Convención demócrata tiene a latinos bajo el reflector

Latinos ocupan un lugar prominente en convención demócrata
In this Sept. 4, 2012, photo, San Antonio Mayor Julian Castro addresses the Democratic National Convention in Charlotte, N.C. The Hispanics with the highest profiles in this years political conventions stand as opposites in a cultural and political split that has divided millions of U.S. Latinos for decades. Cuban American Sen. Marco Rubio of Florida introduced Mitt Romney at the GOPs convention last week in Tampa, Fla. Castro, a Mexican-American, delivered the Democrats keynote speech in Charlotte on Tuesday. They are often lumped together as Hispanics. But Rubio and Castro are emblematic of acute political distinctions between Cuban-Americans and Mexican-Americans. (AP Photo/J. Scott Applewhite)
In this Sept. 4, 2012, photo, San Antonio Mayor Julian Castro addresses the Democratic National Convention in Charlotte, N.C. The Hispanics with the highest profiles in this years political conventions stand as opposites in a cultural and political split that has divided millions of U.S. Latinos for decades. Cuban American Sen. Marco Rubio of Florida introduced Mitt Romney at the GOPs convention last week in Tampa, Fla. Castro, a Mexican-American, delivered the Democrats keynote speech in Charlotte on Tuesday. They are often lumped together as Hispanics. But Rubio and Castro are emblematic of acute political distinctions between Cuban-Americans and Mexican-Americans. (AP Photo/J. Scott Applewhite)

Primero fue un huracán el que le aguó la fiesta a los republicanos en su convención la semana pasada en Tampa, Florida. Ahora son las tormentas las que le echan a perder la fiesta a los demócratas en su convención, que termina mañana en Charlotte, Carolina del Norte.

Las malas condiciones del tiempo forzaron a los organizadores a mudar sus eventos a la Time Warner Cable Arena, donde caben 20,000 personas. Originalmente los discursos se efectuarían en el estadio Bank of America, casa del equipo de futbol Carolina Panthers, y donde hay lugar para unos 74,000 asistentes.

Miembros del partido republicano no tardaron en reaccionar ante este acontecimiento, y además de criticar los mensajes que dieron en sus intervenciones los demócratas, dijeron que haber escogido un lugar más pequeño para su evento se debió a la poca asistencia que tuvieron, reporta una nota de usatoday.com.

"Luego de prometer llevar a cabo el evento en el estadio Bank of America lloviera o hiciera sol, de repente el equipo Obama se muda dentro luego de las dudas acerca del entusiasmo por el evento", dijo a USA Today Kirsten Kukowski, vocero del Comité Nacional Republicano. "¿Cuál es el verdadero pronóstico para los discursos? Cuarenta por ciento de posibilidades de mentiras y excusas ocasionales".

Los organizadores, en el peor de los escenarios, habían contemplado la cancelación de la convención; sin embargo, esa situación dejaría a miles de personas sin un lugar donde guarecerse debido a que habían planeado asistir al evento y llegar en autobús.

El vocero de la campaña de Obama dijo, no obstante, que la decisión tenía que ver con motivos de seguridad pública debido a que era arriesgado efectuar un evento masivo en un lugar abierto. "No tenemos duda de que vamos a llenar [el estadio]. Tenemos a 19,000 en la lista de espera.

Las lluvias han caído sin cesar desde el sábado. La convención se efectúa desde el martes y termina el jueves.

Mientras tanto, la expectativa continuaba entre los asistentes ante el programa que incluye al expresidente Bill Clinton como el principal orador de la jornada. El exmandatario dará su discurso alrededor de las 10 pm hora del este.

El martes, en su primer día, la constante presencia de un gran número de políticos y delegados latinos, así como un ovacionado discurso de la primera dama, Michelle Obama, marcaron el inicio de la Convención Nacional Demócrata.

La figura hispana más prometedora de este partido, Julián Castro, alcalde de San Antonio, Texas, fue la figura central, y su participación marcó la primera vez que un latino ofrece el discurso principal en esta convención.

