TAMPA, Florida.- En las afueras del Tampa Bay Times Forum se vive el color de lo que es la fiesta no autorizada de la Convención Republicana. El sazón exterior, a veces, es más protagonista que los propios discursos que ocurren en el interior del recinto con la esperada formalidad de los políticos para convencer al país por quién hay que votar el próximo 6 de noviembre. Lee aquí sobre la gran noche de Paul Ryan
Las calles alrededor del Tampa Bay Times Forum están inundadas de vendedores ambulantes, que con entusiasmo envidiable y convencimiento de que son los más fervientes republicanos, venden lo que haya que vender: desde originales playeras con mensajes en contra de Obama, gorras, fundas para iPhones, revistas o prendedores. Lee aquí sobre el "gigante dormido": los latinos.
El discurso de Paul Ryan, la promesa joven de los republicanos, dejó una especie de delirio en quienes salían de la convención, quienes caminaban gritando y posando ante las cámaras y repitiendo: "Ryan, Ryan".
Parte del color que se vive afuera del Forum es el tratar de acercarse al Forum. Desde 10 cuadras antes, el despliegue de seguridad ha sido logísticamente calculado. El hotel Hyatt, a escasos metros del teatro, se convirtió en la noche de este miércoles en la más infranqueable fortaleza.
"Es que esta noche habló el VP [Paul Ryan] y todo está muy custodiado, nadie puede pasar", dijo con una agresividad de temer uno de los encargados del hotel. Como a los 10 minutos, como en la mejor película de Hollywood, aparecieron, sin temor a equivocación, unos 500 militares, que cerraron paso como soldaditos de plomo, al menos en tres cuadras, y absolutamente, ningún vehículo se pudo mover.
A una velocidad alarmante, para la calma que siempre se vive en Tampa, a los pocos minutos pasaron dos autos negros. "Es que seguro que ahí va Paul Ryan", especuló uno de los vendedores callejeros.
La noche parecía terminar con los simpatizantes republicanos abandonando el Tampa Bay Times Forum con la convicción de que este jueves en la noche vivirán un verdadero delirio cuando Mitt Romney dé el discurso más importante de su vida ante una audiencia millonaria, que espera escuchar qué tiene que proponer y si finalmente puede echar a Obama de la Casa Blanca.
Disfruta en fotos parte del sazón callejero de la Convención Republicana
