta son unos centros controlados por el gobierno, en los que los drogadictos se inscriban, acepten un tratamiento [...] es a manera de ensayo", explica.
Para el escritor colombiano, la droga es la única explicación de la guerrilla colombiana.
"El negocio nos ha traído una guerra de 50 años y todo es producido por el negocio de la droga. No hay razón de ser de una guerrilla con tantos años, pero ellos cultivan la coca, le pagan mucho dinero y se van a mantener ahí", asegura Bolívar.
Dos generaciones de narcos: Escobar y los silenciosos
Bolívar apunta que su país tiene dos marcadas generaciones de narcotraficantes:
"La de Pablo Escobar ostentó mucho, la razón del narcotraficante era poder mostrar lo que tenía. Pero después vino otra generacion muy silenciosa que no mostraba tanto, y tuvimos 15 años de narcotraficantes silenciosos, incluso llegaban a comprar casas y autos con préstamos en el banco cuando tenían millones en la casa", explica.
"Esta diferencia entre Pablo Escobar y estos narcotraficantes hizo que el negocio se multiplicara", asegura. "Pero creo que con tantas extradiciones hemos empezado a recuperar la moral", comenta esperanzadoramente Bolívar.
"Sin tetas no hay paraísos" ha vendido cerca de 20,000 ejemplares en 30 países y ha sido traducida al italiano por la editorial Rizzoli, al inglés por Random House y también al alemán. El canal colombiano Caracol adquirió los derechos de la novela para una serie de televisión que batió níveles de sintonía en ese país, otras naciones de América Latina y Estados Unidos.
Gustavo Bolívar Moreno nació en Girardot, un municipio en el departamento de Cundinamarca, muy cerca de Bogotá. Escribió a los 13 años de edad su primera novela “El precio del silencio”, que fue llevada a la televisión 20 años después. Aunque se graduó de periodismo, la literatura ha sido su gran pasión. “El candidato” (1997), “El cacique y la reina” (1998) son otras de sus importantes obras literarias. En el 2002, su libro “Así se roban las elecciones en Colombia” destapó un escándalo político de corrupción por lo que tuvo que abandonar su país por un tiempo. “El precio del silencio”, “Me Amaras bajo la lluvia” y “Juego limpio” son otras de sus series para la televisión.
En la foto Gustavo Bolívar (de espalda) con el actor Marlon Moreno, protagonista de la serie "El Capo 2".
Fotos del detrás de cámaras de la serie "El Capo II" en Miami
