ICE deporta al padre de un marine que pelea en Afganistán y deja a su familia en la penuria

Familia de marine que pelea en Afganistán sufre penuria por padre deportado

Teresa López y sus cinco hijos están librando dos guerras. La de Lorenzo, el mayor, que pelea en Afganistán por el país que deportó a su padre a México hace 8 meses, y la de Dallas, donde el resto de la familia enfrenta una dura batalla por la sobrevivencia.

Desde la deportación de José Ángel López Vázquez el 18 de enero pasado, la vida de la familia dio un giro drástico y ahora dependen de estampillas de comida y de programas de asistencia social, carecen de servicio telefónico y sufren la amenaza del embargo de su casa por atraso en el pago de la hipoteca.

A Teresa, una ciudadana estadounidense que ha estado casada con José Ángel durante 21 años, el mundo se le vino encima. Sin embargo, dice que el agobio emocional y económico lo combate con fortaleza y fe para mantenerse unidos y esperanzados.

Con un sueldo de 1,200 dólares como secretaria en un colegio comunitario local, Teresa se las arregla para sostener los gastos de sus hijos José Jr. de 20 años, Cristal de 15, Gabriel de 14 y Britney de 12 años de edad. Su esposo contribuía con el ingreso mayor a la familia como empleado durante 14 años en una compañía de sistemas de almacenamiento comercial por más de 14 años.

“La empresa está dispuesta a reinstalarlo en el mismo puesto cuando regrese, así evalúan su desempeño”, reveló.

José Ángel López Vázquez fue detenido sorpresivamente el 18 de enero pasado en una tienda a la que acudió con su hija Britney de 12 años. Ahí, en público y frente a la niña, agentes del Servicio de Inmigración y control de Aduanas (ICE, del inglés) lo esposaron y lo detuvieron para al otro día deportarlo a Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Diariamente, José tiene que estar cuidándose las espaldas en la ciudad más violenta de México y debe permanecer en un lugar donde no había vivido desde que era un niño”, señala Teresa.

Cuando ocurrió la deportación, su hijo mayor Lorenzo de 21 años había sido enviado a California al entrenamiento previo en la corporación de Marines de Estados Unidos, antes de ser enviado a Afganistán. “Yo no quería que él supiera lo que pasó, pero cuando se dio cuenta, se enojó y lloró mucho, se sintió impotente porque iría a pelear por la paz de un país extranjero, cuando su familia no la tendría en el propio”, comentó la madre.

Dijo Teresa, sollozando, que “mi hijo creía que si moría en Afganistán, no volvería a ver a su papá otra vez, eso lo afectó mucho y lo afecta a la fecha”.

A pesar de que Lorenzo no desciende biológicamente de José, él ha sido la única figura paterna del joven marine porque el matrimonio ocurrió cuando Teresa estaba embarazada.

“Para mi esposo no hay diferencia entre sus hijos, siempre él se mantiene rezando y preocupándose por la seguridad de Lorenzo porque está en la guerra”, agregó.

La deportación del padre también hizo que José Jr. decidiera postergar sus estudios universitarios y buscara un empleo temporal para ayudar a su madre y hermanos. “Es agobiante la situación, pero trato de ser positivo”, comentó vía telefónica.

Los padres de José Ángel llegaron a Estados Unidos en 1986 y se beneficiaron con la amnistía de ese año para alcanzar la residencia, excepto él que tenía 13 años, a pesar de haber sido parte de la lista de peticionarios. Tras su matrimonio con Teresa en 1991, trataron de ajustar su situación migratoria, pero sus intentos fueron infructuosos.

En 1999 retornó a México para visitar a un pariente enfermo y en 2006 acudió ante un juez de migración para arreglar su estatus como esposo de una ciudadana estadounidense. Las dos acciones se utilizaron como razones para expedirle una orden de deportación voluntaria hace 6 años, la cual no cumplió hasta que hace 8 meses fue detenido y expulsado del país.

López Vázquez carece de récord criminal, por lo que se hace aplicable a ser beneficiado con el memorándum Morton, del que cumple con todos los requerimientos, de acuerdo al Centro de Empoderamiento en Inmigración Isenberg (ICIE, del inglés).

El abogado de ICIE, Arturo Rodríguez III, que lleva su caso legal señaló que la oficina de ICE en Dallas necesita aprobar una moción conjunta para reabrir el proceso de José y llevarlo ante un juez de migración, a fin de que inicien el procedimiento que lo libere condicionalmente para ajustar su estatus y traerlo a Estados Unidos.

“Las reglas que ICE aplica a los inmigrantes con rigidez, no las aplican con ese mismo rigor a ellos mismos en sus operativos con la gente”, evidenció el fundador de ICIE, Ralph Isenberg.

Dijo que ICE trató a José como un criminal que era buscado por la ley y lo detuvo de una forma abusiva públicamente, recibió insultos y acusaciones de todo tipo de trasgresiones.

Manifestó que en el caso de José Ángel López, sus lazos con Estados Unidos son incuestionables en los 26 años que ha vivido en el país, 21 años casado con una ciudadana estadounidense, cinco hijos también ciudadanos y uno de ellos enlistado en el ejército y él sin un historial criminal.

“No hay otro caso más ilustrativo que éste para probar si es verdad que el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional cambiaron sus políticas y planes de operación a una aplicación más sensible de la ley migratoria”, señaló Isenberg.

El fundador del ICIE ha buscado ayuda en la corporación de Marines de Estados Unidos, sin ningún resultado. Realizó llamadas a la comandancia general de los Marines en Washington y expuso el caso a un oficial con el grado militar de Mayor, quien rechazó que el problema les concerniera dado que el padre de Lorenzo era “ilegal” y que no tenía un parentesco sanguíneo con el joven marine que lo crió desde su nacimiento.

“¿Por qué el cuerpo de Marines de Estados Unidos y el ICE están actuando aquí como si fueran amigos de la familia de un soldado activo en misión en Afganistán y se rehúsan a intervenir para corregir esta deportación indebida del padre de un joven Marine?”, cuestionó.

ICIE organizó una protesta en las afueras de la oficina de reclutamiento de Marines en el centro comercial de Wynnewood Village en Dallas, en la que participó José Jr. portando carteles para exhortar a los jóvenes a que no se enlisten.

Según los lineamientos del Memorándum Morton, las familias de militares tienen una consideración prioritaria para alivio migratorio. “En este caso, no se mostró consideración al padre de este marine aunque carecía de historia criminal y ya había en su expediente una petición I-130 para ajuste migratorio por su matrimonio con una ciudadana estadounidense”, aclaró.

En opinión de ICIE, las agencias de aduanas y protección fronteriza (CBP, del inglés), ICE que dependen del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, del inglés) tienen facultades para autorizar el regreso del padre al país inmediatamente. “Con una firma o una llamada se puede corregir el error de esta deportación de José Ángel y cumplir con los preceptos de la Constitución de Estados Unidos”, argumentó Isenberg.

Para Teresa López, con la carga encima de mantener a su familia, el sentimiento es muy claro. “Estoy decepcionada, lastimada y confundida porque mi propio país y al que mi hijo está defendiendo en Afganistán, nos está quitando a mi esposo y al padre a mis hijos, cuando se trata de un hombre que ha criado a una familia en este país, ha pagado puntualmente sus impuestos y no ha cometido ningún delito”, externó.

“Algo tiene que estar mal con la actual ley migratoria si promueve la separación de familias y nos priva de un esposo y un padre”, recalcó.

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