Brutalidad a las órdenes de Joe Arpaio: Miriam Mendiola, embarazada fue encadenada

Brutalidad a las órdenes de Arpaio
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Parto de cadenas

Miriam Mendiola Martínez padeció abuso de autoridad, negligencia médica y violación a los derechos civiles durante su embarazo y postparto; Ángela Chávez sufrió negligencia y crueldad mental, y Ramón Forinas murió por negligencia médica. Todo ello aconteció dentro de las cárceles del Condado de Maricopa a cargo del alguacil Joe Arpaio y sus oficiales, en un plazo de apenas dos años.

“La comunidad del Condado de Maricopa se ha desensibilizado ante los actos de brutalidad que comete Arpaio a diario, con el apoyo de quienes votan por él y que desconocen todo lo que sucede dentro de sus prisiones”, dice en entrevista exclusiva para HuffPost Voces, Joy Bertrand, abogada que representa a los tres afectados y que demandaron judicialmente por abuso de autoridad, negligencia y racismo a la oficina de Arpaio.

La abogada afirma que Arpaio sigue en su cargo porque ha sido muy hábil para convencer a los conservadores de que todo lo que hace es “a favor de la Nación”, y asegura que los cambios que ha sufrido el estado desde que llego Arpaio a su cargo son muestra del deterioro electoral y judicial.

“Nací y crecí en Arizona, en la ciudad de Glendale, que era una área agrícola y se respetaba a los individuos. Arizona siempre ha sido considerado un estado conservador y que honraba a la constitución, pero hoy en día sus autoridades ejercen la falta de respeto y la brutalidad en contra de los hispanos sin límites. Es muy lamentable que Arizona sea considerado un estado racista e intolerante por culpa de sus representantes que continuamente violan los derechos civiles y humanos”, afirma la abogada. “Sabemos que quienes ejercen estos abusos son una minoría pero desafortunadamente son muy poderosos porque les aportan más dinero para que sigan en los puestos de decisión y control y ponen en desventaja a quienes quieren gobernar con dignidad y respeto”.

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De acuerdo con los comentarios de la abogada, Joe Arpaio ha secuestrado mentes, percepción y valores de personas decentes y trabajadoras a base de mentiras. “Solo actúa ‘convenientemente’ de acuerdo con sus intereses políticos, que por supuesto no son los de sus víctimas, entre ellas la comunidad hispana a la que dedica su mayor prioridad que es satanizarla y a perseguirla”.

La abogada Joy Bertrand explica en qué condiciones se presentaron los casos de abuso que ella representa y cuál es el grado de avance que tienen las demandas presentadas por sus representados:

¿Y la Octava Enmienda?

Miriam Mendiola se encontraba detenida y se le mantuvo encadenada durante toda su labor de parto, en medio de actitudes que evidenciaban desprecio y crueldad. Entabló una demanda en contra del sheriff del Condado de Maricopa, Joe Arpio, en la corte de Distrito de Arizona.

En el año 2003 el Departamento Correccional de Arizona eliminó la práctica de encadenamiento a prisioneras en proceso de parto y post parto. En 2007 se eliminó también esta práctica en el Servicio del Marshall de los Estados Unidos y en 2008 la Oficina Federal de Prisiones la eliminó también.

La demanda dice que Miriam Mendiola estuvo encadenada todo el tiempo de pre y post parto y que los agentes de Arpaio violaron sus derechos constitucionales, entre ellos la Octava Enmienda que prohíbe la imposición de castigos inusuales y crueles.

“Esto no lo tomó en cuenta Arpaio. La ley del Condado de Maricopa obedece lo que él dicta y Miriam Mendiola fue una de sus víctimas”, afirma Bertrand.

“En una de las redadas que hacen los oficiales de Arpaio para detener a personas que utilizan papeles falsos para trabajar, Miriam fue detenida en 2009 por usar documentos falsos donde llevaba trabajando cinco años haciendo la limpieza. Miriam era una de ellas y por consecuencia estaba asociada por ley con un acto criminal, más no por ser una criminal”, afirma su defensora. “Miriam tenía seis meses de embarazo cuando la detuvieron y desde ese instante fue tratada sin respeto por los alguaciles del sheriff. Encadenada a pesar de su embarazo fue conducida a la prisión del condado. Creo que esto sucede porque el condado lo permite, y los alguaciles tienen todo el apoyo del sheriff, para ‘capturar a alguien sin papeles’ porque para ellos esto significa eliminar a un criminal en potencia”.

