ENVIADA ESPECIAL
TAMPA, Florida.-- Brian Sandoval, gobernador de Nevada, contó cómo su padre y madre se abrieron camino a pesar de su pobreza.
"Mi padre era uno de 10 hijos. Mi madre y su familia vivían en una pequeña casa de dos cuartos en el Southwest", dijo el flamante funcionario el martes por la noche, cuando dio su discurso frente a 50,000 delegados y políticos reunidos en el Tampa Bay Times Forum de Tampa, Florida, en el marco de la Convención Nacional Republicana que se efectúa esta semana en esta ciudad. "Mi padre hizo su carrera entera como técnico en aviación. Mamá fue secretaria legal que se convirtió en maestra".
Luego, Sandoval habló de sí mismo, de cómo a pesar de ser hijo de dos estadounidenses de la clase trabajadora, pudo lograr el sueño americano, pero no sin antes mencionar que su primer trabajo cuando era niño fue como encargado de limpiar corrales de borregos.
"En la universidad, trabajé en la cafetería de un hospital. Trabajé mientras iba a la escuela de leyes", agregó Sandoval.
El candidato al senado estadounidense, Ted Cruz, hizo lo mismo. Comenzó resaltando la historia de su madre, una mujer italiano irlandesa de la clase trabajadora, la primera de su familia en ir a la universidad. "Pionera matemática y programadora de computadoras en los 1950", dijo Cruz durante su intervención.
Luego habló de su padre, quien "fue encarcelado y torturado en Cuba, golpeado hasta casi morir", que huyó a Texas en 1957 "sin hablar inglés, con 100 dólares escondidos en las costuras de su ropa interior". Que lavó platos y que ganaba 50 centavos la hora para asistir a la Universidad de Texas; que comenzó un pequeño negocio en la industria de la gasolina.
Cuando vino a Estados Unidos "él no tenía nada, pero tenía corazón", le dijo en español a la audiencia, que se desvivió en aplausos ante esta nueva estrella del partido republicano.
La intervención de Cruz y Sandoval en la convención, dos de las luminarias latinas que el partido presume a diestra y siniestra --y con quienes trabaja arduamente para atraer el voto de esa comunidad hacia su plataforma-- precedió a la de otros peces gordos que subirían al podio más tarde la noche del martes, entre ellos Ann Romney --esposa del candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney--, y Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey.
Lucé Fortuño, esposa del gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, se limitó a ofrecer un breve discurso para presentar a la que podría ser la primera dama de la nación si es que Romney gana las elecciones generales del próximo 6 de noviembre.
Sin embargo, y a pesar de que el discurso principal estaba a cargo de Christie, fue Ann quien finalmente, y luego de varias intervenciones anodinas por parte de otros miembros del partido, logró sacudir en serio las emociones de la concurrencia. Glamorosa, enfundada en un vestido rojo fulgurante, la esposa de Romney preparó un discurso que hizo efecto sobre todo en las mujeres. "Conozco a muchas de ustedes", dijo al tiempo que señaló a la eufórica audiencia.
"¡Las adoro, mujeres! Y escucho sus voces", dijo durante su discurso de más de 20 minutos. Entonces se dedicó a hablar de la parte más personal de su esposo, un esfuerzo que fue repetido hasta el cansancio por otros miembros del partido y con el que se intenta cambiar la imagen negativa de Mitt Romney, que lo muestra como un funcionario frío y calculador.
"Nadie trabajará más arduo. Nadie estará más interesado. Y nadie moverá cielo y tierra como Mitt Romney para hacer de este país un mejor lugar para vivir", dijo Ann, quien también presume que ha estado casada con él por 43 años; con él procreó cinco hijos varones.
Al terminar su intervención, Mitt Romney salió al podio y felicitó a su mujer. Luego de un par de besos y de posar para las cámaras bajaron de la tarima entre aplausos y vítores de la audiencia.
Luego llegó el turno de Christie, de quien se especuló que había rechazado la invitación de Romney para participar en la convención. Un diario de Nueva York aseguró que la negativa del gobernador se debía a que consideraba que Romney no ganaría las elecciones.
Pero la noche del martes despejó todas las dudas cuando ofreció un discurso largo y contundente, en el que también resaltó el origen humilde de su familia.
"Ambos tuvieron vidas difíciles", dijo Christie sobre sus padres. "Papá creció en la pobreza. Luego de regresar de las fuerzas armadas, trabajó en la planta de la heladería Breyers en los 1950. Con ese trabajo y el sueldo de soldado asistió a la Universidad Rutgers por la noche para convertirse en el primero en la familia en obtener un título universitario. Nuestra primera foto familiar fue en el día de su graduación, con mamá junto a él, embarazada de seis meses de mí".
Luego habló de su madre, quien "también vino de la nada", que fue criada por una madre soltera y que tomaba tres autobuses para llegar a su trabajo todos los días. "Y mamá pasó el tiempo que debería haber pasado como niña criando niños: sus dos hermanos menores".
Como sus predecesores, Christie, un político de hablar contundente y directo, criticó a la actual administración y lo que él considera la incapacidad de Obama de mejorar la economía. Así también lo que califica de falta de liderazgo por parte del presidente.
Esta noche, en el tercer día de la convención, se esperan discursos con un tono similar, esta vez de Luis Fortuño, gobernador de Puerto Rico; Condoleezza Rice, exsecretaria de estado; Susana Martínez --otra estrella latina del partido--, gobernadora de Nuevo México, y Paul Ryan, aspirante a la candidatura por la vicepresidencia y además el plato fuerte de la jornada.
