El gobierno de Texas perdió otra batalla en las cortes federales que bloquearon la ley estatal de identificación para votantes este jueves, luego de que hace dos días rechazaran los mapas electorales por ser discriminatorios a las minorías. Diversos grupos ciudadanos, consideraron ambos fallos como victorias históricas para los derechos civiles.
Básicamente, la terna de jueces federales argumentó que la ley estatal SB-14 que requeriría la presentación de identificación al votante, “impone cargas estrictas e implacables en los pobres” y señalan que son las minorías quienes padecen más pobreza en Texas.
Por su parte, el gobernador Rick Perry opinó que el rechazo a la ley de identificación para votantes es “otra victoria anotada para el fraude” y prometió continuar la pelea legal con apelaciones ante la Suprema Corte de Estados Unidos.
“Los jueces federales han quebrantado la voluntad de la gente de Texas y minado nuestro esfuerzo para asegurar elecciones justas y precisas”, dijo Perry en su mensaje oficial.
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El procurador estatal Greg Abbott señaló que la decisión de los jueces federales “es incorrecta y evita que Texas implemente el mismo tipo de integridad y seguridad en las urnas que tiene Georgia e Indiana y ha sido aprobado por la Suprema Corte”.
Gilberto Hinojosa, presidente del Partido Demócrata de Texas, celebró que las cortes federales desactivaran los intentos del estado para privar de sus derechos civiles a las minorías de votantes. “Irónicamente ambos fallos se dieron la misma semana que los republicanos promocionan a su supuesto nominado hispano Ted Cruz”, comentó.
Enfatizó que también se dan los fallos en un clima de abierta hostilidad contra la comunidad hispana a través de los ataques al “Dream Act” y el apoyo a leyes migratorias del tipo de la de Arizona y es cuando dos paneles de jueces federales hallan que los legisladores republicanos de Texas intencionalmente discriminaron a hispanos y otras minorías, a través de sus mapas de redistribución de distritos y su ley de identificación del votante.
“¿Es esa la estrategia republicana para conquistar a los hispanos negándoles el derecho a votar debido a leyes de mapas discriminatorios y de identificación para el votante?”, mencionó Hinojosa.
Criticó al procurador Abbott que prometió “continuar desperdiciando los fondos de los contribuyentes para que ambas leyes se aprobara, pero sólo están duplicando la discriminación y la supresión de votantes hispanos en Texas.”
Se ha prevenido una ley que ahogaría la voz de esos que necesitan más el oído del gobierno que son los latinos, afroamericanos, los pobres y los ancianos, dijo el líder de los legisladores Mexicano-Americanos, Trey Martínez Fischer.
Agregó que los ciudadanos tienen la responsabilidad de votar y participar en nuestra democracia, pero leyes restrictivas como las de Texas les niegan esa oportunidad. El fallo contra esas leyes es una victoria para todos los texanos y para la ley de derecho al voto.
En Texas, la llamada ley SB-14 obliga a los electores a presentar una identificación expedida por una dependencia oficial para ejercer su voto. Se aprobó por mayoría en la 82 legislatura estatal en mayo de 2011 y fue parte de un paquete de leyes antiinmigrantes presentadas en la sesión de emergencia a la que convocó el gobernador Rick Perry.
La legislación sólo considera válidas para identificarse una licencia de conducir, un pasaporte, una identificación militar, un permiso para portación de armas o la tarjeta de identificación electoral que expediría gratuitamente el departamento de seguridad pública del estado. Las credenciales de estudiante universitario no son aceptadas.
Aproximadamente en Texas viven más de 600,000 ciudadanos elegibles para votar que carecen de una identificación oficial, de los cuales 174,866 cuentan con apellidos hispanos, según datos del gobierno estatal. El Centro de Justicia Brennan estima que 16 por ciento de los hispanos habilitados para sufragar en la entidad no tienen documentos de identificación.