El maltrato a Miriam en su detención fue solo el principio pues permaneció encadenada durante los tres meses restantes de su embarazo. “Es absurdo que traten así a una mujer que está por parir, ¡no se les iba a escapar!”, exclama la abogada con indignación.

Los testimonios de Miriam y la información que reunió la abogada reportan que cuando Miriam empezó a tener dolores de parto la llevaron encadenada al Centro Médico de Maricopa en donde la revisaron los médicos, pero la devolvieron a la prisión porque todavía no era el momento del parto.

“Al día siguiente se le rompió la fuente” -cita la abogada- “y por más que gritó y llamó a los guardias desde su celda nadie le hacía caso con el pretexto de que ‘no le entendían’, hasta que otra reclusa les tradujo al inglés. Sólo así le pudo informar al guardia que estaba a punto de dar a luz”.

Pero Miriam siguió encadenada a pesar de que la fuente se le había roto y de que tenía fuertes contracciones. La subieron encadenada y con la ropa mojada a la ambulancia para transportarla al hospital. “Afortunadamente la enfermera que estaba dentro de la ambulancia exigió a los custodios que le quitaran los grilletes de los pies y manos”, cuenta Bertrand. “Esta enfermera fue la única persona que mostró humanismo… nadie más. Ni el chofer, ni los dos enfermeros y tres custodios fueron capaces de ayudar a una mujer a punto de parir”.

Cuando bajaron a Miriam en el hospital la volvieron a encadenar hasta que llegó a la sala de parto. Ahí, después de seis horas de labor, nació Angel, pero tuvo que ser por medio de cesárea, que es considerada una cirugía mayor”.

”Miriam acababa de parir cuando los custodios le pusieron los grilletes en sus pies y manos. Y nadie, ni los médicos, ni las enfermeras se opusieron a esa acción tan inhumana”, platica la abogada. “Yo creo que fue por miedo a ser detenidos por desobedecer a los guardias, no sé, eso también se está investigando”.

Y Bertrand se pregunta, ¿cuál es la responsabilidad médica en estos casos? “Porque de acuerdo con el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y de la Asociación Médica Americana esto no debió suceder”, afirma. “A Miriam no le mostraron su bebé. Simplemente la obligaron a pararse de inmediato y vestida con la misma bata que le pusieron al entrar al hospital, fue llevada en silla de ruedas rumbo a la ambulancia que la transportaría nuevamente a prisión cuando todavía tenía fresca la herida de la cesárea y que además le estaba sangrando. Una enfermera se dio cuenta de lo que estaba pasando y detuvo a los custodios, les solicitó la orden de salida firmada por el médico y al no tenerla tuvieron que regresar a la paciente. Pero fue solo unos minutos, porque salió ese mismo día. Los custodios también se negaron a llevarle los antibióticos que le había ordenado el médico. Encadenada y sin poder ver a su bebé regresó a la prisión”.

Dos años indecisa

Tuvieron que pasar dos años para que Miriam Mendiola Martínez decidiera demandar al sheriff Arpaio, al Centro Médico de Maricopa y sus médicos y enfermeras y a los oficiales del sheriff por abuso de poder y por la violación de sus derechos, que le concede la Octava Enmienda.

“Miriam se sintió segura para hacerlo después de que empezó a ver que ella no era la única persona que había sufrido los abusos de Arpaio. No podía permitir que más mujeres fueran tratadas como ella, encadenadas y sin respeto. La fuerza de todas las demandas en contra de Arpaio le mitigó sus miedos a pesar de que los oficiales del sheriff se han presentado a su casa, en aparente deseo de intimidarla. Miriam mide 4.5 pies de altura y tiene cuarenta años.
Ella sufrió lo indecible y hoy lucha porque se haga justicia”, afirma la abogada.

Bertrand comenta que si es necesario evidenciar todo lo que se hace por órdenes de Arpaio se llevará el caso hasta Amnistía Internacional.

“También estamos pidiendo el respaldo del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y de la Asociación Médica Americana. La decisión final la tendrá el jurado, pero esperamos que estén conscientes de la brutalidad cometida en contra de mujeres como Miriam: concluye la defensora.

Los otros dos casos, el de Ángela Chávez, quien sufrió negligencia y crueldad mental y Ramón Forinas, que murió por negligencia médica, los narraremos en las próximas dos entregas de esta serie de HuffPost Voces: “Brutalidad a las órdenes de Arpaio”.

(Miriam Mendiola está representada por los abogados Joy Bertrand, Shannon Peters, and John McBee en Phoenix, AZ.).

Joe Arpaio, el sheriff más severo de EE.UU.

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