"Mi madre nunca fue dueña de una casa. Limpiaba las casas de otros para poder pagar su renta", dijo Castro, de 37 años, durante su discurso. "Pero vio a su hija convertirse en la primera de su casa en graduarse de la universidad. Y mi madre luchó arduamente por los derechos civiles para que en lugar de un trapeador yo pudiera sostener este micrófono".

Entonces la audiencia del Time Warner Cable Arena se deshizo en vítores. Y Castro ya tenía en la bolsa la simpatía de los asistentes.

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Los demócratas, en este sentido, tienen mucho que presumir. El número de delegados hispanos que participan en esta convención alcanzó cifras récord, 800 en total. Organizadores de la convención republicana, que efectuaron su reunión la semana pasada en Tampa, Florida, no ofrecieron esta información, a pesar de que fue requerida en varias ocasiones.

Representantes demócratas, sin embargo, hicieron hincapié en que, aunque los hispanos no han llegado a ocupar puestos tan altos en su partido --como ha sucedido con la parte republicana, en la que tres latinos ostentan gubernaturas-- el papel de este grupo en la convención y en la campaña presidencial es más importante que nunca.

Además de Castro, el partido estrena otras "primeras veces": Katherine Archuleta es la primer latina que se desempeña como directora nacional política de una campaña presidencial, y Alejandra Salinas es la pimer latina presidenta del Colegio Demócrata de América.

Castro, quien tiene un hermano gemelo idéntico, Joaquín, legislador estatal que participa en una contienda por un puesto en el congreso, ha recibido críticas favorables de los medios acerca de su gestión. Esto ha dado pie a especulaciones de que podría ser el próximo gobernador de Texas, o quizá el primer presidente hispano.

"La historia de mi familia no es especial. Lo que es especial es el Estados Unidos que hace que nuestra historia sea posible", dijo Castro. La nuestra es una nación como ninguna otra, un lugar en la que los grandes viajes se pueden hacer en una sola generación. No importa quién seas o de dónde vengas, el camino es siempre hacia adelante".

El discurso de Castro precedió al de Michelle Obama, quien, como era de esperarse, lució un vestido espectacular sin mangas y ceñido al torso y un peinado perfecto.

En su alocución, la primera dama dio una cátedra de su habilidad para hablar en público. Hizo referencia a aspectos personales de la relación con su esposo, el presidente Barack Obama. El mensaje, con anécdotas como la del auto destartalado que poseía el presidente, o la de los únicos zapatos que tenía que valían la pena --y que le quedaban medio número más chico-- fue una clara alusión a la posibilidad que tiene cualquier persona de realizar el sueño estadounidense.

"Como muchas familias estadounidenses, nuestras familias no pedían mucho", dijo la primera dama. "Simplemente creían en la promesa fundamental estadounidense: que incluso si no comienzas con mucho, si trabajas duro y haces lo que se supone que debes hacer, debes de ser capaz de construir una vida decente para ti e incluso una mejor vida para tus hijos y nietos. Así es como nos criaron".

La intervención de Michelle Obama, como lo fue la de Ann Romney --esposa del candidato a la presidencia por el partido republicano, Mitt Romney-- en la convención republicana, tuvo como fin mostrar el lado humano del presidente para de esa forma contrarrestar la imagen de ser inalcanzable o alejado de la realidad.

Los discursos de la primera noche, en contraste con los de los republicanos de la semana anterior, se enfocaron en mencionar los logros y el desempeño del presidente en sus cuatro años de gestión. Los ataques y referencias a Romney fueron escasos en comparación con las constantes menciones que hicieron los republicanos en sus alocuciones.

También los contenidos fueron sustancialmente distintos. Mientras que los de Tampa evitaron tocar temas controversiales, los asistentes a Charlotte fueron directos al hablar en favor de los derechos de las personas del mismo sexo, servicios para evitar embarazos y la orden de Obama de otorgar permiso de trabajo a algunos estudiantes indocumentados.

Las encuestas más recientes ubican a Obama como el favorito entre los latinos, con más de 60 por ciento del apoyo de este grupo. Romney, por su parte, tiene 30 por ciento de la preferencia hispana.

Antonio Villaraigosa

Oradores Convención Demócrata

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